Aprovecho para hacer un llamamiento a los seguidores y a los nuevos que se incorporen y nos envíen sus cuentos.
Cuento nº 1
"El paseo"
Perdone señor, ¿puedo ayudarle?
¡Váyase al diablo!. ¿cree que soy un inútil?
No pretendía entrometerme en su vida, siento haberle molestado, no he querido ofenderle, mi intención era buena y sólo trataba de prestarle ayuda, aunque puede que me haya equivocado.
Entonces deme un empujoncito, este maldito bordillo me está arruinando mi paseo diario, aún no me he acostumbrado a mis nuevas limitaciones y me estoy volviendo muy irritable. Siempre he sido muy impaciente y me cuesta bastante aceptar que, siendo el mismo, debo adaptarme a mis circunstancias. Le ruego perdone mi exabrupto.
¡Upa, ya está, ya puede continuar su camino!. A mí también tuvieron que darme alguna vez un empujoncito, de otro tipo, pues yo también tengo limitaciones. He logrado superar mis obstáculos, también de otro tipo, y he perdido el pudor de tratar de acercarme a mis semejantes.
Pues menos mal que me ha ayudado, mi nombre es Juan. Le agradezco que no me haya preguntado qué me pasó.
Mi nombre es Roberto y le deseo que disfrute de su paseo. Hoy es un magnífico día, como otros muchos, hace un sol espléndido y aunque sea otoño y nos parezca un duro invierno volverá, algún día, la primavera.
Felipe Vila Málaga, 30 de Octubre 2018
Cuento nº 2
"Paddy"
Cuando
llegó a casa ese ser tan pequeñito y tan encantador, era como un
juguete con vida que no podía ver, se chocaba con todo, era un torbellino
revolviéndolo todo, rompiendo lo que pillaba por medio, tenía muchos
amigos con los cuales disfrutaba, corría, saltaba, era buen perro.
Paddy se convirtió en una compañía, era el refugio cuando teníamos problemas, era mirarlo los ojos y olvidarnos de todo lo malo del día.
Fue creciendo y se fue haciendo muy temperamental, dejó de tener amigos, en casa comenzó a gruñir a sus dueños que con tanto sacrificio le dieron todo para que fuese feliz. A pesar de ser tan gruñón tenía algo especial en sus ojos, un brillo lleno de ternura y tristeza al mismo tiempo, parecía como si con los ojos te quisiera hablar y contarte todo lo que le estaba sucediendo, lástima que no hablara, nos hubiera dado algunos consejos porque él era el que más nos conocía, siempre estaba viendo lo que hacíamos.También nos hubiera dicho que algo le pasaba en sus ojos, esos ojos tan grandes y llenos de melancolía que iban deteriorándose poco a poco hasta llegar a un final muy oscuro, porque sus ojos ya no estaban y en su lugar había dos cicatrices que incitaban a llorar.
Parecía que todo terminaría mal y en un momento pensaron en un final cruel para Paddy pero Paddy cambió su carácter, nunca supimos el alcance de su dolor, el que le hacía ponerse nervioso, hasta que un día se quedó ciego. Ahora es todo amor y cariño y un ejemplo de gratitud hacia sus amos.
Alfredo Ibarra Ecuador-Madrid 2 de Noviembre 2018Paddy se convirtió en una compañía, era el refugio cuando teníamos problemas, era mirarlo los ojos y olvidarnos de todo lo malo del día.
Fue creciendo y se fue haciendo muy temperamental, dejó de tener amigos, en casa comenzó a gruñir a sus dueños que con tanto sacrificio le dieron todo para que fuese feliz. A pesar de ser tan gruñón tenía algo especial en sus ojos, un brillo lleno de ternura y tristeza al mismo tiempo, parecía como si con los ojos te quisiera hablar y contarte todo lo que le estaba sucediendo, lástima que no hablara, nos hubiera dado algunos consejos porque él era el que más nos conocía, siempre estaba viendo lo que hacíamos.También nos hubiera dicho que algo le pasaba en sus ojos, esos ojos tan grandes y llenos de melancolía que iban deteriorándose poco a poco hasta llegar a un final muy oscuro, porque sus ojos ya no estaban y en su lugar había dos cicatrices que incitaban a llorar.
