No me rendiré
Fui una niña rubia, pequeñita, tan pequeñita que mis compañeras de colegio, para mi desesperación, me cogían en brazos como si fuese una muñeca.
Después empezaron realmente mis problemas: Problemas de crecimiento que logré superar; escoliosis y tratamientos tan terribles como inútiles; adolescencia con depresión; esfuerzo importante durante la carrera y comienzos de mi actividad profesional; ilusión; boda; creación de una familia; nacimiento de mis dos hijos; mielitis; UCI; Toledo; esperanza; gimnasio; secuelas; miedo; alta hospitalaria; decepción; ruptura; divorcio; custodia compartida de los niños; dolor neuropático; vuelta al trabajo; el incierto presente.
Hoy soy una mujer adulta, con dos niños pequeños, que no piensa rendirse en la búsqueda de la felicidad.
14 de Octubre de 2.015 Anónimo
No hay comentarios:
Publicar un comentario