Siempre he hecho referencia en el blog al modo en cómo afronta la especie humana la lesión medular.
Esta semana me pasó una de las seguidoras del blog, Betty, este video de Perú sobre un pececillo parapléjico al que su dueño le diseñó una especie de silla-arnés para que pudiera seguir dosfrutando en el agua con sus compañeros, algo muy enternecedor. Creo que es una historia bonita que merece la pena ver y nos hace reflexionar tanto sobre la sensibilidad del ser humano como sobre el sufrimiento de otras especies animales. http://www.noticiasenperu.com/video-hombre-crea-silla-de-ruedas-para-su-pez-discapacitado/ .
Ya puestos, me puse a buscar en internet otros dispositivos para perros parapléjicos que había visto alguna vez en video. dejo aquí unos cuantos http://www.youtube.com/watch?v=hQ165TMqx68 http://www.youtube.com/watch?v=McMA9dt9EvI
http://www.youtube.com/watch?v=z9W7_gZZoCg
Me consta que se han sacrificado algunas especies animales por estas causas para evitarles sufrimientos y algún paciente, recientemente, que no acaba de asumiir su situación hizo la misma comparación aunque esto es la primera vez que lo había oído expresar.
Si alguien tiene más información en este campo, estaría bien poder compartirlas.
ResponderEliminarDemostramos a veces mas sensibilidad por el sufrimiento animal que por el humano. No pretendo decir con esto, que sea excesiva, sino que a veces nos mostramos insensibles ante los problemas ajenos. Estoy convencida de que es por la naturaleza “cobarde y perezosa” del ser humano. Pensar en la muerte, suele producir angustia, así que mejor no pensarlo y que nos sorprenda cuando llegue. Mirar y “ver” a alguien sobre la silla, nos obliga a enfrentarnos con la posibilidad de que el destino pueda sentarnos a nosotros en ella. ¡Mejor mirar para otro lado!
Primero perdón Mª Ángeles por la extensión y por la intromisión. Dejo otra historia entrañable:
ResponderEliminarHace poco mas de un año, pasaba frente a mi casa, un chico con un perro sobre un dispositivo similar. Mi hijo mayor, gran amante de los animales, enseguida se puso a hablar con el dueño. El perro tenía una enfermedad degenerativa. Le habían aconsejado sacrificarle, pero también le aseguraron que no sufría, tenía controlado el tema de los dolores. La enfermedad debía estar en estado avanzado, pues le costaba bastante impulsarse con sus patas delanteras. El chico sacaba a pasear como de costumbre al perro. Paciente, le dejaba caminar hasta que se cansaba, apenas sin avanzar, y jugaba con él un rato. Después le soltaba del dispositivo, se lo colgaba al hombro y regresaba a casa con el perro ( un pastor alemán) en brazos.
Respecto al primer comentario, es verdad que hay personas que se conmueven más con la especie animal que con la humana. Tal vez, esa haya sido la razón de hacer una Entrada sobre el tema además de que me hicieras llegar la historia del pececillo. La mayoría de los comentarios en el blog de donde parte esa noticia son conmovedores y de gran sansibilidad y felicitan al dueño del pez por "salvarle" pero hay alguno que lo insulta, incluso, llamándole ¡imbécil!. Quizá sean de los que como tú dices, no estén a favor de quien se enternece con los animales y miran a otro lado cuando se trata de la especie humana.
ResponderEliminarCreo que ya hablé en alguna ocasión de una vecina que rescató de la perrera precisamente a un perro muy cojo, supongo que de los que nadie hubiera adoptado. También conozco a una pareja (el l.m.) que adoptó a un niño en Ucrania con problemas y a un médico, que ya tenía familia numerosa, a una niña con parálisis cerebral.
Respecto al segundo comentario, he oído en boca de muchos l.m. que, previo a que la lesión les sobreviniera, antes que verse en una silla, preferirían morir. Ahora que se ven en ella, se "agarran", por fortuna, a la vida.