martes, 2 de enero de 2018

Cartas a los Reyes Magos



No es la primera vez que surge la idea de estas cartas a los Reyes Magos.

http://afrontandolesionmedular.blogspot.com.es/2013/01/mi-carta-los-reyes-magos.html

http://afrontandolesionmedular.blogspot.com.es/2016/01/la-carta-las-reyes-magos.html


Quizá sea una añoranza de nuestra infancia pero en alguna ocasión he pedido a los seguidores que las escribieran. Por ahora solo he recibido la de Felipe Vila. Si se anima alguien más, las iré colgando encantada.

CARTA A LOS REYES MAGOS 2018




Queridos Reyes Magos una vez más, desde mi osadía, me atrevo a pediros dones inmerecidos pero que deseo fervientemente y que, en la búsqueda incesante de la felicidad, he ido concretando como los más deseables en mi ya larga vida que, en sí, ya supone un regalo.
Creo que poseo más de lo que merezco y mucho más de lo que, por mis talentos, nunca pensé que pudiese llegar a tener. Por eso esta vez voy a pedir no para mí sino para mi familia que es mi el mayor de los bienes que me han sido concedidos.
Al Rey Melchor, rey de Arabia y Nubia, le pido que conceda a mi esposa y a mis hijas que su inteligencia y su bondad les permita discernir cómo comportarse con todas las vicisitudes que les depare la vida y sepan apreciar todo el bienestar que poseen.
Al generoso Gaspar, rey de Tarsis, le pediré alegría para mis hijas y sus familias y que sepan apreciar lo que tienen, que han conseguido con su esfuerzo personal, sin ambicionar más bienes materiales.
Al sabio Baltasar, rey de Saba, le ruego conceda a mi familia una salud de hierro y una estabilidad emocional a prueba de bombas, que les permita enfrentarse a todo lo bueno y lo malo que pueda sucederles.
También quiero pedir, esta vez al conjunto de los reyes, que concedan los mismos dones que he solicitado para mi familia al resto de la sociedad en la que vivo para que así tengamos todos un mundo mejor y más solidario.(Felipe Vila).


Una de nuestras seguidoras, Milagros López, no me manda carta pero me manda un enlace de opinión del Diario El Mundo de hoy.


"Somos lo que soñamos, pero somos sobre todo lo que no tenemos. Somos lo que envolvemos, pero somos mucho más lo que ansiamos desenvolver, esos papeles rasgados de colores: eso que nos falta para sentirnos plenos (no hablo de cosas) y nunca llega."

http://www.elmundo.es/opinion/2018/01/02/5a4a5e42e5fdea025e8b45ee.html



La de Juan José Muñoz







CARTA A LOS REYES MAGOS.

Queridos Reyes Magos:


Este año no voy a pediros que me regalen nada, solo quiero pedir que no me quiten lo que tengo,:

mis logros, mis amigos mis buenos momentos, mi lucha diaria, el sacrificio por el día a día.

No me quitéis el calor del cariño, del amor hacia las personas y hacia los animales con los que 

comparto emociones, no me quitéis la risa que es ingrediente esencial de la vida, la capacidad de

reírme de mi mismo y conseguir transformar una situación mala en divertida y ni mucho menos a 

las personas que han ayudado a que lo lograra.

No quites la ilusión de los niños con su mirada inocente  noble y curiosa

Ni me quites la ilusión de seguir aprendiendo de la vida nueva que me ha tocado vivir ,admitiendo 

errores y intentando ayudar al prójimo.

No me quites la paz de mi hogar ni la tranquilidad que el me aporta.

No me quites la visita de amigos, los cuales algunos han servido de puente para aprender y 

descubrir nuevos sentimientos.

   Pero......

Déjame ver como el mundo es capaz de ser mas empático con las personas necesitadas.

Déjame ver como terminan las guerras y el hambre en el mundo.

Déjame soñar que algún día volveremos a correr



         JUAN JOSÉ MUÑOZ.


