Por parte del l.m. también las salidas tienen de "sonrisas y lágrimas". Desde el Hospital recomendamos las salidas para que lesionados y pacientes se vayan adaptando progresivamente a la nueva situación.condición pero los l.m. que requieren de la asistencia de otro para realizar sus actividades más básicas (las que llamamos A.V.D o actividades de la vida diaria) se ven más desamparados, si cabe, en casa en manos de sus familiares aún poco entrenados. Si a ésto le sumamos la inseguridad y miedo por ambas partes, al principio las salidas tiene más de "lágrimas" que de "sonrisas".
Es normal que al principio se albergue un cierto miedo y muchas familias y/o lesionados, se resistan a salir pero es cierto también que quien prueba repite y ya no suele quedarse los fines de semana en el Hospital. Para vencer el miedo hay que enfrentarse a él como esta pequeña que va a tirarse del trampolín por vez primera
Superado los miedos http://www.youtube.com/watch?v=Fvhuzl3YbWw se puede recuperar de nuevo un estado de felicidad y disfrutar de lo que la vida sigue ofreciendo, de esas pequeñas cosas de las que venimos hablando y que a veces nos pasan desapercibidas. Hay quien, además, disfruta, cuando la economía y los apoyos se lo permiten, de viajes y actividades jamás antes pensadas
Una joven paciente comentaba como la vida es adaptación en las diferentes etapas de la vida y no solo debido a la lesión. Cada nueva etapa del ciclo vital y de las crisis evolutivas implícitas, así como de las crisis accidentales requieren de un proceso de acomodación-adaptación hasta alcanzar el equilibrio
Cuelgo este enlace a propósito del título de esta Entrada
http://www.youtube.com/watch?v=hqkoaJgBRzg
Tanto las lágrimas como las sonrisas ocupan parte del tiempo del lesionado medular y de sus familiares. Las dos son normales.
ResponderEliminarLo que es peor es la ausencia de sonrisas y lágrimas.
El miedo es el gran enemigo de lesionados y familiares, el miedo de unos por los otros que es tan difícil de erradicar.
Espero que el tiempo consiga borrar ese miedo tan terrible que acompaña a la tragedia.
Dejo colgado en la Entrada este enlace en relación con tu comentario, Felipe, y la importancia de "perder el miedo"
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=Fvhuzl3YbWw
Es verdad...aun recuerdo cuando mi entonces novio, hoy marido, salio el primer fin de semana. No queria ir a casa xq le agobiaba pensar a las visitas, etc ( queria retrasar enfrentarse con su realidad) y decia q necesitaba q estuvieramos juntos. Asi que nos quedamos en un hotel y aun recuerdo el millon de dudas que me asaltaban en esos dias. Delante de el me envalentonaba y restaba importancia a todo, pero por dentro estaba muerta de miedo ante esa nueva situacion...
ResponderEliminarGracias por entrar al blog y compartir su experiencia-vivencias con tanta claridad-sinceridad.
ResponderEliminarGracias a tí!!! se llora mucho... cuando pasó me decía: "déjame, no estés conmigo por lástima"; pero yo jamás he sentido lástima o pena, si no impotencia, no tanto por la situación si no por la frustración que veía que no le dejaba ver más allá de sus narices; después del impacto inicial se empieza a ver todo de otra forma y poco a poco el negro se va convirtiendo en gris y te das cuenta de que no todo es mucho menos complicado de lo que parecía al principio! y ahora hay muchísimas risas, y aunque a veces cae alguna lagrimilla, se pasa rápido!
ResponderEliminar¡Ojalá y que todo el mundo lo enfocara así!. Es de admirar el buen afrontamiento de los lesionados y sus familiares aunque hay quien no lo afronta tan bien.
ResponderEliminarMe alegro que estéis dentro del Grupo de "Resilientes". ¡Enhorabuena! y gracias una vez más.
¡Que tengáis un buen 2014!