Parecía que todo terminaría mal y en un momento pensaron en un final cruel para Paddy pero Paddy cambió su carácter, nunca supimos el alcance de su dolor, el que le hacía ponerse nervioso, hasta que un día se quedó ciego. Ahora es todo amor y cariño y un ejemplo de gratitud hacia sus amos.
Cuento nº 3
"Y me volveré a caer"
Y me caí un día jugando y corriendo con unas amigas yendo a merendar a casa de una de ellas. Ni ellas ni yo dijimos nada por si no me volvían a dejar ir.
Y me caí otro día yendo a estudiar, la gente pasaba al lado....cogí mi bastón y me levanté.
Y caí otro volviendo de trabajar y las muletas no podían conmigo o yo no podía con ellas. Llamé a una amiga y al rato estaba ahí.
Y aquel día que caí estrenando mi silla nueva fui a decir toda contenta que me había caído con ella.
Y volveré a caer porque eso querrá decir que estoy intentando hacer algo y de esa caída aprenderé quién está a mi lado.
Milagros López Toledo, 9 de Noviembre 2018
Cuento nº 4
Mario Martín Torrijos (Toledo), 15 de Noviembre 2018Cuento nº 4
"Uno mismo"
Un día pensó : me imagino a Dios
etiquetándonos al nacer, Valioso, no Valioso, a todos nos dio el mismo poder,
la capacidad de llegar a ser quienes hemos venido a ser y dar lo que hemos
venido a dar, nadie puede adjudicarnos un valor, solo nosotros podemos
determinar nuestro valor.
La vida le había enseñado mal, a exigirse y a no equivocarse. Con el tiempo se dio cuenta que equivocarse no era algo malo sino que era
aprendizaje y que, en cambio, exigirse era una tortura. Con el tiempo comprendió que la satisfacción
debería de ser superior a la exigencia para sentirse feliz con el mismo….
UNA TARDE
LLUVIOSA DE OTOÑO CERCA DE TOLEDO.
Juan José Muñoz Cubas de la Sagra (Toledo), 12 de Noviembre 2018
Cuento nº 5
"Cuando descubres una nueva vida..."
Ni esperas ni imaginas a los 58 años, una nueva vida. De pronto te ves alejado de tu trabajo, fuera de un camino que has ido surcando día a día. Te enfrentas a una situación que no sabes como asumir y menos aún cómo y cuándo puede finalizar. Te refugias y apoyas en la familia, amigos y compañeros, esos que siempre están ahí. Descubres un equipo humano que se mueve a tu alrededor, personas que prestan no sólo conocimientos, sino sobretodo humanidad, cariño y ánimo. ¡No estás sólo para afrontarlo! Te sientes afortunado, viajas desde Valladolid a Toledo, siempre con la esperanza y la ilusión de encontrar una salida...o mejor calidad de vida. Ves sufrimiento y dramas ajenos, lo cuál te motiva para seguir luchando y a su vez te hace lanzar una reflexión: "He descubierto una nueva vida..., plena de gente maravillosa y luchadora" .
Javier Lázaro Laguna de Duero (Valladolid), 12 de Noviembre 2018
Cuento nº 6
"Metáfora"
Cuento nº 5
"Cuando descubres una nueva vida..."
Ni esperas ni imaginas a los 58 años, una nueva vida. De pronto te ves alejado de tu trabajo, fuera de un camino que has ido surcando día a día. Te enfrentas a una situación que no sabes como asumir y menos aún cómo y cuándo puede finalizar. Te refugias y apoyas en la familia, amigos y compañeros, esos que siempre están ahí. Descubres un equipo humano que se mueve a tu alrededor, personas que prestan no sólo conocimientos, sino sobretodo humanidad, cariño y ánimo. ¡No estás sólo para afrontarlo! Te sientes afortunado, viajas desde Valladolid a Toledo, siempre con la esperanza y la ilusión de encontrar una salida...o mejor calidad de vida. Ves sufrimiento y dramas ajenos, lo cuál te motiva para seguir luchando y a su vez te hace lanzar una reflexión: "He descubierto una nueva vida..., plena de gente maravillosa y luchadora" .
Javier Lázaro Laguna de Duero (Valladolid), 12 de Noviembre 2018
Cuento nº 6
"Metáfora"
Un hombre solitario caminaba por un sendero. Mientras, reflexionaba sobre las similitudes
entre el sendero y la vida. El sendero en algunos tramos es recto y es
difícil desviarse; otros tramos, en cambio, son más accidentados, tanto es así que a
veces hay que salirse del camino para volver a él. En parte del trayecto, sin embargo, el sendero serpentea
y puedes llegar a perderte. Al final todos los caminos, cómo la vida misma, tienen
un final, el final del camino.