La Carta de Irene Rodríguez, la ganadora del Primer Premio del Certamen de Cuentos




Queridos  Reyes Magos,

Hace muchos años que no os escribo una carta física, pero creo que esta ocasión lo merece. No recuerdo la última vez que hojeé un catálogo de juguetes pensando en los tres regalos que iba a pedir, pero de lo que siempre me acordaré es de que siempre había más de tres paquetes en mi salón la mañana del 6 de enero: uno de Melchor, uno de Gaspar, uno de Baltasar y uno o dos más de parte de los camellos o los pajes (o de ambos).
Ya que este año me decido a volver a escribiros, me gustaría pediros algo diferente y no me importa si no viene en un paquete con una tarjeta, con que llegase directamente al interior de los destinatarios me quedo satisfecha.
Mis regalos para que traigáis este año serían:
- Valor: para que mis seres queridos sepan afrontar cualquier adversidad que se presente mirando siempre de frente.
- Esperanza: para que la luz que todos ellos tienen en su interior esté siempre encendida, a pesar de que la oscuridad los rodee.
- Alegría: para que hasta en el más pequeño detalle puedan ver la belleza que se esconde.
- Amor: de cualquier clase, para que la Alegría que les traigáis se multiplique y les llene.
- Suerte: porque siempre se necesita un poco para lograr los objetivos que se planteen.
- Sabiduría: para que les ayude a tomar decisiones, sean importantes o banales, y, junto con la Suerte, sean acertadas o en caso contrario, les lleven por un camino mejor.
Antes de despedirme, quisiera pediros que, si de todo esto que os he pedido os sobrase algo, ponédmelo en un paquetito con mi nombre; o mejor dicho, dejadlo tal cual, que me lo llevaré puesto.
Sin más, os deseo un trabajo ameno en vuestra noche de intensa actividad. En mi casa habrá, como siempre, agua, champán y polvorones.
Un fuerte abrazo.
Irene


