sábado, 4 de julio de 2015
Sobre la vejez y sus bondades (II)
Ya dediqué otra Entrada al libro de Carmen Alborch "Los placeres de la edad" en el Post "La vejez y sus bondades" (I) http://afrontandolesionmedular.blogspot.com.es/2014/09/sobre-la-vejez-y-sus-bondades.html. Se ve que me voy haciendo vieja y me intereso por estos temas. Las últimas Entradas :
- Cuidarse para cuidar
- Taller de Simulación Clínica en cuidadores
me han dado pie a seguir trabajando sobre el tema de esta etapa del final de la vida en la que los cuidados son necesarios a partir de una determinada edad. En el caso que nos ocupa, de la lesión medular, los cuidados para algunos l.m. se adelantan debido a las secuelas impuestas por la lesión
La edad cronológica, que viene marcada por la fecha de nacimiento; la biológica, por el estado de salud y el aspecto externo y la emocional, marcada por la actitud vital, o la edad real, atribuída y sentida, parte de de la propia realidad subjetiva tanto de mujeres como de hombres. Se configura a partir de cualidades personales y de carácter que manifiestan grados de autoestima, salud, capacidad para adaptarse a los cambios, habilidades sociales, así como aspectos relacionados con las característica del entorno social y afectivo.
Llama la atención que hay personas con limitaciones que se enfrentan de manera positiva a los cambios mientras que otras, en una situación mucho más favorable, no lo hacen.
Para conocer la edad sentida más que la edad cronológica, el punto de partida es la definición que la persona hace de sí misma, de lo que quiere, de aquello a lo que aspira, delas cosas que ha hecho y quiere sehguir haciendo, de aquellas que desconcoce y le gustaría conocer.
En el artículo, : "La tersura de la piel", Vicente Verdú http://elpais.com/diario/2004/04/02/sociedad/1080856807_850215.html nos recuerda que "mientras dos tercios de la humanidad buscan desesperadamente su supervivencia, unos quinientos millones luchan por salvar su piel". Nunca como en estos cuatro o cinco últimos años se vivió tan exacerbadamente la preocupación por el cutis, la piel, las arrugas, las rojeces, los angiomas, la acometida del tono mate".
Me resulta fuerte la expresión de Claudia Shiffer : "No dejes que tus expresiones se conviertan en arrugas".Esta señora va en contra de todo lo que algunos profesionales trabajamos y el beneficio que supone saber expresar lo que sentimos. Si hay que llorar, se llora, si toca reír, se ríe.
En cualquier caso, no hay duda de que existe un "doble patrón" respecto a la edad que denuncia a la mujer con una severidad particular. "Para la mujer, envejecer, no sólo es el destino sino que toda su definición como ser humano ha sido condicionada por su apariencia física, de modo que la edad se vuelve su parte vulnerable" (Susan Sontag).
La belleza sigue siendo facultativa para los hombres y estratégica para las mujeres, cuyas imperfecciones físicas les influyen más psicológicamente que a los hombres.
Carmen Valls explica que "el cuerpo de las mujeres, su imagen corporal, ha movilizado a finales del S.XX toda una industria- cosmética, peluquería, moda y, recientemente, cirugía estética- que ha crecido en los paises industrializados de un modo progresivo y que intenta a través de los medios de comunicación, crear una dependencia de las personas hacia la imagen corporal para aparentar vitalidad más que para estar vitales.
El cuerpo de las mujeres ha sufrido muchos procesos de cambio a lo largo de la historia y ha sido considerado de muy diversas formas. Siempre ha sido un cuerpo regido por normas que no han decidido las mujeres, sino la mirada y decisión del otro, que las normativiza, les dice cómo han de ser, cómo han de estar, cómo han de vestir...Frente a la manipulación del cuerpo de las mujeres, el de los hombres tampoco se escapa a las reglas del patriarcado, que requiere del varón un cuerpo para competir, un cuerpo símbolo del poder personal. Un cuerpo que esté lleno de autoconttrol, que no se libere ni exprese sentimientos".
Dicen que los leopardos tienen las mismas manchas cuando envejecen, pero más acentuadas. La preocupación por la belleza sigue los mismos derroteros.
ResponderEliminarBromas aparte,agradezco mucho el interés de las mujeres por permanecer bonitas.
Pues a mi me sigue chocando esas parejas, incluída la mía, en las que el hombre luce sus canas y las mujeres no dejemos que se asomen. Yo creo que es lo peor que llevo de la edad probablemente eso también lo heredé de mi madre y el mundo de la cosmética y laboratorios hacen el resto.
ResponderEliminarA mí me asusta mucho la vejez cuando pienso en mi pareja, en cómo le afectará la lesión, en cómo podrá valerse, en su autonomía. Ahora es joven y fuerte y aún así muchas veces después de un día fuera lo veo tan cansado, hace tantos esfuerzos por llevar una vida normal, todo para él es un esfuerzo, ducharse, vestirse, levantarse de la cama, me preocupa cómo evolucionará su estado dentro de 20 o 30 años.
ResponderEliminarCreo que no debemos adelantarnos y disfrutar sin temor al futuro. A veces esa vejez no llega. Es una experiencia que he vivido en mi entorno : gente preocupándose porque el marido se iba a jubilar y le iba a dar mucha lata en casa y de repente un día se muere. ¿Valió la pena tanta preocupación y temor?. ¡Cuanto hubiera dado esa persona porque estuviera vivo!
ResponderEliminarCreo que ha mejorado mucho la calidad de vida de los l.m. y su esperanza de vida. A todos nos cuestan las cosas según vamos envejeciendo, no sólo a los l.m. A lo mejor lo que hay que hacer es vivir de modo slow y no cargar demasiado la agenda ¿no cree?. Medir las fuerzas.
Comparado con nuestro ritmo anterior vivimos en modo slow, créeme. Pero somos jóvenes, nos sigue gustando salir hasta tarde, viajar, divertirnos un poco. Hoy hemos estado en la piscina, ha hecho muy bueno, pero ahora estamos ya en casa, no hemos seguido de cena como han hecho los demás amigos, eran ya muchas horas de silla y le dolía la espalda. No se trata de cargar la agenda, sólo de sentir que seguimos siendo parte del mundo y podemos ir a una fiesta en la piscina con nuestra pandilla, cuando he visto que estaba cansado he sido yo la que he propuesto volver a casa.
ResponderEliminarNo lo tome a mal, yo solo intento sugerir otras alternativas pero entiendo que sin estar en su lugar no puedo sentirlo del mismo modo por muy empática que sea.
ResponderEliminarCreo que ha hecho bien y vuestra gente y amigos sabrán entenderlo.
No lo tomo a mal, en absoluto. Si antes pasábamos el día en la piscina, después íbamos de cena y después de copas ahora se divide en tres, un día a la piscina, otro de cena, otro de copas... Seguimos pasándolo bien pero de una forma más adaptada a su estado, somos ambos conscientes de que necesita cuidarse un poco, pero intentamos no renunciar a hacer lo que nos gusta. Espero que nos queden muchos buenos años por delante.
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