Cuento nº 7
"¿Quién dice que el Otoño es triste?"
Hoy
he salido a pasear con mi cámara y no he podido evitar detenerme a
encuadrar en el visor y disfrutar de los diferentes matices de luces,
sombras y colores que hacen brillar un paisaje otoñal.
Tonos
amarillos, ocres, dorados y verdes se entremezclan con el azul, al
levantar la vista al cielo, consiguiendo incrementar aún más su
belleza. Apreciarlo y disfrutarlo mediante una observación
tranquila, me conduce a reflexionar sobre las oportunidades y
bondades que tenemos a nuestro alcance, a veces tan cerca y tan
asequibles que no somos capaces de verlas...
Tan
cerca y tan asequibles como las personas que están a nuestro lado,
esas en las que nos apoyamos en los momentos más difíciles, esas
que nos quieren tal y como somos, las que iluminan y colorean
nuestros paisajes más grises.
Laguna de Duero. Foto : Javiér Lázaro |
El
Otoño esta aquí mismo, yo no me lo quiero perder, por favor
vosotros tampoco.
Javier Lázaro Laguna de Duero (Valladolid), 16 de Noviembre 2018
Dedicado a las familiares acompañantes del hospital.
"La Acompañante"
Sola, en una casa extraña, comienza su día. Café con
lágrimas al desayuno, esta rutina de preparar la mochila: pañuelos
de papel, un chándal, unos dulces.
Seca
la tristeza de sus ojos y ya camina calle abajo. Distraída,
pensando, casi sin darse cuenta remonta ya el puente del río, divisa
el hospital y suspira : ¡Qué destino nos esperará!. Allí se
une con otras compañeras, hermanadas en el camino, ese que no
discurre por donde pasan tus pies, sino por donde lo va haciendo tu
destino.
Pasa
el helipuerto, kiosco, jardincito y los más madrugadores, ya están
en la puerta.
Hoy
cita con la Doctora, diagnóstico: Lesión medular, a compartir,
sientes y mueves pero a efectos de convivir con la lesión, también
estás parapléjica.
Y
las aburridas esperas, en puerta de gimnasio, entrada de la
planta......Después, terapia en psicología, actitud positiva,
maestras de la palabra y del silencio escuchándote.
Las
doce, hora de la visita, ahora es su momento, ellas son el latido de
este hospital. Amor es la palabra que las define, Amor de esposa,
madre, padre, hijos. A tu lado nunca sufriré. Amor que hace olvidar,
reír, vivir.
Mariano Rivera Calera y Chozas (Toledo), 19 de Noviembre 2018
Cuento nº 9
"Marta
y el Mar"
Marta
es una niña muy bonita, alegre e inteligente. Hoy por primera
vez va a conocer el mar. Junto con su madre y sus primos Iker y Ángel
va a pasar su primer día de playa.
Pasó
la noche anterior excitada, nerviosa, pensando en el día de
playa que le esperaba al día siguiente. Le preguntaba a su
madre como era el mar, las olas, la arena de la playa, etc. Su madre
le contestó : "Mañana lo conocerás".
Marta
había nacido ciega.
Sus
primos se desnudaron y se zambuyeron en las olas.
Iker,
Ángel ¡esperádme!, gritó Marta. Se
acercaron y se la llevaron a la orilla.
¡Quema
el suelo, Iker!. Su primo contestó : No es el suelo, es la
arena. La arena es rubia, muchos granitos que el sol calienta.
Ángel,
esta arena está fresquita y húmeda.
Claro,
es la orilla.
Y..¿qué
es la orilla?
La
orilla es donde rompen las olas.
¿Las
olas son ese rumor que escucho de vez en cuando?
Si,
el agua del mar se convierte en una espuma blanca.
¿De
qué color es el agua del mar?.
Es
de color verde, otras veces azul.
¡Cuánto
me gustaría verla!
Algún
día la verás.
Cuento nº 10
"Tres Vespas"
Tres vespas le tocaron a mi bisabuelo Faustino en el sorteo por la compra de coñac Decano Caballero para su bar, tres vespas que aumentarían la dote de sus tres hijas. Por ello, prometió a sus futuros yernos qué si se prometían con ellas, las motocicletas serían para ellos.
