Francisco Guzmán |
Ates de su carta quiero dejar una semblanza suya y algunos enlaces (artículo y entrevista).
Francisco
Guzmán Castillo (Madrid, 1976) se licenció en Física por la Universidad
Complutense de Madrid y en Humanidades por la Universidad Carlos III
de Madrid. En el año 2006, inició sus estudios de Máster en Humanidades en ésta
última universidad, los cuales concluyó dos años más tarde con el trabajo de
investigación titulado Agencia y funcionalidad. Sobre mundos prácticos para
cuerpos/personas diversos. Preocupado por las categorías semánticas que
desvalorizan y hacen invisibles a las personas llamadas discapacitadas, sus
trabajos giran en torno al respeto, la tolerancia y la igualdad de oportunidades
hacia las personas con diversidad funcional, concepto que permite
entender las distintas formas que existen y pueden existir de estar en el mundo
(1).
Fue miembro activo del Foro de Vida Independiente (FVI), comunidad virtual que
promueve la participación, la reflexión y debate sobre la ontología, los
derechos y las oportunidades de los diversos funcionales. También participó en el Programa de Apoyo a la Vida Independiente de Madrid, a través
de la Oficina de Vida Independiente (OVI), organización que facilita que las
personas con diversidad funcional accedan a su independencia por medio de asistentes personales, personas que se convierten en las manos, los pies, los
ojos de los diversos funcionales fuera del marco de dependencia que anula sus
centros de acción, elección y decisión.
Enlaces http://www.minusval2000.com/literatura/articulos/binomio_discapacidad-enfermedad.html y a http://www.revistaafuera.com/articulo.php?id=250&nro=12
Esta es la carta póstuma que dejó que vino en llamar "Panegírico"
"He visto y he hecho cosas que jamás imaginaríais, lo supe por vuestro asombro
cada vez que os las contaba.
He visto las nubes pasar como algodones bajo mis pies sobre el valle del río Deva, en Cantabria.
He bajado sin frenos en la silla, a tumba abierta, como los ciclistas, un viejo puerto en la sierra de Madrid, con la única convicción de que yo y quien empujaba y derrapaba en las curvas, éramos capaces de hacerlo. Teníamos 12 años.
En un sábado estival del 94 descubrí cruzando el Puente de Londres que se hablaba más español que inglés. Y he divisado una gaviota cruzar Times Square y perderse entre los edificios de Manhattan, como un sueño desesperado en busca de un puerto.
He amado mucho, hasta querer morirme, fijaos que disparate… y no tengo noticia de haber sido correspondido, tan solo indicios, destellos confusos, y algún que otro chasco. Finalmente el acontecimiento no tuvo lugar… queda pendiente para la próxima vida.
Sin embargo, he practicado relaciones sexuales plenas, más de lo que la mayoría probablemente habría imaginado, y mucho, mucho menos de lo que me hubiera gustado en la vida. No lo comentaba casi nunca para evitar desaprobaciones inútiles e innecesarias. Pero en esta lista de cosas por las que mi vida ha merecido la pena el sexo no podía faltar.
Me he asomado a los misterios del Cosmos. Aprendí que el Universo es muy grande y las posibilidades infinitas, así que no desesperéis. Pero decidir es hacer camino, y nunca se puede retroceder, aunque lo parezca, podemos volver a un mismo tiempo y lugar, pero siempre pagaremos un precio y nunca seremos los mismos. Eso se llama entropía.
He recorrido los otoñales bosques de la cultura de papel, la Historia, la Literatura y la Filosofía, y descubierto con regocijo que no todo está dicho. Me serví de muchos libros, aunque creo que pasé por más erudito de lo que en realidad era. La mayor parte de mi cultura provenía del cine y la televisión y de una impulsiva curiosidad por todo. Ningún libro o película me pudo dar más que algunos buenos indicios sobre quién era y por qué estaba aquí.
Practiqué la política desde el activismo y desde mi vida cotidiana, que es desde donde mejor se puede hacer sin necesidad de adherirse al poder y al dinero, para poner un granito de arena a eso de cambiar el mundo. Por si hay alguno de los presentes aún no se ha enterado: esto es la despedida de un diverso funcional. Tuve la gran fortuna de vivir como lo hice precisamente porque me permitieron aceptarme y vivir tal cual era.
Podéis felicitar a mis padres si os place, sin duda se lo merecen, sin embargo no olvidéis que no debieran haber sido los únicos soportes durante la mayor parte de mi vida. Las administraciones públicas deben garantizar la no discriminación, la igualdad y la libertad de todos poniendo a disposición los necesarios recursos, incluida la asistencia personal. Me voy con el buen gusto de haber experimentado la auténtica independencia.
