En el último número de la Revista Infomédula (el nº 39) he colgado una colaboración sobre el Jardín del Hospital a la que podéis acceder desde la web
https://issuu.com/infomedula/docs/infom__dula_39
De todos modos, para quien prefiera acceder al documento desde el blog, cuelgo el borrador de texto que entregué a la Redacción de la Revista.
La presente colaboración no pretende ser una aproximación botánica del jardín del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, sino un enfoque centrado en el beneficio psicológico que aportan los jardines y en particular el jardín de dicho Hospital como un eslabón más en el marco del proceso rehabilitador.
Es indudable que mi afición por el mundo vegetal y por la naturaleza, enriquece, complementa y acompasa dicha colaboración.
El Jardín del que voy a hablar es un
Jardín muy especial por varias razones que paso a explicar. La
primera razón es por lo que a mi me ha representado personalmente
desde que transité por el antes de que comenzara mi andadura
profesional en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo en el
año 1989. La segunda razón es por lo que este jardín representa
para pacientes y familiares en el marco del proceso rehabilitador y
la tercera razón es porque es un espacio compartido por pacientes,
familiares y profesionales del que todos se benefician de uno u otro
modo.
Previo
a su ingreso en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo,
todos los pacientes han pasado por otros hospitales del territorio
nacional. Se podría decir que todos esos hospitales están ubicados
en entornos urbanos no verdes. De ahí, que a la mayoría de los
pacientes les sorprenda este pequeño pulmón verde en el Hospital y
sus inmediaciones (ribera del Río Tajo, embarcadero).
Sin
embargo, hay otros hospitales europeos que en sus recintos contemplan
un jardín diseñado con fines de rehabilitación siguiendo un modelo
que paso a detallar.
Antecedentes
de jardines en el entorno de hospitales de rehabilitación
El
jardín precursor por excelencia en el contexto de hospitales de
rehabilitación es el Horatio's Garden.
El
primer jardín se creó en 2011 en un Centro especializado para el
tratamiento de lesiones de la médula espinal, el “Duke of Cornwall
Spinal Treatment Centre" en Salisbury (Inglaterra). El Nombre que
recibe el jardín se debe a Horacio Chapell, hijo de una cirujana del
mismo Centro, que trabajaba como voluntario. Horacio consideró que
había un espacio desaprovechado en el Centro que bien podía
destinarse a crear un Jardín con fines terapéuticos. No pudo ver
realizado su sueño ya que murió a la edad de 17 años, a manos de
un oso polar durante una expedición a Noruega. Fue su madre, la que
a su muerte, se propuso cumplir su sueño. Fueron muchas las
donaciones recibidas y hoy este modelo de Jardín, que lleva su
nombre en honor a su memoria, se ha extendido por algunas ciudades
europeas.
Estos
Hospitales se han seguido construyendo después de manera altruista
en el entorno de Centros de Lesionados Medulares. Alguno de ellos se
mantienen con la ayuda de voluntarios (entre ellos uno de los
hermanos de Horacio). Los demás hospitales se han diseñado
siguiendo el modelo del primero. El recinto es accesible, como es
natural, y dispone de un pequeño invernadero.
En
este prototipo de jardín el invernadero es un lugar que juega una
labor muy importante en la rehabilitación no solo como lugar de ocio
y distracción sino también como un lugar de tratamiento
rehabilitador del miembro superior.
Paisaje
y rehabilitación
Sin
ir más lejos, el Jardín del Hospital Nacional de Parapléjicos de
Toledo, juega un relevante papel durante la rehabilitación y así lo
manifiestan pacientes y familiares año tras año. Son numerosas las
entradas que he dedicado en mi blog a este espacio tan especial y
debo decir que han sido las entradas más visitadas y comentadas.
No
he tenido la evidencia de que a nadie nuestro jardín no le haya
reportado beneficios psicológicos.
Este
espacio sin barreras "compartido" por pacientes y
familiares contribuye al descubrimiento de nuevos valores y
facilita la empatía, iguala y prepara el terreno para las salidas en
entornos sociales tras el alta hospitalaria.
