martes, 24 de febrero de 2015
Me llamo Alberto
Aunque muchos lesionados crean que no tiene importancia los nombres que se utilizan para designarlos, yo si considero que el modo en el que uno se dirija a ellos y las denominaciones quitan o ponen capacidades ya que los prefijos que preceden a muchos adjetivos, como in-válido o minus-válido resta en lugar de sumar y anula a la persona.
No se cuál es la razón de que una persona por el hecho de contraer una lesión medular o sufrir otro tipo de daño que lo deja parapléjico pierde sus atributos y queda "vaciado" de capacidades.
Hoy me comentaba un paciente que a un compañero suyo la mujer lo trata como a un niño. Seguro que al intención es buena pro le hace poco favor al lesionado que se ve aún más pequeño y "discapaz"?.
Es importante creer en las capacidades y potencialidades de las personas con diversidad funcional porque si no las personas afectadas, en nuestro caso por una lesión medular, se dan cuenta cuando les "queremos vender" la moto y cuando creemos firmemente en que PUEDEN.
Nos queda aún mucho camino por recorrer y mucho que aprender.-
Buenas tardes, Sobre el tema de hoy yo opino que si la manera más común y vulgar que se oye al llamarte es: Perico de los palotes, por decir algo, a veces añaden el Don funalito y ya pasamos al oye tú o el chistido, partiendo de aquí, el como se debe llamar o denominar a una perdida de parte de una función, yo creo que lo importante es no urgar más en la herida , quien lo sufre bastante lo sabe. Ante todo tener humanidad , que es algo primordial. Bajo mi punto de vista la perfección no existe. Si existe el intentar realizar las cosas mejor. yo en mi caso sigo con empuje , empeño en conseguir algo más. Tratemonos con humildad, respetó y no dañar a los demás. Un minusvalido , válido para desear Buenas noches y un discapacitado capaz de poder sonreir , y SONREIR sin duda alguna. Os desea a todos, as buenas noches y un sonriente descanso.
ResponderEliminarTe agradezco tus matices sobre la validez y capacidad y sus contrarios. ¡ya lo creo que vales para hacernos llegar tus mejores deseos y contagiarnos tu capacidad de sonreir!. Gracias, Manuel.
ResponderEliminarLa imagen que encabeza la Entrada la encontré por casualidad buscando otras imágenes y me inspiró el Post.
A veces con nuestras actitudes hacemos que las personas se sientan mal, recuerdo que en el libro de Francisco Vañó cuenta la experiencia de cuando van a un restaurante y el mesero se dirige a su esposa preguntando que va a pedir de comer, ella de manera sabia le indica al mesero que ella no sabe que le pregunte a él.
ResponderEliminarEsto me pone a pensar que lejos de decir si son válidos o no, nuestras acciones demuestran realmente que pensamos de las personas.
A veces somos incongruentes, decimos una cosa pero hacemos otra.
Adry
¡Qué bien, Adry! de nuevo por aquí.
ResponderEliminarComo esta anécdota de Vañó tengo otras cuantas de algunos de mis pacientes que se han encontrado en situaciones similares. Muchos refieren que se sienten ignorados y anulados como personas y otros que son como invisibles, la gente, directamente, no los ve, no los tiene en cuenta.
¡Bienvenida,espero que tu madre esté mejor!