Sesión de Terapia Familiar, 26 de Julio de 2013 |
Hoy despedíamos en la Sesión de Familiares a uno de sus integrantes, Felipe. Es "otro amigo que se va" ya que ha permanecido junto a nosotros durante todo el proceso de rehabilitación de su hija. El dice que no sólo ha recibido apoyo sino que el cree que también ha servido de aliento a cada nuevo integrante que se incorporaba. Conocedor de lo que supone la llegada a los nuevos por haberlo vivido en carne propia, considera que "arropar" es casi un deber para con los "familiares noveles". No tiene menos mérito su mujer, Pilar, que aunque en la sombra ha servido de soporte no sólo a su hija, la paciente, sino a su esposo. Pasar por este transformador proceso de rehabilitación es más llevadero si uno tiene alguien cercano que lo quiera, lo entienda y levante en los momentos bajos. Si dos suman sus fuerzas cuando uno está arriba y otro abajo y viceversa, se compensa mucho la "carga", la angustia, la soledad, la desesperación y la incertidumbre.
En la sesión de hoy se han intercambiado correos y fotos. Yo cuelgo aquí una de las dos que Felipe me ha enviado en la que sale él aunque siento que no sale Isidro, nuevo en este Grupo hoy, porque se prestó a hacer la foto.
El Grupo es pequeño pero muy acogedor y tenemos una potencial asistente que en unos meses nacerá a la que llamarán María. Estoy segura de que esta niña nacerá ya con un modo deiferente de acercarse a la diversidad.
Cuando un amigo se va
queda un espacio vacío
que no lo puede llenar
la llegada de otro amigo.
cuando un amigo se va
queda un tizón encendido
que no se puede apagar
ni con las aguas de un río.
Cuando un amigo se va
una estrella se ha perdido
la que ilumina el lugar
donde hay un niño dormido.
Cuando un amigo se va
se detienen los caminos
y se empieza a revelar
el duende manso del vino.
Cuando un amigo se va
queda un terreno baldío
que quiere el tiempo llenar
con las piedras del hastío.
Cuando un amigo se va
se queda un árbol caído
que ya no vuelve a brotar
porque el viento lo ha vencido.
Cuando un amigo se va
queda un espacio vacío
que no lo puede llenar
la llegada de otro amigo.
Alberto Cortez
http://www.youtube.com/watch?v=EBcaFpHJPZI
Me pasa "La Chica del Jardín" la foto en la que estamos todos al completo
No sé por qué al leer el post de hoy, lo primero que me ha venido a la cabeza es “Ahora toca salir al ruedo”. Se que el tema taurino es muy controvertido, pero, aquí donde hablamos de la vida con metáforas como construcciones, caminos, viajes, o puzzles, me ha parecido que el momento de la partida tiene que ser similar a eso. Al regreso del torero. La vuelta a la lidia sabiendo las secuelas de una mala cornada. La preparación de la partida como esos últimos instantes de recogimiento, el ajuste del traje con todo su ritual, besos, abrazos y los mejores deseos antes de que se abran las puertas. Después de mucho tiempo de preparación llega el gran día. Lo primero elegir un buen capote. Con su color rosa intenso y amarillo. Confort y luz. Salir al albero, donde fluyen los sentimientos, emoción y miedo, templanza y valor. A demostrar el arte. El torero espera que el morlaco sea bello, pero sobre todo noble, de los que se indultan por ayudar al torero a disfrutar, mientras demuestra lo que vale. Los padres viendo al hijo enfrentarse a la bestia desde la barrera. Sin poder ayudarle a sujetar el capote. Los creyentes, rezando. Los agnósticos cruzando los dedos, y ambos, con los músculos en tensión, sufriendo el desgaste de la quietud, cuando lo que desean es salir al ruedo a compartir la lidia. Pidiendo a su Dios o al destino, que termine la faena sano y salvo, feliz, sin más rasguños ni cornadas. Que el torero o la torera salga a hombros por la puerta grande.
ResponderEliminarFeliz lidia. Que el morlaco que espera en la plaza sea el más noble. Que la torera pueda triunfar y brillar por el éxito. Que Pilar y Felipe puedan disfrutarlo. Y como ellos, el resto de pacientes y familiares que regresan al ruedo.
Besos color capote.
Gracias.....................................................
ResponderEliminarFelicidades a Felipe por el alta de su hija y a seguir trabajando y mejorando en todos los aspectos, y también gracias y felicidades por este texto a Betty.
ResponderEliminarLo mío no son los toros, Betty, pero es cierto que el alta requiere armarse de valor.
ResponderEliminarVeo que Ramón te felicita por tu comentario. Yo creo que está bien elaborado.
En el caso que nos ocupa nos encontramos ante una "lesionada" y familia con buen "arsenal" para enfrentar la nueva etapa.
Gracias otra vez a vosotros por haber sido ejemplares en el proceso de rehabilitación.
ResponderEliminarEspero que sigamos disfrutando virtualmente de tu compañía y siguiendo la segunda fase del proceso.
Gracias, Ramón, en nombre de ellos.
ResponderEliminarBetty! ¡qué pasada! Yo tampoco se de toros, pero como buena tauro, la nobleza del toro es lo que más vale.
ResponderEliminarElena va a torear en las mejores plazas, estoy segura
Cuando pienso en nuestra marcha del hospital... se me encoge un poco el corazón, no por la nueva etapa, si no por todo lo que dejamos aquí...
Felipe, gracias de corazón por los buenos ratos que hemos pasado juntos, tu participación en la Terapia Familiar ha sido especial, al menos para mi, cuando fui por primera vez, supe que merecía la pena volver, siempre nos aportas cosas interesantes, eres GENIAL!!!
Se que sabréis coger al TORO por los cuernos, como lleváis haciendo todo este tiempo. Espero seguir sabiendo de ti, aunque sea de forma virtual (ya sabes, a ver quien comenta primero, jajajaja)
Besotes con sabor a Nerja
Ya poco me queda que añadir. Yo también estoy segura que les va a ir muy bien.
ResponderEliminarHola Felipe:
ResponderEliminarSonará un poco feo, pero yo no creo extrañarte tanto, porque seguiras en el Blog, se que te harás un espacio para nosotros, porque sin duda nos aportas mucho.
Así que desde México te mando un fuerte abrazo.
Y solo recuerda que la nueva etapa a iniciar seguro no será fácil, pero como dice la escuela del Hospital, poco a poco.
Adry
Seguro, Adry, que Felipe seguirá en el blog aportándonos y poniéndonos al día de los logros de Elena, su hija, y del día a día tras el alta.
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