domingo, 16 de diciembre de 2012

Pasillos "diversos"

"Todo se pega menos la hermosura"
                           Refrán popular


"Pasillo" es el calificativo que utilizan pacientes y, sobre todo, familiares para denominar el ala de ingreso en cada planta en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo. Es verdad que pasillo o ala lo define mejor ya que en cada planta hay cuatro alas o pasillos.

Frecuentemente surge en las Sesiones Grupales Familiares el contraste en relación a la información y el trato según el pasillo que ha correspondido a cada paciente. En las apreciaciones sobre el trato en el mismo pasillo, suelen coincidir los familiares. Hay una expresión popular que reza así : "Cuando el río suena, agua lleva". Esto me lleva a pensar que serán ciertas las afirmaciones de los familiares cuando coinciden en sus apreciaciones sobre el modo en que se son informados y el trato.

Exceptuando la planta de niños (cuyo criterio de ingreso, como es natural, es la edad) o la planta en la que ingresan los pacientes con lesiones más comprometidas y respiradores dependientes, la distribución de los pacientes de nuevo ingreso o agudos se hace aleatoriamente. Entiendo que se deberían cuidar al máximo los criterios de tiempo de estancia o permanencia en el Hospital para evitar situaciones injustas.

Desconozco las razones que llevan a esas diferencias en el trato pero mi impresión es que hay una especie de "folie a deux" y la gente se contagia, especialmente, de lo malo. Cuando un profesional se incorpora nuevo a un equipo de trabajo, generalmente, con situación laboral de eventualidad o interinidad, es mal vivido por los profesionales veteranos porque llega con ganas de trabajar y motivado. Estos trabajadores suelen ser aleccionados por los veteranos para evitar que cambien las costumbres y el modo de hacer porque ello pone en peligro sus rutinarias intervenciones que pueden ser puestas en entredicho.

Así pues, vemos como el término "diversidad" no se da sólo a nivel del paciente, que decimos que es diverso y no discapaz sino a nivel de los profesionales. No obstante, hay aspectos que podrían mejorar como las actitudes pero el carácter y talante de cada profesional es tan inherente a cada cual que se hace difícil el cambio. Pacientes, familiares y profesionales, son quienes son y la interacción en unos casos será más fácil, fluída y empática que en otros.

A pesar de lo expuesto, creo que debemos seguir esforzándonos en hacer uso del respeto, el tacto y en evitar perder los papeles.



6 comentarios:

Anónimo dijo...

Siempre he creído que los cambios son buenos y que el que llegue gente nueva a un lugar, le inyecta nuevos bríos, claro algunos son buenos y otros malos.
Pero como todo, las cosas no son igual que ayer, por lo que tenemos que ser abiertos para aprender cosas nuevas.
Todo es complemento, y lo veo así porque mi jefe tiene mucha más experiencia que yo, pero yo tengo conocimientos que el no tiene y al trabajar juntos nos complementamos y entonces logramos tener éxito en lo que hacemos.
Pero algo que juega en esto es el criterio de cada uno, a mi me pasa, llego a un trabajo nuevo y no falta quien me dice como es cada uno de mis compañeros. Y lo que trato de hacer es antes de emitir un juicio, tratar a la persona y entonces me hago un concepto de cada quien, eso me ha ayuda a no contagiarme. Pero no es sencillo, es mucho mas fácil dejarse llevar por los comentarios.
Así que como bien dices con respeto y una buena actitud, lograremos un buen trabajo.
Adry

Afrontando la lesión medular dijo...

Llevas razón, Adry, que esto no sólo pasa en el contexto hospitalario sino en todos los campos.

La complementariedad es un arma poderosa aunque es bien difícil trabajar en equipo pues siempre hay alguien que hace o tira más, de quien los demás se benefician, y esto termina cansando.

Anónimo dijo...

Siempre que se trabaja en equipo, alguien "tira" más del carro y alguno "se dispersa" entre el grupo, creando así mal ambiente de trabajo.
En todos los grupos se termina sabiendo quien si y quien no cumple con la responsabilidad asignada.
Pero en el caso en los que se trabaja con personas, la cosa se complica bastante, sobre todo con personas tan vulnerables como lm o sus familiares.
Cuando se trabaja con personas hay que tener una sensibilidad especial, ser empaticos y cumplir bien con su trabajo, puesto que la evolución y el estado de ánimo de los pacientes dependen de sus cuidados o atenciones, si no es así, mi punto de vista es que no estan capacitados para dicho puesto.
Ojala alguien controlase eso, y pudieran hacer algo para que todos los pacientes esten bien atendidos.
Me consta que no es asi, que en los hospitales o centros de salud no se controla la atención recibida, y ese es el mayor problema.
S

Afrontando la lesión medular dijo...

El problema se complica, S, cuando los hospitales o centros de salud son públicos y los profesionales, a los que hacemos alusión, tienen su plaza en propiedad.

Se hace lo que se puede y a pesar de que, como bien dices, la cosa es más delicada cuando hablamos de pacientes, a veces se está atado de pies y manos y hay que trabajar con ellos, nos gusten o no. Menos mal y que hay buenos profesionales y empáticos que pueden equilibrar la balanza.

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo, hay muchos y muy buenos profesionale, lo malo es cuando algunos no son tan buenos, cuando eso pasa, dependes del factor suerte, que te toque "pasillo bueno" o "pasillo malo".

Afrontando la lesión medular dijo...

Dentro de un mismo pasillo, también hay mejores y peores profesionales.

Los pacientes lo cuentan muy bien. Refieren que descansan mejor o se sienten más confortables según qué turno entra a trabajar. Un buen turno les da seguridad, muy necesaria especialmente cuando el grado de indefensión del lesionado, debido a la pérdida de movilidad, es grande.