¿Quién no iba a sucumbir en 1956 a tener una flamante vespa? Y simplemente por pedir la mano a su novia, con la cual tarde o temprano, acabaría casándose. Eso es lo que hizo mi abuelo y los novios de mis tías-abuelas, prometiéndose las tres hermanas al mismo tiempo.
Como buen jugador de póker, Faustino jugó bien sus cartas, y se guardó un as bajo la manga. Cuando se iba a casar la primera de sus hijas (mi abuela), Faustino vendió las tres vespas realizando así una jugada magistral; casó a las tres hijas y se quedó con las ganancias de la venta. Para invertir dijo...
Me encanta que mis abuelos me cuenten la historia de cómo empezó su matrimonio, con humor y simplificando algo tan importante en nuestras vidas, como es el amor y la creación de una familia.
Basado en hechos reales.
Patricia Gutiérrez Calahorra (La Rioja), 22 de Noviembre 2018
Cuento nº 11
"En qué momento dejaste de mirar atrás"
No se en qué momento dejaste de mirar atrás o por qué hubo ese instante en el que decidiste cerrar los ojos y arriesgar.
¿Y si no lo hubieras hecho?
¿Sabes que podrías haberte quedado sin eso que tanto soñaste y nunca tuviste?
Esos gestos, detalles y sensaciones que siempre deseaste pero nunca, no sabes bien por qué, hubo la oportunidad de disfrutar.
Un abrazo en ese momento que nunca antes nadie te había llegado a dar.
O una vida nueva donde no conoces nada salvo que la tienes toda por delante para alcanzar lo que la anterior no te llegó a dar.
Milagros López Toledo, 22 de Noviembre 2018
Cuento nº 12
"Él"
Cuando abrí los ojos ahí
estaba Él, otra vez. Hacía tiempo que no me visitaba,
pero esta vez sentía que era diferente porque traía las
maletas para quedarse.
Ojalá el día que subí
en el coche me hubieras cogido de un brazo para evitarlo; y ahora
vienes aquí, ¿para qué? ¿A decirme lo que
no puedo hacer?
Ahora sé que no voy a estar solo
porque ahí estará Él, poniéndome piedras
en el camino, encerrándome en una jaula para protegerme, o eso
cree Él.
¿Y si le digo que se vaya? Estoy
en la UVI porque Le dejé ir en el pasado; porque no sé
tomar decisiones solo. Pero con Él me siento tan infeliz..............
Ahora me tocará escalar, ir
soltando lastre porque allí en la cima, donde viven las
personas felices, solo llegan los valientes, los que miran al
fantasma a los ojos y le dicen: ya no te tengo MIEDO.
Francisco Fernández Málaga, 23 de Noviembre 2018
Cuento nº 13
"Te diría tantas cosas"
Si tuviera que contemplar cómo luchas por aprender a “caminar” de nuevo: te miraría asombrada y feliz como la primera vez, animándote y celebrando cada intento.
Me gustaría poderte transmitir mi orgullo de madre sin palabras, tan sólo hablaría el brillo de mis ojos y la mano apoyada en tu hombro, esa mano tranquilizadora.
Tu silenciosa certeza de mi apoyo infinito serenaría mi alma y mi dolor.
Aquí estoy si miras atrás, permitiéndote tu espacio y sonriendo, como cuando eras un niño y correteabas torpemente: “Hala, a seguir explorando!”, te decía cuando caías y buscabas mi mirada desde el suelo, comprobando que estaba pendiente de tus pasos y de tus progresos, también disponible por si asomaban las lágrimas. Un beso que no sana pero que recompone era lo que podía ofrecerte.
Ahora tanto ha cambiado; tantísimo y nada. No puedo ofrecerte más que una sonrisa que esconde dolor y orgullo a partes iguales, que viene envuelta de ternura: “A seguir explorando y luchando cada día, cada vez que tropieces encontrarás mi alma y mi mano extendida
para tomar aire y proseguir el camino”.
