Jean Paul Sartre y Simone de Beauvoir |
Cuanto más me acerco al término de mi existencia, más
fácil me parece abarcar en su conjunto ese extraño objeto
que es una vida.
Simone de Bauvoir
Cuando digo sufrimiento"elegido" no quiero decir que ésta sea una elección consciente porque a veces no es fácil salir de una relación en la que se está atrapado. No siempre es fácil encontrar las estrategias o el momento adecuado para poner fin a ese sufrimiento fruto del masoquismo inconsciente.
Sobre el descubrimiento de su relación dice así : "Soy muy afortunada. De repente, ya no estoy sola. Hasta ahora, los hombres que me habían interesado eran de una especie diferente a la mía. Me era difícil comunicarme con ellos sin reservas. Sartre era el doble en quien reencontraba, llevadas a la incandescencia, todas mis manías. Con él podía, simplemente, compartirlo todo. Cuando lo conocí supe que nunca más saldría de mi vida”.
Hay otra mujer con una historia similar de la que ya hablé en su día que es Frida Kahlo. Ambas, Simone y Frida siendo dos personas muy inteligentes, ocuparon un papel secundario al lado de sus parejas que les hicieron sombra.
Si alguien quiere leer más de Simone, hoy Google da varias referencias pero yo he encontrado esta sobre el nacimiento de esta tortuosa relación que me ha gustado http://www.telegrafo.com.ec/cultura/carton-piedra/item/a-la-zaga-del-animal-imposible-sartre-y-beauvoir-un-amor-existencialista.html
Simone publicó, entre otros libros, "la mujer rota"
La mujer rota de Simone de Beauvoir:
La mujer rota es el título de un libro que reúne tres cuentos ('La mujer rota', 'La edad de la discreción' y 'Monólogo') con un hilo conductor común: la presencia en ellos como protagonista de tres mujeres víctimas de las relaciones con sus parejas, pero unas víctimas que no siempre son conscientes de su condición de tales o que se descubren como tales de un modo inesperado. El amor las conduce a una actitud abnegada que desemboca tarde o temprano en la insatisfacción y en el aislamiento. Estoy segura que todos conocemos, por desgracia, ya sea desde lo profesional o lo personal, alguna historia similar.
Simone escribe también sobre la muerte en "Una muerte muy dulce" que narra la relación con su madre durante su enfermedad y hasta su muerte. Asimismo, nos deja sus reflexiones sobre el envejecimiento y así, podemos leer su sentir al respecto :
“envejezco, el mundo cambia, mi relación con el otro varía; nada
me importa más que mostrar las transformaciones, las maduraciones, las
irreversibles degradaciones de los otros y de mí misma”
Este resumen me parece muy interesante http://www.redalyc.org/pdf/598/59820678001.pdf
Simone publicó, entre otros libros, "la mujer rota"
La mujer rota de Simone de Beauvoir:
La mujer rota es el título de un libro que reúne tres cuentos ('La mujer rota', 'La edad de la discreción' y 'Monólogo') con un hilo conductor común: la presencia en ellos como protagonista de tres mujeres víctimas de las relaciones con sus parejas, pero unas víctimas que no siempre son conscientes de su condición de tales o que se descubren como tales de un modo inesperado. El amor las conduce a una actitud abnegada que desemboca tarde o temprano en la insatisfacción y en el aislamiento. Estoy segura que todos conocemos, por desgracia, ya sea desde lo profesional o lo personal, alguna historia similar.
Simone escribe también sobre la muerte en "Una muerte muy dulce" que narra la relación con su madre durante su enfermedad y hasta su muerte. Asimismo, nos deja sus reflexiones sobre el envejecimiento y así, podemos leer su sentir al respecto :
“envejezco, el mundo cambia, mi relación con el otro varía; nada
me importa más que mostrar las transformaciones, las maduraciones, las
irreversibles degradaciones de los otros y de mí misma”
Este resumen me parece muy interesante http://www.redalyc.org/pdf/598/59820678001.pdf
Es curioso, porque es verdad que hay quien entra en un círculo vicioso del que no sabe salir, pero también hay otros muchos que parece que para vivir necesitan estar mal y que aprentemente no tienen nada grave.
ResponderEliminarDesde qué tuve el accidente me he cruzado con más de una persona que me pregunta lo típico. ¿Qué te ha pasado? Y sin dejarte terminar te empieza a contar odas sus desgracias. O si no gente que parece que se siente en segundo lugar porque necesariamente tiene que estar peor que tu y a tu lado se siente menos protagonista. Esto último me pasa con una amiga que siempre ha sido la típica niña que en el momento en el que uno habla de que se ha torcido un dedo ella te dice que lo esta pasando fatal porque se ha torcido el brazo entero y tiene que terminar dramatizando su situación.
Son posturas o formas de ver la vida que me dan muchísima pena porque todos antes o después vivimos momentos duros, pero quien necesita continuamente vivir sufriendono conseguirá jamás ser un poco feliz con esas pequeñas cosas que también nos pasan de vez en cuando a todos nosotros y que merecen la pena saborear.
Antonio
Traerán "cola" tus comentarios, Antonioo, en el buen sentido o mejor dicho, traerán Entradas porque salen temas que tratar y asuntos para reflexionar.
ResponderEliminarUna vez oí decir, no recuerdo a quien, que el que juega mucho a los juegos de azar es un loco y el que no juega nunca un tonto. Igual creo que ocurre con las posturas ante la vida: el hedonista es, para mi, un insensato y el pesimista un desgraciado. Creo que hay que saber reír, en su momento, y saber llorar cuando la pena nos aflige.
ResponderEliminarTambién creo que, para uno mismo, es preferible ver la botella medio llena.
Un abrazo desde Gandía de un viajero de mundo senior.
Hay un dicho, Antonio,"quejarse de vicio". Es verdad que algunas personas no saben qué inventar para tener de qué quejarse y que hasta que uno no pasa por una experiencia como la tuya, no sabe hasta qué niveles de estrés se somete el l.m. y su familia especialmente en los primeros meses cuando no se ve la salida y el mundo se os cae encima.
ResponderEliminarTengo muchas anécdotas de lesionados en este sentido de las que algún día podemos hablar.
Es verdad que no suele haber situaciones intermedias de modo que nos encontramos con aquellas personas que no saben qué decir ante un lesionado y no se atreven a quejarse de nada por pudor a aquellos que intenta hablar de sus problemas para equiparse a vosotros.
La verdad, Felipe, que vivimos en un mundo que tiende al hedonismo a a pesar de la crisis en la que estamos inmersos.
ResponderEliminarNo se cómo gente que no tiene razones para quejarse se atreve a hacerlo y más ante quienes padecen enfermedades o problemas económicos serios, ene otros.
Guardo muy buenos recuerdos de Gandía. Os merecéis disfrutarlo. Ya sabes, vive cada segundo como si fuera el último. Tú, mejor que nadie, sabe que "la vida te puede cambiar en un segundo".
No perdáis las buenas costumbres Pilar y tú : Seguir escribiendo vuestros diarios de viaje y hacer fotos para el recuerdo.