Cuento 15
Adatica Pacsid fue un caso claro cuando nació. Según su madre le escupió en la bata de la matrona Marie, ésta, llamó a la trabajadora social que de un solo berrido apareció en el quirófano. La diplomada la revisó de un plumazo y certificó el más que evidente diagnóstico sugerido por todos desde las ecografías de los dos, cuatro y seis meses de gestación y en un claro acometido de sus funciones, tiró de listín telefónico y llamó a la embajada pulsando el uno para un contacto directo con el embajador, que según escuchó la primera palabra de dicha conversación, le pidió a su secretario un formulario de deportación para la Isla vigente en el convenio universal del 2021 firmado para dichos casos.
Cuando no se cumplían 3 minutos de su nacimiento, Adatica Pacsid y sus padres eran apátridas en una pequeña isla ex colonial francesa entre Papúa Nueva Guinea y las Islas Salomón donde conviviría feliz con más personas como ella. Por suerte, en su caso, el protocolo de actuación fue rápido y eficaz y nunca tuvo que vivir la innecesaria inclusión.
Elena Prous Madrid, 3 de Noviembre 2016
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