Marta Martínez Madrid-Toledo, 26 de Noviembre 2018
Cuento nº 14
"Un nuevo bosque"
Javier Lázaro Laguna de Duero (Valladolid), 26 de Noviembre 2018
Cuento nº 16
"Estando juntos nos sentimos infinitos"
Cuento nº 17
"Emociones"
Cuento nº 18
"Farú, el cervatillo que aprendió a volar"
Cuento nº 19
"La historia de un empeño"
Cuento nº 20
Irene Rodriguez Madrid, 28 de Noviembre 2018
Cuento nº 21
"Esperanza"
Cuento nº 13
"Te diría tantas cosas"
Si tuviera que contemplar cómo luchas por aprender a “caminar” de nuevo: te miraría asombrada y feliz como la primera vez, animándote y celebrando cada intento.
Me gustaría poderte transmitir mi orgullo de madre sin palabras, tan sólo hablaría el brillo de mis ojos y la mano apoyada en tu hombro, esa mano tranquilizadora.
Tu silenciosa certeza de mi apoyo infinito serenaría mi alma y mi dolor.
Aquí estoy si miras atrás, permitiéndote tu espacio y sonriendo, como cuando eras un niño y correteabas torpemente: “Hala, a seguir explorando!”, te decía cuando caías y buscabas mi mirada desde el suelo, comprobando que estaba pendiente de tus pasos y de tus progresos, también disponible por si asomaban las lágrimas. Un beso que no sana pero que recompone era lo que podía ofrecerte.
Ahora tanto ha cambiado; tantísimo y nada. No puedo ofrecerte más que una sonrisa que esconde dolor y orgullo a partes iguales, que viene envuelta de ternura: “A seguir explorando y luchando cada día, cada vez que tropieces encontrarás mi alma y mi mano extendida
para tomar aire y proseguir el camino”.
Marta Martínez Madrid-Toledo, 26 de Noviembre 2018
Cuento nº 14
"Un nuevo bosque"
Lloraba.
Mientras
recuerda ese día en el que lo perdió todo, su familia, su bosque,
y su razón de ser.
A
causa de lo que para otros sería un día normal de caza.
Porque
ya no volvería a correr, ni cazar y se veía adherido a aquel
aparato de metal.
Tan
patético se veía que dejó de comer durante días.
Se
encontraba en un estado tan deplorable, que su vida comenzó a correr
riesgo.
Los
cuidadores que le habían rescatado no lograban convencerlo nunca.
Para
él era otro día lamentándose pero...
De
pronto se escucharon ruidos de pasitos acercándose.
En
unos segundos, estaba rodeado de niños y de niñas que acariciaban su
pelaje, ante el roce de sus manos el oso lloró.
Después
de hablar con los niños y las niñas, estos le dijeron lo importante
que era que nunca limitara sus capacidades a causa de su accidente y
que por muy solo que se sintiese siempre iba a haber personas
dispuestas a cuidarle y entenderle.
Desde
ese día el oso se llenó de ilusión y obtuvo una nueva razón de
ser, visitar a miles de niños y niñas como él y muchos otros para
contarles su historia e invitarles a quererse.
Había
encontrado un nuevo bosque.
Ana Sofía Avilés Tehuacán (México) , 26 de Noviembre 2018
Cuento nº 15
"Carta a un buen amigo"
Estimado amigo :
Sé que no atraviesas tu mejor momento, que llevas una larga
trayectoria de tres años, en la cual la salud no ha sido tu mejor
aliada.
Te has enfrentado con valentía a una nueva situación, con sensibles
cambios en tu vida. Éstos te han puesto a prueba, sumándose a
dificultades desconocidas y dolorosas. Mientras tú, luchando con
serenidad, esfuerzo y constancia.
Has contado con el fuerte apoyo de la familia, especialmente de tu
mujer e hijos. Por supuesto también de tus amigos, esos que, como el
aire, aunque a veces no nos veas, siempre estamos ahí.
Has perdido el contacto diario con tus compañeros, pero no puedes
negar la fortuna de haber conocido caras nuevas, personas que te han
arropado en esta nueva etapa, médicos, fisioterapeutas y también
pacientes. Con su atención, dedicación y cercanía, han compensado
en gran medida esas ausencias.
Querido amigo, gracias por repartir tus sonrisas, a veces esforzadas
y dibujadas, pero siempre dando ejemplo de ánimo y positividad.
Quiero finalizar esta carta, con una frase que leí recientemente,
la cual me apetece compartir contigo:
"Al final todo saldrá bien, y si no sale bien, es que aún no
es el final"
Javier Lázaro Laguna de Duero (Valladolid), 26 de Noviembre 2018
Cuento nº 16
"Estando juntos nos sentimos infinitos"
Odiaba
y amaba tu silencio, lo amaba porque te gustaba escuchar mis
historias y porque nunca me echabas en cara mi desorden cotidiano. Lo
odiaba porque a veces necesitaba oír que me querías.