En
todo el territorio nacional, un jardín de estas características, no
tiene precedentes.
Este
jardín y sus inmediaciones ha sido dibujado, pintado y fotografiado
desde sus comienzos tanto por niños como por adultos.
Ya
he mencionado los beneficios psicológicos del Jardín. Son muchos
los pacientes que, tras la lesión, describieron con gran sabiduría
y acierto el valor de lo verdaderamente importante. Entre esos
pequeños valores no cabe duda que se encuentran el cielo, el aire,
la brisa, los amaneceres y atardeceres y los árboles y arbustos y
las plantas del Jardín. Lo que en sus vidas antes pasaba
desapercibido ocupa ahora un lugar destacado que les aporta "paz
y serenidad mental".
Saber
ver, saber mirar y saber buscar
Cuando
me pidieron hacer esta colaboración, empecé a preguntar a mis
pacientes y a sus familiares acerca de las especies arbóreas y
plantas del jardín. Como me temía, la mayoría tiene un
desconocimiento total de las plantas y, es más, éstas suelen
pasarles desapercibidas.
Árboles
del entorno del Hospital
Cuando
nos adentramos en el recinto y antes de llegar a la primera rotonda
nos reciben las arizónicas que limitan la finca donde se encuentra
ubicado el Hospital. Arizónicas y moreras, negra y blanca, se dan la
mano en ese espacio.
Tras
pasar el helipuerto, hay una rotonda antes de alcanzar el edificio
dedicado a Investigación. En dicha rotonda, hay una agrupación de
arces formando círculo.
Olmos,
cipreses, chopos, encinas, olivos, arces nagundos, son algunas de las
especies del entorno.
La
mayor densidad de árboles corresponde al olivo, especie que se
encuentra ubicada la mayor parte en el espacio habilitado para
aparcamiento.
El
plátano de sombra es el árbol que, como su nombre
indica, da sombra al quiosco-bar. Esta especie sufrió una dolorosa
tala a raíz de que un fuerte vendaval tirara algunos ejemplares. Por
fortuna solo afectaron a algunos de los vehículos aparcados en la
entrada del Hospital. La tala se hizo con fines de seguridad para
evitar posibles daños personales si se repetían las condiciones
atmosféricas.
Existe
una agrupación de Olmos en las inmediaciones del
embarcadero, así como algún Álamo blanco
Existe
un grupo de aligustres de un porte considerable en las
inmediaciones del aparcamiento cerca de la antigua lavandería y de
las máquinas de reciclado de papel.
Hubo
un Magnolio cerca de la RMN que hubo que condenar
cuando se acometieron las obras para instalar la misma.
El
Cedro que hay en la espalda trasera, en el acceso de lo que
fue el antiguo gimnasio, también es un ejemplar singular.
Cabe
destacar igualmente el Olivo centenario junto al
almacén.
Árboles
singulares
En
el libro “Plantas singulares de la ciudad
de Toledo” se habla de un Tilo que
había antes de llegar a la zona que hoy ocupa el helipuerto del
Hospital como uno de los ejemplares destacados. Fueron dos los tilos
ejemplares que hubo que talar por diversos motivos. Del primer tilo
cuentan que los lugareños cruzaban el río en barca (cuando aún no
se había construido el puente) para recoger tila para las
infusiones.
Otros
ejemplares desaparecidos a causa de obras fueron los 3 Abedules
que había en el jardín donde hoy se encuentra la RMN.
Plantas
que forman setos
Berberi
y atiplex
Arbustos
Hibiscos
En el recinto del Polideportivo Rafael del Pino
Es una lástima que no sea transitable la zona del jardín que bordea el Polideportivo en su margen de la ribera ya que hay algunas especies interesantes como son : El Naranjo de Osage (originario de Luisiana) y la Kolreuteria Paniculata, comúnmente conocida como "el árbol de los farolillos" que actualmente la podemos ver florecida. Es esa “mancha amarilla” que se ve en el paisaje.
