Foto Carlos Monroy. En mi despacho con Félix J. M. , uno de mis pacientes |
Este escaparate lleno de luz, de plantas y de vida minimiza el estrés generado por la enfermedad. Los pacientes que asisten al despacho encamados o sentados así como sus familiares perciben el espacio en el que se los recibe de un modo más acogedor favoreciendo la expresión de emociones y sentimientos. Las mujeres mayores se sienten un poco como en casa y aprovechan para hablarme de sus plantas, balcones y terrazas.
Otros, dan un paso más y me piden un esqueje de alguna planta en particular que no conocían hasta ese momento. Me alegra saber que siempre me tendrán cerca cunado la planta crezca o florezca.
Durante el tiempo de hospitalización, familiares y vecinas se esmeran en seguir regando o cuidando de las plantas de las pacientes, unas con más amor que otras. En cualquier caso, las plantas, como los animales de compañía, acusarán la falta de esa mano que sabe acariciarlas y proporcionarles lo que realmente necesitan.
Contemplar la Hoya carnosa en la ventana de mi despacho es un verdadero placer
Pero las plantas no son un campo exclusivamente femenino. Cada vez son más los hombres que me hablan de ellas. Recientemente, sin ir más lejos, hablé en otra entrada de Miguel Ángel, un paciente que disfruta cuidando sus orquídeas.
Sobre el espacio en el trabajo ya hablé en varias entradas entre ellas
Me siento una privilegiada por disponer de este espacio para trabajar y por trabajar en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo. Estas fotos fueron también tomadas por Juan Carlos Monroy, nuestro fotógrafo.
Doy gracias a Félix J.M. por prestarse para las fotos y a J. Carlos J. Monroy por estar siempre disponible.
Que bonito es tu despacho y que alegre... Me trae muchos recuerdos !!! Es un oasis de paz!!!
ResponderEliminarTu has contribuído, Elena, a hacerlo bello con esa energía que te caracteriza y con esos pequeños detalles llenos de vida e ilusión que has ido dejando cada vez que nos visitas. Sigue ayudándome a no perder la motivación y la alegría.
ResponderEliminarEl silencio en los hospitales brilla por su ausencia.
ResponderEliminarEl carte que pide silencio en el Clínico dice así:
"Escúchame...
GUARDA SILENCIO
El ejercicio del SILENCIO es tan importante como practicar la palabra"
Me ha parecido precioso, lo he apuntado, pero creo que haré una foto...
En los días que hemos estado en UCI, la espera era, a veces, insoportablemente ruidosa. Uno no va allí por gusto, y de pronto una masa de gente hablando, riendo, gritando... No es agradable, cuando el enfermo esta en UCI se debería respetar más...
Dentro, en la sala, había una señora muy malita, a la que sus SEIS hijas "chillonas" entraban a ver por turnos cada día, la chillaban e incluso se atrevieron a llevar un ramo de flores y un gran peluche... Yo no entiendo a la gente que no sabe respetar el silencio para los demás pacientes (por suerte Manuel no oye y no le molestaban, pero el otro señor del otro lado no podía con el dolor de cabeza producido por esas mujeres...)
Sin darnos cuenta, hablamos sin parar y a gritos en cualquier situación. Creo que "el saber estar" debería ser obligatorio, más importante que aprender matemáticas, lengua, inglés...
Sin respeto, la convivencia es nula
Por cierto, el despacho está cada vez más chulo, aunque yo tengo más recuerdos del antiguo...
Besos mil
Me equivoqué de post...
ResponderEliminarDónde tendré la cabeza...
Cuando tenga ocasión haremos fotos del otro lado del despacho que tiene un rinconcito muy acogedor.
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