Tu
silencio habla de tantas cosas que poco a poco he podido ir
interpretando.
Pero
lo que llevo tatuado, tus mensajes de amor no fueron palabras sino
hechos.
Si
era altruista, a tu lado lo fui más, si amaba a los animales contigo
profundicé junto con un personaje no conocido para mí: Félix
Rodríguez de la Fuente.
Los
viajes juntos, los tres juntos y cuatro cuando Canela, nuestra perra,
llegó.
A
buscar un hotel o apartamento adaptado!
¿Adaptado
a qué?¿A una enorme perra labrador y un hombre maravilloso en
silla de ruedas? ¡Sí! Una familia viajera, a la que nada le
pareció un obstáculo, subiendo y bajando por todo lo que se nos
venía en gana.
Y
ahora separada de ti, sería mentir si dijera que ya no pintas nada
en mí.
Magdiel López Tehuacán (México) 27 de Noviembre 2018
Cuento nº 17
"Emociones"
Son
las cuatro de la tarde, un día de Julio en Toledo, el Verano se deja
sentir.
Acabamos
de llegar a esta bella ciudad.
No,
no venimos de turismo, pero portamos una maleta cargada de
esperanza. Es nuestra primera visita.
Preguntamos
por la línea 82 del bus, esa que nos acerque hasta la Finca
Peraleda.
El
afán de conocer, nos invita a cogerlo ya, sin esperar a la cita del
día siguiente.
Son
las cinco de la tarde, en los jardines del HNP los árboles mitigan
el sofocante calor.
Observamos
como unos padres juegan felices con sus dos pequeños.
Un
joven conduce su silla, abriéndose paso con una amplia sonrisa al
ser recibido por la familia que le rodea.
Una
madre conversa con su hija, al tiempo que acompaña su lento avanzar.
Un
joven se esfuerza en llegar hasta la cafetería, su padre le presta
apoyo.
Mientras,
junto al acceso, pacientes más solitarios, comparten charla y algún
que otro pitillo, a la vez que son testigos del ir y venir del 82,
ese que transporta familiares, amigos, emociones y reflexiones como
la que escuché a mi lado, mirándome a los ojos:
"¿Tengo
motivos para quejarme de mi mala fortuna?"
Isabel Moya Laguna de Duero (Valladolid), 28 de Noviembre 2018
Cuento nº 18
"Farú, el cervatillo que aprendió a volar"
Farú era un cervatillo como todos y como ninguno. Pasaba los días
pegando brincos y trepando por los riscos de los Montes de Toledo.
Una noche de verano, misteriosamente, comenzó a sentirse mal. De
repente, se quedó inmóvil entre encinas y melojos. Toda su vitalidad se había
perdido ipso facto, sin saber por qué.
Al amanecer, una musarañita distinguió a Farú, sumido en sollozos y lamentos.
Avisó a sus amigos, si bien sólo podían transmitir algo de paz al maltrecho
cervatillo.
Pronto se corrió la voz. Linces, corzos, gatos monteses, tejones y
jabalíes se acercaron a consolar a Farú. Entre las hojas apareció Rapsi, una
simpática culebra de escalera. “Sé cómo ayudarte. Avisaremos a Martina”. Todos
se negaron, temiendo una reacción desmedida de la siempre hambrienta águila
imperial. No obstante, Rapsi la llamó.
Martina agarró a Farú con fuerza, y sobrevoló la zona para llevarlo a
un lugar perdido. Todos los animales peregrinaron hasta allí. Era un hospital
secreto.
“Cariño, extiende tus alas y empieza a volar”, le
repetía cada noche. Todos estaban extrañados. ¿Cómo podía un cervatillo volar?
Hasta que Farú lo hizo entre sueños y, al día siguiente, comenzó a brincar de
nuevo por los riscos que tanto amaba.
Vicente López Puertollano (Ciudad Real), 28 de Noviembre 2018
Cuento nº 19
"La historia de un empeño"
Un día de Agosto del 2018, Ramón, joven universitario, sufrió un accidente que le causó lesiones en la médula a nivel de las vértebras cervicales. Fue ingresado en el centro de rehabilitación más prestigioso de España, el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo.
