sábado, 8 de marzo de 2014
Ángeles de la guarda
El pasado año ya hablé en el blog del especial que la Revista Infomedula dedicó en Junio al Trato al Paciente (ver "El trato, la primera medicina").Asimismo, he dedicado en el blog algunas Entradas a los "ángeles" desde perspectivas diversas (ángeles familiares y ángeles profesionales : Ver : "Ángeles sin alas" y "El ángel Marín") pero nunca había hecho referencia a esos "ángeles guardianes en la noche", responsables del descanso de nuestros pacientes, estos que he definido como "Ángeles de la guarda". Me estoy refiriendo a los Celadores que hacen la ronda hospitalaria por la noche para cambiar de postura al lesionado que no es capaz de girarse solo.
En esta Entrada haré alusión solo al papel que desempeñan como "guardianes del descanso" ya que últimamente oigo quejarse a muchos lesionados de la actitud de estos ángeles que más que velar por su descanso y sueño suelen irrumpir de manera brusca en la habitación. En palabras textuales de muchos lesionados : "entran hablando a voces y dando todas las luces interrumpiendo el sueño".
Sabemos que esta actitud tiene que ver con la persona y que no todos los "profesionales" son igual de profesionales ni tienen la misma empatía, ni tratan igual al paciente.
No se si estos "ángeles" se han parado a pensar lo importante que es su trabajo y el papel que juegan en la rehabilitación psicológica del lesionado y lo que influyen en el proceso de adaptación del paciente a la hospitalización y la lesión
Soy consciente que las generalizaciones no son buenas y que no se puede meter en un mismo saco a un colectivo. Estoy segura que los seguidores que lean esta Entrada tendrán posturas y posicionamientos diferentes así como sus familiares y que entre estos profesionales hay verdaderos ángeles. Si lo traigo aquí es porque, como dice el refrán popular : "Cuando el río suena, agua lleva" y eso es lo que me preocupa, que últimamente suena mucho.
En mi estancia en Toledo, durante el tratamiento de la mielitis de mi hija, pude comprobar la existencia de esos ángeles guardianes, pero también tuve noticias de la existencia de ángeles caídos ( verdaderos demonios ) con un comportamiento indigno no ya de un profesional sino simplemente de un ser humano. Pero de erradicar esos comportamientos debería ocuparse la Dirección del Hospital.
ResponderEliminarA los otros, los verdaderos ángeles guardianes, sólo cabe agradecerles su actividad y reconocer, como ejemplar, su comportamiento.
El problema, Felipe, sigue siendo que ángeles guardianes y ángeles caídos, cobran lo mismo.
ResponderEliminarInsisto en que es conveniente cumplimentar la Encuesta de posthospitalización que se envía al domicilio donde se reflejen todos aspectos para poder introducir cambios y mejorar en lo sucesivo.
Ojalá y con el tiempo todos sean ángeles de la guarda.
Me quedo siempre con lo positivo. Lo negativo lo olvido. Gracias Julio, Toni, Carlos, Juan Carlos, Santos,... por todo lo que hicísteis por mí, por nosotros. Estaré siempre en deuda con vosotros. Mi abrazo de dentro de dos semanas os lo dirá todo.
ResponderEliminarCreo recordar la expresión que empleó Teresa, una expaciente mayor : "Sus nombres, con el tiempo, no los recordaré, pero sus rostros los llevaré siempre en mi corazón".
ResponderEliminarTú, Macgo, tienes la fortuna de no olvidar ni sus nombres. Tu abrazo en la revisión, será la mejor muestra de gratitud que les puedas ragalar, la que les estimulará a seguir siendo "ángeles de la guarda".