lunes, 29 de octubre de 2012

Entre cuatro paredes

Estas últimas entradas sabéis que he dedicado un espacio al Equipo que forman Kenneth, Noelia y Ana. Ya decía Kenneth, y lo comparto, que no todo el mundo afronta las pérdidas de igual modo y que hay algunos l.m. que se quedan en casa "encerrados entre cuatro paredes" vivan o no en ciudades accesibles y tengan o no la casa adaptada. Tanto hablar de que las barreras arquitectónicas tienen la culpa de todo y, muchas veces, las limitaciones son mentales.

Me sugirió esta entrada una obra de teatro que vi ayer y que recomiendo a todos los seguidores del blog : "Shirley Valentine", interpretada por Verónica Forqué. No hace falta estar parapléjico para vivir entre cuatro paredes. La protagonista es una mujer que pasa la mitad de su vida en la cocina, hablando con la pared y con unos problemas de comunicación enormes con su marido y con sus hijos. Nos deja un mensaje muy constructivo : "No hay que desperdiciar la vida que se nos da ni dejar escapar las oportunidades que la vida nos ofrece".

Los cambios siempre son posibles aún cuando uno crea que la situación es desesperada. Lo importante es estar atento para darse cuenta y poder intentarlo.Ya comenté dos situaciones, recientemente, en dos entradas. Una, la de una mujer con Esclerosis Múltiple (ver : Cambiar el "Chis") y otra, la de un l.m. que no fue capaz de asumir su lesión hasta pasados siete años (ver : "Nunca es tarde").

No obstante, hay quien se atrinchera en su fortaleza y pasa la otra media vida lamentándose de lo que le pasó. Esto no es algo privativo de los l.m. sino de cualquier ser humano ante cualquier problema.

No hay límites ni barreras si nos lo proponemos.Ya decía Kenneth en su película "Reflexionando" : "Todo está en la mente".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Otra vez lloré, solo porque me di cuenta que mi amigo "esta encerrado en cuatro paredes"

Como me gustaría que pudiera hacer muchas cosas mas, es inteligente, practico e ingenioso, pero pareciera que la lesión le trunco su vida y no ve salida. Es como si hubiera dejado de pensar o de ver.

No me gustaría que el resto de su vida viva lamentándose.

Simplemente no quiero.

Adry.

Afrontando la lesión medular dijo...

Algún día es posible que se de cuenta y se produzca el cambio, no pierdas la esperanza, Adry. Recuerda lo que comenté de otros paciente en la entrada "Nunca es tarde" y en "Cambiar el "chis" (chip)".