Su objetivo primordial fue recuperar al máximo las facultades perdidas a consecuencia de su lesión.
En su primer mes de estancia en el Centro, durante el proceso de rehabilitación, Ramón tomó conciencia de que su empeño principal debería ser prepararse para su integración en la sociedad y disfrutar de una vida plena cualquiera que fuese el resultado de su recuperación.
Llegado el día del alta, acompañado de sus familiares, cruzó la puerta de salida del Centro sentado en una silla de ruedas.
Cerró los ojos y pensó : "Si la golondrina recorre cada año miles de kilómetros para construir de nuevo su nido que le servirá de hogar apoyándose en sus diminutos pico y alas, por qué el no iba a ser capaz de construir una vida personal, familiar, profesional y social, contando con sus facultades actuales".
Ignacio Pérez de Vargas H.N.P. , 28 de Noviembre 2018
Cuento nº 20
Ahora tengo que levantar la cabeza si quiero hablarte. A
veces pienso en la cajita de cristal, en los cables y máquinas, en cómo mamá
podía abarcar tu cuerpecito y tu cabeza con una mano. ¡Qué sería de ti! Apenas
1.800 gramos de vida que vinieron al mundo antes de tiempo.Cuando por fin
llegaste a casa, casi tenía miedo de cogerte en brazos por si te hacía daño.Tan
frágil, tan pequeño.
¡Has pasado tanto hasta aquí: etiquetas, soledad, “no
puedes”, “no eres como los demás” … y mira dónde estás ahora!. Cuántos sueños e
ilusiones. Cuánta fuerza y vida hay ahora donde antes sólo había miedo e
incertidumbre. Muchas veces temo lo que pueda venir, siento agobio al pensar
que el destino pueda ponerte una prueba demasiado grande, pero al final siempre
sabes hacer que se me olvide. Tan despreocupado y optimista, tan resiliente casi
sin querer.
Atrás ha quedado ese bebé pequeñito, cuyo futuro ha estado
en la cuerda floja tantas veces. Ahora, cuando te miro, solo puedo ver a ese
niño valiente que fue capaz de agarrarse a la vida, ver el otro lado y crecer
hasta ser el héroe en que te has convertido.
Irene Rodriguez Madrid, 28 de Noviembre 2018
Cuento nº 21
"Esperanza"
Desde
el devastador silencio de una velada sin tu calor, la noche cae y
solo me consuela saber que tu espíritu me acompaña.
El
viaje es largo; se hace eterno. El camino está repleto de obstáculos
que apenas conseguimos esquivar. Caer es una oportunidad para
levantarse con más fuerza, pero estamos hartos de tanto golpe.
La
vida es injusta y cruel. Nadie merece esto. ¡Qué más da! ¿Acaso
podemos elegir? No tuvimos especial suerte cuando barajaron nuestras
cartas, o tal vez sí.
Tal
vez sí, porque el dolor será efímero y porque algún día esta
pesadilla dará paso a un relato de luz y fantasía. Se intuye tan
lejano que cuesta imaginarlo, pero se encuentra ahí latente.
Me
cuesta horrores aconsejarte paciencia cuando la tienes prácticamente
agotada. A veces es preferible acompañarte sin más.
“Todo
pasa y todo queda”, decía el famoso poeta. Pronto tu enfermedad
quedará atrás, así como los episodios de insoportable dolor.
Permanecerán tu perseverancia y mi admiración. Llegará, al fin, tu
sonrisa.
Pasaremos
página. Sentiré nuevamente la paz de tenerte en mi regazo. Superaremos lo sucedido, no lo dudes. Lo superaremos juntos sin peaje
alguno. Los gigantes se tornan molinos cuando el amor guía nuestra
esperanza.
Vicente López Puertollano (Ciudad Real), 29 de Noviembre 2018
Cuento nº 22
"No quiero llegar tarde"
Cuento nº 23
"Persecución"
Cuento nº 26
"Reflejos"
Cuento nº 27
"El partido de nuestra vida"
"No quiero llegar tarde"
En estos días, previos a la llegada de la Navidad, al tiempo que se
iluminan nuestras calles y plazas, recibimos múltiples destellos de luz
publicitarios, los cuales vienen a enviarnos mensajes como:
"Contagia todo lo bueno de la Navidad"...