Comencé varias veces a escribir mi propia autobiografía, ficcionada naturalmente, pero siempre había algo urgente que hacer y me distraía… lamento que demasiadas veces lo urgente demoró lo importante, y al final el libro quedó sin escribir, y otras muchas cosas quedaron sin hacer.
Lamento al fin dejaros, ahora que empezaba a dejar de tener miedo. Que me desembarazaba de cautelas y obligaciones. Que me permitía, a veces, presentarme ante quien fuera tal cual soy, sin ostentosas demostraciones de paciencia o resistencia, y sin preocuparme demasiado por el futuro. Di pocos pasos por ese camino, me habría gustado saber adónde me habría conducido, seguramente a un lugar bonito y tranquilo de mi conciencia, un lugar que todos deberíamos tener y compartir.
A todos aquellos y aquellas que entendieron mis necesidades y me ayudaron para hacer todo lo anterior posible, tenéis toda mi gratitud. Y a todos con los que compartisteis cualquier cosa conmigo, aunque fuese un desencuentro, se os agradece la oportunidad.
Desde vuestro recuerdo, os quiero".
He visto las nubes pasar como algodones bajo mis pies sobre el valle del río Deva, en Cantabria.
He bajado sin frenos en la silla, a tumba abierta, como los ciclistas, un viejo puerto en la sierra de Madrid, con la única convicción de que yo y quien empujaba y derrapaba en las curvas, éramos capaces de hacerlo. Teníamos 12 años.
En un sábado estival del 94 descubrí cruzando el Puente de Londres que se hablaba más español que inglés. Y he divisado una gaviota cruzar Times Square y perderse entre los edificios de Manhattan, como un sueño desesperado en busca de un puerto.
He amado mucho, hasta querer morirme, fijaos que disparate… y no tengo noticia de haber sido correspondido, tan solo indicios, destellos confusos, y algún que otro chasco. Finalmente el acontecimiento no tuvo lugar… queda pendiente para la próxima vida.
Sin embargo, he practicado relaciones sexuales plenas, más de lo que la mayoría probablemente habría imaginado, y mucho, mucho menos de lo que me hubiera gustado en la vida. No lo comentaba casi nunca para evitar desaprobaciones inútiles e innecesarias. Pero en esta lista de cosas por las que mi vida ha merecido la pena el sexo no podía faltar.
Me he asomado a los misterios del Cosmos. Aprendí que el Universo es muy grande y las posibilidades infinitas, así que no desesperéis. Pero decidir es hacer camino, y nunca se puede retroceder, aunque lo parezca, podemos volver a un mismo tiempo y lugar, pero siempre pagaremos un precio y nunca seremos los mismos. Eso se llama entropía.
He recorrido los otoñales bosques de la cultura de papel, la Historia, la Literatura y la Filosofía, y descubierto con regocijo que no todo está dicho. Me serví de muchos libros, aunque creo que pasé por más erudito de lo que en realidad era. La mayor parte de mi cultura provenía del cine y la televisión y de una impulsiva curiosidad por todo. Ningún libro o película me pudo dar más que algunos buenos indicios sobre quién era y por qué estaba aquí.
Practiqué la política desde el activismo y desde mi vida cotidiana, que es desde donde mejor se puede hacer sin necesidad de adherirse al poder y al dinero, para poner un granito de arena a eso de cambiar el mundo. Por si hay alguno de los presentes aún no se ha enterado: esto es la despedida de un diverso funcional. Tuve la gran fortuna de vivir como lo hice precisamente porque me permitieron aceptarme y vivir tal cual era.
Podéis felicitar a mis padres si os place, sin duda se lo merecen, sin embargo no olvidéis que no debieran haber sido los únicos soportes durante la mayor parte de mi vida. Las administraciones públicas deben garantizar la no discriminación, la igualdad y la libertad de todos poniendo a disposición los necesarios recursos, incluida la asistencia personal. Me voy con el buen gusto de haber experimentado la auténtica independencia.
Comencé varias veces a escribir mi propia autobiografía, ficcionada naturalmente, pero siempre había algo urgente que hacer y me distraía… lamento que demasiadas veces lo urgente demoró lo importante, y al final el libro quedó sin escribir, y otras muchas cosas quedaron sin hacer.
Lamento al fin dejaros, ahora que empezaba a dejar de tener miedo. Que me desembarazaba de cautelas y obligaciones. Que me permitía, a veces, presentarme ante quien fuera tal cual soy, sin ostentosas demostraciones de paciencia o resistencia, y sin preocuparme demasiado por el futuro. Di pocos pasos por ese camino, me habría gustado saber adónde me habría conducido, seguramente a un lugar bonito y tranquilo de mi conciencia, un lugar que todos deberíamos tener y compartir.