La Carta a los Reyes Magos de mi cuñado



CARTA A LOS REYES MAGOS

 elcantodelcuco

Un año más, no puedo contenerme. En esta tarde desapacible he oído el bullicio cercano de vuestra cabalgata y he vuelto a sentir el niño que llevo dentro. Me han venido a la cabeza aquellas noches silenciosas de Reyes en el pueblo, casi siempre bajo una gran nevada, acurrucado en la cama, haciéndome el dormido, esperando escuchar el sonido de vuestras botas en el cuarto de afuera. Nunca me extrañó que los camellos, acostumbrados a las arenas ardientes del desierto, vinieran por el camino nevado de Valdenegrillos, por el collado del Robledo, bordeando la Alcarama, azotados por las úrguras y saltando ventisqueros. Me extraña más que seáis capaces de soportar el  estrafalario aparato comercial y publicitario que os rodea ahora. Supongo que aguantaréis por los niños este ridículo carnaval laico, endulzado con caramelos blandos, porque tenéis paciencia y sentido del humor. En serio, ¿no tenéis la impresión de que se ha desvirtuado vuestra fiesta, privándola de su sentido original? Ni siquiera se cantan villancicos. Pocos saben ya que todo empezó siguiendo una estrella camino de Belén, donde había ocurrido el mayor prodigio de la historia humana. ¿Recordáis? No salíais de vuestro asombro. Adorasteis a aquel Niño, que estaba recostado en un pesebre, le dejasteis vuestros obsequios -oro, incienso y mirra- y salisteis de prisa y corriendo para esquivar al pérfido rey Herodes.
No sé si está en vuestra mano atender las peticiones que os voy a hacer. Desde luego, no os pediré nada para mí. Ni siquiera un caballo de cartón, como aquel que me trajisteis cuando era niño y que tanta ilusión me hizo. Tampoco os pediré nada para la familia. Con más o menos dificultades, ya nos apañaremos ayudándonos unos a otros. Si acaso, algunos juguetes para los nietos, pero sin exagerar, que los niños de ahora están saturados de cosas, como sabéis de sobra, y no tienen tiempo de disfrutar con ninguna. Todo les cansa. Antes bastaba con una pelota, un pequeño tambor o una bolsa de cacahuetes para ser felices. Mejor que os ocupéis de los niños pobres que no tienen nada y, sobre todo, de los que están en los campos de refugiados, en las tierras de Oriente o del norte de África que vosotros conocéis bien. Moved el corazón de los poderosos del mundo, de los gobernantes y de las gentes de buena voluntad para empezar a poner remedio al dramático problema de los refugiados, que huyen del hambre y de la guerra y que se encuentran desamparados entre alambradas.
Aquí, entre nosotros, lo que más preocupa es poder encontrar un trabajo digno, estable y razonablemente bien pagado, acomodado a la preparación de cada uno. Del año pasado a éste, el panorama laboral ha mejorado algo, pero aún hay demasiada gente desempleada o con un empleo precario. Este problema afecta sobre todo a los jóvenes. Muchos de ellos no ven un futuro claro ni están en condiciones de tener un hogar y formar una familia. Y el hachazo de la crisis económica se deja sentir aún entre las clases medias. Miles de familias están en apuros, aunque lo disimulen y aunque hagan un esfuerzo inhumano para que sus hijos no sean menos que los del vecino y encuentren algún regalo en sus zapatos cuando se despierten la mañana de Reyes, vuestra mañana. No deja de ser desconcertante e injusto, no sé qué pensaréis vosotros, que, después de la crisis, aprovechándose de ella, los ricos en España, según las estadísticas, sean cada vez más ricos y los pobres, más pobres. Esto no puede ser. No sé si podéis hacer algo. Lo mismo que con los corruptos, que se aprovechan del cargo, de su elevado puesto en la Administración o en la empresa, para enriquecerse indebidamente. España, queridos Melchor, Gaspar y Baltasar, necesita, me parece, una purificación.
Sé que habéis recorrido Cataluña. ¡Qué os voy a contar! Del año pasado a éste, lo único que ha crecido allí es el alboroto, la incomprensión y el odio. Así no se puede seguir. Supongo que habéis traído unos cuantos sacos de carbón y dejaréis uno en Flandes a los fugados de la Justicia y otro en la cárcel de Estremera. Una sugerencia: ¿por qué no aprovecháis vuestra proximidad a los teóricos seguidores del Evangelio para mover el corazón de los centenares de curas, frailes, monjes y monjas catalanas, -esos que firman manifiestos- además de algún obispo, para que se convenzan de que fomentar la independencia de Cataluña es un error, como se está viendo, y un pecado de odio, que es el peor de los pecados? ¡Que caigan de una vez del burro y sepan que no son inocentes de lo que está pasando! Dejadles carbón sobre el altar para que se conviertan.
No quiero cansaros más, que bastante agobiados andaréis. En el largo memorial de inquietudes que había ido anotando para escribir esta carta, figuraban desde la criminal violencia contra las mujeres y la controvertida ideología de género hasta la amenaza del calentamiento global y la creciente contaminación del aire, del agua y de la tierra. ¡Problemas mayores! Pero hoy no quiero olvidarme de uno por el que vengo luchando sin descanso desde hace tiempo con poco éxito: la despoblación y la muerte de los pueblos. Espero que echéis una mano en esto. Ya es hora de que los poderes públicos elaboren un ambicioso plan global de ordenación del territorio y lo pongan en práctica. Vosotros habéis sido testigos esta noche de la tristeza infinita de los pueblos sin nadie y de la España despoblada del interior. Con las puertas cerradas y sin luz en las ventanas ni humo en las chimeneas.
Queridos Reyes Magos: ¡Echad una mano a España!

2 comentarios:

  1. Ojala y se concedieran los deseos que pedimos,no es nada material, todo lo contrario hacer un mundo mas justo y humano

    ResponderEliminar
  2. Por eso son tan importantes estas Cartas a los Reyes Magos que invito a los seguidores a escribir.

    Se me ocurre que podría haber pedido escribir dos cartas : la carta antes de la lesión medular y la carta tras la experiencia vivida después de la lesión. Me atrevería a decir que serían muy distintas.

    ResponderEliminar