SEPTIEMBRE
Noveno mes de días con lluvia,
con sol y frescura, con mañanas
limpias y puras...
Mes de caminos nuevos y comienzos,
para adelantarnos al tiempo, para
llevarle ventaja y continuar en la
vida, día a día, mes a mes, pero ahora
en el que empieza, en septiembre,
el mes patrio en mi país, el mes de
mi cumpleaños, mi mes de mañanas
hermosas y templadas...mes de rosas
blancas y de alboradas...disfrutarte
será mi meta adorada.
Me subyugas y te siento presente,
las tardes grises y heladas ya se
sienten algunas veces...
Septiembre, tus mañanas y tus tardes,
con recuerdos inolvidables, con amores
lejanos y con verdades afables...
las noches fragantes de amores
y paisajes ejemplares de luna
misteriosa y estrellas luminosas,
envueltas de flores.
Bendito mes de mi vida,
con ayeres y dolores,
con calores y con flores,
amistades y amores...
septiembre, mi eterno mes
por siempre...infinito
de sabores, de gloria y
de colores, de recuerdos
y de sinsabores.
Septiembre, de los meses,
para mi, eres de los mejores
TARDE GRIS
Blanca N. García González
El pasado Agosto me llamó la atención un comentario que oí en la radio a un oyente cuyas reflexiones, me hicieron reflexionar. Paciente y resignado oyente que a sus cuarenta y siete años no había disfrutado nunca de unas vacaciones, le resultaba paradójico que quiénes podían permitirse disfrutar de unas vacaciones se quejaran al regreso de
"estrés postvacacional".
La verdad es que si lo analizamos, por más que nos expliquen en términos de análisis social esta respuesta, a mí me da verdadera vergüenza hablar de ello cuando regreso de pegarme unas soberbias vacaciones de un mes en la playa. Si a ello le añado que cualquiera de los pacientes ingresados en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo me cambiarían el puesto, no se me ocurre "rechistar" ni mencionar el tan cacareado "estrés postvacacional" sino en aterrizar en el Hospital con una mejor sonrisa y disponibilidad.
Si a ello le sumamos el así llamado
"Síndrome del lunes": "Los psicólogos que hay un síndrome específico para el lunes. Tras el relax del fin de semana todos los sentidos sufren una especie de letargo, un rechazo a empezar la semana de trabajo" (*) estoy perdida pues empiezo a trabajar el lunes día 2 de Septiembre en jornada doble (mañana y tarde) después de un mes de asueto. Parece que irremediablemente sufriré estrés y síndrome.
Ello me ha llevado a reflexionar sobre lo habitual que es quejarnos por todo y de todos. Es más frecuente oir hablar de lo malo que de lo bueno, de los defectos que de las virtudes, protestar que agradecer. Así nos va. No nos damos cuenta que esta política al primero que perjudica es a quien la pregona y si son los niños los discípulos ya ni os cuento el poso que esto debe de dejar.