A todos aquellos y aquellas que entendieron mis necesidades y me ayudaron para hacer todo lo anterior posible, tenéis toda mi gratitud. Y a todos con los que compartisteis cualquier cosa conmigo, aunque fuese un desencuentro, se os agradece la oportunidad.
Desde vuestro recuerdo, os quiero".
Paco Guzmán
Una declaración que no debería dejar a nadie indifernete. No tiene desperdicio. Me parece realmente trágica la siguiente declaración:
ResponderEliminar«He amado mucho, hasta querer morirme, fijaos que disparate… y no tengo noticia de haber sido correspondido, tan solo indicios, destellos confusos, y algún que otro chasco. Finalmente el acontecimiento no tuvo lugar… queda pendiente para la próxima vida»
Nadie debería dejar algo así para otra vida. Entiendo que se refiere al amor de pareja. No hay que renunciar a ello, puede que la vida no siempre conceda una relación de pareja, pero eso no es intrinseco a la lesión. Hay muchas personas que permanecen solas y no siempre es por decisión propia. Tampoco debe arruinar la vida este hecho, es como el deseo de tener hijos, no siempre se logra. Hay que moverse por este mundo, yo creo que todos tenemos otra naranja pululando por el mundo, y digo otra y no media, porque ese término no me gusta. Cada persona es un ser único e irremplazable, que se relaciona, pero no se anula, o no debiera, ni en el todo ni en parte.
Millones de besos y mis deseos de que nadie, nunca más, pueda hacer una declaración de ese tipo.
La carta es realmente un panegírico, con la particularidad de estar escrito en primera persona.
ResponderEliminarNo se sí habrá muchas personas que puedan hacer un resumen tan vivo de su propia vida. Parece que, en general y salvo el no haber tenido correspondencia en su deseo de amar, ha vivido con mucha intensidad y de sentía orgulloso de como lo había hecho. Eso no es poco. ¡Ojalá todos pudiésemos estar tan satisfechos al final de nuestros días!.
El texto de la carta me ha conmovido profundamente.
Es verdad, betty, que algunas personas o bien nacen o bien por una situación "desdichada?" están abocados a no tener pareja. Digo desdichada porque creo que este hombre seguro que era capaz de dar más que cualquiera de nosotros y su situación "diversa y apariencia física" lo privó de ese amor que tanto anhelaba. En la película "Las Sesiones", el protagonista, Mark O`Brien, describe muy bien como se enamora de alguna de sus cuidadoras y éstas "se dan a la fuga".
ResponderEliminarOjalá, como bien dices, no tuviéramos que volver a leer testimonios en ese sentido. No debe dejarnos indiferentes, no.
A mí me ha conmovido como a ti, Felipe. No es para menos y es por eso que la he querido compartir y veo que ga sido respondida rápidamente.
ResponderEliminarEstoy contigo en que vivió muy intensamente la vida y se fue satisfecho, algo que no sucede a todo el mundo. No siento su pérdida tanto como siento la de aquel que la desperdicia la vida teniendo todas las cartas para disfrutarla.
¿Y de qué nos quejamos todavía? Si alguien como Paco vivió y vió cosas extraodinarias, ¿a qué esperamos nosotros? Dejemos los lamentos, las preguntas, las quejas, los reproches, las maldiciones,... y lancémonos al mundo abiertos a la sorpresa y a experimentar con el corazón. Somos diversos, somos fuertes, somos supervivientes. Compartamos con el mundo esa fuerza que nos hace seguir adelante cada día.
ResponderEliminarDEP,Paco.
Pues eso digo yo también, de qué nos quejamos. Voy a incluir, una vez más,en esta Enrada un enlace de la canción que tanto me gusta y que encaja muy bieb aquí : "Brindo por tí" Brindemos por la vida. Gracias por comentar.
ResponderEliminarPreciosa carta y preciosa vida
ResponderEliminarLlena de amor, todo un ejemplo. Me quito el sombreo ante Paco. Gracias, Mamen, por tu comentario.
ResponderEliminarTe deseo tanto amor en tu nueva vida!
ResponderEliminarEstá claro que Paco tenía una mochila cargada de mucho amor.
ResponderEliminarPaco sin duda, sabia que lo era importante en la vida, no desperdicio su tiempo, se enfoco y trabajo por lograr sus sueños.
ResponderEliminarCreo que todos deberíamos seguir su ejemplo.
Un abrazo
Adry
Si, es verdad, que es un ejemplo del que aprender.
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