Debajo
del letrero que da nombre al Polideportivo, podemos
apreciar la exuberante lonicera, conocida vulgarmente
como madreselva.
Cabe
destacar también una agrupación de Plumeros
Lo que nos pasa desapercibido
Son
muchas las plantas y especies que pasan desapercibidas a la mayoría
de los paseantes. Me refiero a un sinfín de plantas
útiles como la aenea, retama o escoba; comestibles como
la achicoria, el espárrago, los cardos y cardillos, las collejas, la
rúcula, el hinojo, el altramuz, la malva y el palodú)
o tintóreas como la rubia.
Parece
que se han perdido algunas costumbres como la de los jubilados que se
acercaban ala ribera en busca de palodú.
Algunas
aromáticas
La lavanda
y el romero son las más conocidas y junto con las
adelfas, conforman el entorno del edificio nuevo.(foto)
Flores
ornamentales
Rosas
Otras
especies
Amapolas,
siemprevivas, hipecoum, gamón o asfódelo, bursa pastori,
crisantemos.
Excepcionalmente,
se pueden encontrar algunas especies de orquídeas silvestres.
El embarcadero
En las inmediaciones del embarcadero encontramos sauces, tarays, espadañas, juncos, aeneas, retamas o escobas.
Referencias de
interés
Los
beneficios psicológicos que encierran los jardines están
documentados en no pocas publicaciones.
Los
jardines expresan no solo una cosmovisión y un proyecto de sociedad,
sino también un ideal de vida y un modelo ético. Los jardines han
constituido desde la antigüedad una metáfora intemporal de la buena
vida, una representación sensible de la felicidad y un valioso
documento de los sueños de perfección social. Además de plasmar de
forma privilegiada la relación del hombre con la naturaleza y de
traducir en un lenguaje plástico y sensorial la ideología vigente
en cada etapa histórica, transmiten mensajes cifrados del
inconsciente colectivo y materializan fantasías utópicas.
No
se tiene la misma experiencia del jardín como jardinero y artífice
que como espectador y paseante. Mientras que, para el primero, las
manipulaciones del entorno físico y la ordenación del espacio
representan un medio de expresión de su individualidad, para el otro
el jardín constituye sobre todo una obra de arte viva, un texto
vegetal dotado de una rica simbología, que se ofrece a la lectura de
la sensibilidad y de la inteligencia. Los jardines cuentan un relato
al visitante. Salir al jardín siempre supone entrar en nosotros
mismos.
Difícilmente
se puede exagerar la importancia del jardín en la historia de las
ideas y la concepción de la buena vida. En primer lugar porque es
uno de los espacios eutópicos por excelencia, bello y feliz, como
genealogía mítica que se remonta al génesis. Desde el más
suntuoso parque de recreo hasta el más humilde huerto familiar,
invoca el recuerdo del edén, arquetipo de las utopías y todos los
paraísos soñados por la humanidad. Jardinería y filosofía
restauran cada una a su manera nuestra confianza en el mundo,
constituyen un modo de vida y un discurso. (Santiago Beruete,
Profesor de Filosofía y Sociología).
Sobre el
cuadro donado (Pendiente colgar la imagen)
Autora
Benilde Bolaños Fernández
Leyenda
: “ Verde el color de este jardín. Verde, como el color de la
esperanza con la que venimos todos a este Hospital Nacional de
Parapléjicos de Toledo”.
Los jardines, sean como sean, frondosos, floridos, salvajes o bien cuidados, suelen aportar paz a los que los cuidan y a quienes los contemplan. Y el jardín del hospital ha aportado mucho consuelo a lesionados y familiares. Aún recuerdo la cantidad de pacientes que salían, una vez concluidas las sesiones de terapia, a fumar un cigarrillo, a charlar o simplemente a tomar el aire.
ResponderEliminar¡Qué bien volverte a ver por aquí, Felipe!. No podía ser de otro modo. Tu también te beneficiaste y mucho del jardín. Gracias.
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