Alas de mariposa

Mariposa. Foto. Carlos Monroy

Y cuando llegue el día del último vïaje, 

y esté al partir la nave que nunca ha de tornar, 

me encontraréis a bordo ligero de equipaje, 

casi desnudo, como los hijos de la mar.

Antonio Machado

Ramón Lázaro era, como diría Antonio Machado, "en el buen sentido de la palabra, bueno".

El pasado día 10 recibí un correo de su hija Mª Carmen  comunicándome la triste noticia del fallecimiento de su padre. Según ella, se fue apagando poco a poco. se fue sin dar "guerra" ni hacer ruído, un estilo que le caracterizaba.

Lo he sentido por él, como no, y por su familia, pues cada cual puso todo su empeño en que las cosas fueran lo mejor posible. La familia había hecho una obra importante en la casa para que el se sintiera, a la llegada, lo más confortable posible. En ella tuvo que eliminar algunos obstáculos que eran cosas muy queridas para Ramón como el patio con su jardín y los árboles que tanto le gustaba pero no pudo ser, no tuvo la oportunidad de regresar a su casa.

Encabezo este Post con la foto de la mariposa que yo llevo en la solapa y que tanto le gustaba a Ramón. recuerdo que cuando bajó de UVI a su primera planta y me vio la mariposa en la solapa, me dijo en un tono muy gracioso y lleno de humor . "Ten cuidado no te vaya a picar". En la UVI apenas se había comunicado conmigo y me sorprendió su cercanía y buen humor a su bajada a planta. No fue difícil empatizar con él, se dejaba querer.

Ramón antes de su lesión disfrutaba echando horas en su huerta e invernadero y tardó tiempo en darse cuenta o. más bien, en intuir, tras la lesión, que ya no podría ocuparse de ello.Cuando fue consciente, lo fue aceptando

Estas son unas fotos de archivo de Agosto de 2008 de su invernadero y huerta junto a su hija que me han cedido para ilustrar mejor este "In Memoriam"

Siento que no pueda volver a disfrutar de los Sanfermines. este año, no se privó, aún estando ingresado, y lo celebró como pudo

Ramón no faltó nunca a la Terapia de Grupo a pesar de que le llevó un tiempo oir bien debido a varios factores, fundamentalmente unos tapones que se formaron en los oídos. Se integró muy bien y creo que le gustaba asistir. 

Mucho ánimo y fuerza para Mercedes, su esposa, y para Jesús y Mª Carmen, sus dos hijos.

No quiero finalizar sin dedicar unas palabras a ese pariente que cuidó del huerto de Ramón durante su hospitalización.