lunes, 12 de enero de 2015

"Pasa tú, bonito": Mirar diferente a los "diferentes"


"No soporto que me traten como si estuviera tonto o como si fuese un niño por estar en la silla de ruedas"


Esto era lo que nos comentaba un paciente a raíz de que le dejaran salir el primero en un ascensor por el hecho de ser el que está en la silla y generar lástima. Sabe que las cosas no serán como antes de la lesión y aún no tiene asumidas las pérdidas ni aceptado el hecho de no volver a andar pero no le ayuda la gente que mira su diferencia de este modo tan diferente.La frase : "Pasa tu primero, bonito" para entrar en el ascensor es inapropiada a los ojos del paciente porque piensa que no tendría cabida si con el se hubieran cruzado anteriormente. De hecho, nunca su imagen había dado pie a ello cuando caminaba.

¿Acaso todos no somos diferentes más allá de la silla de ruedas?. ¿Por qué la gente se permite estas licencias y se atreve a dar consejos o recomendaciones a los lesionados como si ellos no tuvieran capacidad de pensar por ellos mismos?

Cuando el paciente se enfrenta a esas nuevas miradas y al mundo donde el antes se movía, observa un mundo donde es observado de manera diferente y el mira un mundo diferente e inaccesible. Aprender a mirar de arriba a abajo y ser mirado desde arriba conlleva un período de adaptación y entiendo que es tan difícil para el lesionado como para sus familiares y amigos.

Cuando el lesionado está haciendo lo posible por ascender y superar la situación, se encuentra con actitudes que nada favorecen su lucha y afán de superación.

11 comentarios:

Betty dijo...

Entiendo perfectamente a tu paciente.
Voy a contar un hecho que me contó un amigo hace años y que, sin tener nada que ver es muy similar a este. Mi amigo me decía que no soportaba que la gente hablara de los negros refiriéndose a ellos como negritos. No recuerdo si en alguna ocasión yo he utilizado esta palabra para referirme a ellos, lo que desde luego tengo claro, es que a partir de nuestra conversación, no lo he hecho jamás. Mi amigo era el hijo del asesinado Enrique Gori Molubela, presidente provincial de Fernando Poo (Guinea Ecuatorial). Digo era por que hace años que no le veo. Pues bien, mi amigo es negro, mide en torno a uno noventa y tiene unos labios de esos que provocarían la envidia de muchas aficionadas a la cirugía estética. Él me preguntaba cuando manteníamos esta conversación en un autobús a colación de un comentario de un pasajero: «¿Tengo yo pinta de negrito? »

Con ceder el paso por educación y respeto había sido suficiente. ¿Qué oportunidad para estar callado.
Millones de besos.

Unknown dijo...

Tienes razón Betty, con ceder el paso por educación y respeto habría sido suficiente, igual que cedemos (o deberíamos ceder) el paso a gente mayor, personas con carros de la compra o cochecitos de bebé...
Lo que también es cierto es que a veces las personas no saben (sabemos)como enfrentarse a estas situaciones, aunque la respuesta sería de forma natural, y con toda su mejor intención acaban por molestar o hacer sentir mal.
Y respecto a la entrada, decir que estoy totalmente de acuedo con la idea de que todos somos diferentes, con o sin silla de ruedas, cada persona es un mundo.

Felipe dijo...

Lamento la hipersensibilidad, por otra parte totalmente explicable, de algunos lesionados medulares. No creo que el dejarle paso en la salida de un ascensor u ofrecerle ayuda cuando se le ve en una situación de apuro tenga ninguna mala intención.
No pienso que ayudar a cruzar la calle a un ciego, o advertirle de una situación de peligro, suponga mala fe. Igual se ofrece auxilio a quien ha olvidado sus gafas de vista cansada. O se le explica a alguien que no sabe leer lo que pone en algún cartel de aviso.
Personalmente pienso seguir ofreciendo mi colaboración a todas las personas que, a mi juicio, puedan necesitarlo. Creo que es mas constructivo que pasar de todo el mundo, por pensar que se le puede ofender.
Que me perdone el que se sienta ofendido, yo, que no tengo ni idea de hablar inglés, quedo muy agradecido a quienes me ofrecen ayuda.

