domingo, 30 de junio de 2013

Hoy quiero hablar de los miedos


"El día que yo nací, mi madre parió dos gemelos : Yo y mi miedo"
                                                      Tomas Hobbes

"A estas alturas de mi vida, he llegado a ser un experto en miedos. Los he vivido, los he estudiado, y he soñado con la valentía como otros sueñan con el poder, la riqueza o la salud. De todas las emociones que amargan el corazón humano -y son muchas- la gran familia de la angustia, la timidez, la inquietud, el terror, la vulnerabilidad, es la que más me ha preocupado, y la experiencia me dice que no es una rareza mía". (José Antonio Marina, ver en enlaces recomendados : "Anatomía del miedo : Tratado sobre la valentía", Edit. Seix Barral)).



El miedo, omnipresente siempre, agazapado, escondido en cada uno de los recodos que nos conforman. El miedo, que paraliza, coarta y nos impide ser libres, que nos hace irascibles y violentos. El miedo, utilizado por los poderosos, por las religiones y también por los padres, profesores y, más tarde, por los jefes... también por nosotros.


Vivimos y actuamos más por miedos que por decisiones razonables y objetivas. Pero si somos capaces de desenmascararlo y afrontarlo iremos mucho más ligeros de equipaje y podremos mirar a los ojos de esa bestia y hacer que se diluya como un azucarillo.(Extraído de la reseña del libro de J.A. Marina en http://sinopsislibros.blogspot.com.es/2011/10/libro-anatomia-del-miedo-jose-antonio.html

Dejo el enlace a este video que creo es de interés http://www.youtube.com/watch?v=MJ3BnMKk4E4

Y este otro de Emilio Duró http://www.youtube.com/watch?v=BidTPKziSTU


El miedo nos acompaña desde la cuna. ¿Quién no ha sentido o tenido miedo alguna vez en su vida?.

El miedo también acompaña al lesionado medular a partir del momento en que por una mala suerte del azar o del destino, se convierte en lesionado. El miedo, si cabe, acompaña aún más a la familia.

Según la vivencia o el contexto en el que se produce la lesión se hace antes o después presente. Algunos han experimentado un terrible miedo a morir, a no se rescatados o encontrados con vida, en suma, a no sobrevivir. Otros tiene miedo a no superar la primera fase y dejar de respirar. Estos miedos iniciales cobran más la forma de pánico que de miedo.

Al lesionado le sigue acompañando el miedo durante toda la rehabiltación y tras el alta :

- Miedo a no "destetarse" del respirador.
- Miedo a caerse con sensaciones de vértigo
- Miedo al dolor
- Miedo a la información del pronóstico de la lesión
- Miedo a no recuperarse de acuerdo a sus expectativas
- Miedo a la oscuridad en el silencio de la noche
- Miedo a no poder controlar su cuerpo (esfínteres, función sexual)
- Miedo a perder la pareja, si la hubiera
- Miedo a las primeras salidas
- Miedo a las miradas y al qué dirán
- Miedo al alta
- MIEDO AL MIEDO

Los familiares tienen sus propios miedos. Es muy habitual que el primer miedo que expresen sea el miedo a la reacción del lesionado ante la toma de conciencia de la lesión y sus consecuencias. También el miedo a ser informados de la lesión-pronóstico aparece en ellos mostrando actitudes huidizas y de retirada para evitar ser informados. En la Sesión del Grupo de Terapia Familiar del pasado viernes se contaban las experiencias relativas al modo en cómo los familiares asistentes recibieron la información, modo generalmente agresivo rayando en lo que un familiar calificaba de "sadismo" y "ensañamiento".

Asimismo, los familiares comparten con el lesionado algunos miedos como el de las primeras salidas y el del alta. En cambio, otros son propios :

- Miedo al futuro del lesionado (sucede cuando el hijo es el lesionado y saben que ellos "se irán" antes).
- Miedo a realizar algunas prácticas relacionadas con la lesión y cuidados (aspirar, sondar, movilizar)
- Miedo a hacerle daño

Pensé en este Post a raíz de que hace unos días me propusieran que buscara un candidato con necesidades especiales para un viaje de una semana a Dublín con todos los gastos pagados y viera la reacción de tres personas con las que contacté.

La primera persona, una chica joven, parapléjica y muy independiente para las AVD (Actividades de la Vida Diaria) y lesionada de unso 5 años de evolución. Su reacción fue la de mayor miedo e inseguridad hasta el punto de renunciar al viaje.

La segunda persona, invidente, También mujer, no lo dudó ni un momento.

La tercera persona, un varón recién dado de alta, tetrapléjico, con lesión de menos de un año de evolución, que tampoco lo dudó.

Esto me hizo reflexionar como el miedo no está ligado, al igual que el afrontamiento, con los niveles de lesión. Llama la atención que la persona más desenvuelta físicamente sea la más "miedosa" , insegura y dependiente, emocionalmente hablando.

Traigo este tema aquí para reflexionar y hacer frente a los miedos para que éstos no nos impidan disfrutar del momento y las oportunidades que la vida nos brinda.

Cierro con una frase de Einstein que me ha gustado mucho :

"Yo no pienso en el futuro porque llega enseguida"

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