Afrontando la lesión medular dijo...

Es verdad, Betty, a los negros se los llama "negritos" y a los chinos "chinitos" ¿habría que llamar entonces a los parapléjicos "paraplegitos"?.

Entiendo que Felipe "normalice" la situación en el sentido de echar una mano pero no me atrevo a opinar en el caso del paciente porque no se cómo reaccionaría yo si estuviera en su situación. El paciente no quiere que se le ceda el paso tampoco, quiere ser uno más a la cola del ascensor o de la pescadería de turno pues igualmente dijo que cómo veríamos que fuera a la pescadería y el pescadero le atendiera antes que a nadie por ir sentado en una silla de ruedas.

Afrontando la lesión medular dijo...

Esta claro que somos diversos en un mundo diverso. Gracias.

Afrontando la lesión medular dijo...

Ya casi te he respondido, felipe, con la respuesta a Betty Ya ves mi postura o mi no postura y la del paciente. Tal vez con el otro ejemplo de la pesacdería lo entiendas mejor. En realidad, lo que este paciente desea es pasar desapercibido aunque hay otros l.m. que se quejan de que son invisibles. Creo que es difícil encontrar el equilibrio.

¡Ah! es cierto que no hay nunca malintención por parte de quienes proporcionan la ayuda y a veces no sabemos si acertamos cuando que remos echar una mano o si nos pasmos de caritativos y compasivos.

Sonriman dijo...

Buenas noches sonrientes y con dentadura , inquieta, del fri o que hace, jo que ya no se ni teclear, tontería aparte. Es muy cierto, que hay veces que , a uno le intentan ayudar, y ese uno parece que no le agrada.Bajo mi caso, casi siempre te intentan ayudar, echar una mano, y si es cierto que si a uno le pilla en ese momento que te has puesto las pilas y quieres conseguirlo por tus propios medios, es fácil que el gesto que emites no es el más indicado, pero a veces sale, otras porque ye enfadas contigo y eres tan bruto te que le echas la culpa al primero que se acerca. Bueno somos todos diferentes, y en esa diferencia está como se piensa. En mi caso intento ir con una sonrisa, voy en silla, puedo yo , o me ayudan, estoy vivo , me siento y me hago sentir, una inmensa sonrisa aaaaaa, con gran sentimiento que espero sea sentida.

Anónimo dijo...

Fíjate que debo admitir que al principio de la lesión de mi amigo me atrevía a dale como dices "consejitos" a mi amigo.

Con el paso del tiempo entendí que eso no estaba bien, y no solo aprendí eso sino muchas cosas.

Creo que no estamos educados para afrontar un problema de este tipo y es triste que cuando estamos cerca de un lesionado, entonces entendemos la importancia de respetar señalamientos, no ocupar espacios que no nos corresponden, entre otras cosas.

Pero creo que lo que mas nos cuesta trabajo, es ver que la persona, sigue siendo ella, ella puede tomar decisiones y ser dueño de su propia vida, el hecho de que necesite de nuestra ayuda, no significa que tenemos su vida en nuestras manos.

Aprecio mucho a mi amigo, lo respeto, aunque muchas veces no este de acuerdo con sus decisiones y eso me enriquece y hace que estemos unidos.

Adry

Afrontando la lesión medular dijo...

No hay mucha diferencia con el resto de los humanos. Todos podemos ser o estar más susceptibles según los días, como bien dices, Manuel. También todos podemos tener inseguridades o complejos o sentirnos rechazados o incluídos.
En cualquier caso, entiendo que es un proceso al que hay que darle tiempo y comprensión por ambas partes.

Afrontando la lesión medular dijo...

Muy buenas reflexiones y observaciones, Adry. El respeto por encima de todo, di que si.

Elena dijo...

Hola Betty: curiosamente yo también conozco a los hermanos Gori Jones, aunque hace años que no nos vemos, las redes sociales nos han vuelto a reencontrar. Que razón tienes con lo que dices, los diferentes son ellos, sus palabras y acciones son el fruto de la ignorancia.