"Es posible no saber nada de nuestros seres más queridos y a la vez
saber todo de ciertos personajes"...
"Cuando volvemos a casa por Navidad, nos emocionamos y
lloramos"...
"Y ¡cómo no!, recordarnos año tras año, que lo mejor es
compartir"...
Todos estos mensajes que nos llegan al corazón, que nos traen los
mejores recuerdos de nuestros seres más queridos, especialmente de aquellos que
ya no están con nosotros, me lleva a hacerme la siguiente pregunta:
¿Por qué motivos, minuto a minuto, día a día, a lo largo de todos los
meses del año, no soy capaz de acercarme más a las personas que
quiero?
Dejarlo todo para Diciembre no es la mejor opción. Es desperdiciar un
montón de oportunidades, únicas e irrepetibles.
Si tardamos mucho en darnos cuenta de ese tiempo perdido, es posible
que pueda ser demasiado tarde.
Yo no quiero llegar tarde. ¿Y tú?
Isabel Moya Laguna de Duero (Valladolid), 30 de Noviembre 2018
Cuento nº 23
"Persecución"
Estoy en la cafetería, en breve mi abuelo acaba sus actividades. Aquí
llega. Me acerco para darle el primer beso del día, pero, sin darme
explicaciones, acelera y sale disparado.
Yo, entre sorprendida y asustada, me voy sin pagar mi colacao e inicio una
persecución por los pasillos. Sale a la calle, yo aún dentro, lo veo por la cristalera. Me estoy
poniendo muy nerviosa; a pesar de que
soy deportista no puedo alcanzarlo, esa dichosa silla corre mucho. Le grito
pero no me quiere oír, yo sigo corriendo, el corazón me va a estallar, se
dirige hacia el Tajo, dobla una esquina, lo pierdo de vista
unos instantes; respiro aliviada... lo vuelvo a divisar. Ya lo tengo
cerca….¡¡ ABUELOOOO !! ... Me paro, no
puedo más, tiro la toalla, se acabó. Pero, de repente, como si de Carlos Sáinz
se tratara, frena bruscamente derrapando hacia su derecha, girando ciento ochenta grados, quedando
mirando hacia mi…. Yo, entre sonrisas y lágrimas, le pregunto : ¿tienes algo que
decirme?... ¡Claro, que esta silla es maravillosa, Claudia, como tú!. Por
cierto, ¿has traído pan para los patos?.
Antes de responderle, alguien me
susurró: Señorita, despierte, su abuelo le está esperando, acaba de salir de
terapia.
Claudia Cimas Valladolid, 30 de Noviembre 2018
Cuento nº 24
"Elmer"
Elmer era un koala que hacía seis meses que se había independizado de sus padres porque ya estaba preparado para buscarse la vida. Además, había conocido a Hanna que, aunque era solo una amiga, presentía que la relación podía tener un futuro.
Un día de primavera se subió a un eucaliptus, se resbaló y se cayó de una de sus ramas rompiéndose las vértebras cervicales. Varios koalas lo llevaron con sus padres porque debido a la dependencia adquirida iba a necesitar ayuda de por vida.
Al principio iban a visitarlo los amigos pero cada vez las visitas se espaciaban más. Hanna fue a verlo también en dos ocasiones pero al poco desapareció sin decir nada.
A los seis meses del accidente, empezó a autocompadecerse. La madre le argumentó que no iba a conseguir nada con esa actitud victimista. Mejor será que te agarres a la vida apoyándote en tus capacidades y aumentar éstas hasta límites inimaginables. Además, hasta que la vida no te pone contra la pared no se puede saber hasta dónde uno puede ser fuerte y afrontar los problemas y superar las dificultades".
Mª Luz Garvín Navahermosa (Toledo), 30 de Noviembre 2018
Cuento nº 25
"Ruta 401"
Como cada día, afronto el desplazamiento con la ilusión de verte feliz. Se llevan las manos a la cabeza.“Descansa”, me dicen sin cesar. Ni puedo, ni debo, ni quiero.
Vicente López Puertollano (Ciudad Real), 4 de Diciembre 2018Cuento nº 24
"Elmer"
Elmer era un koala que hacía seis meses que se había independizado de sus padres porque ya estaba preparado para buscarse la vida. Además, había conocido a Hanna que, aunque era solo una amiga, presentía que la relación podía tener un futuro.
Un día de primavera se subió a un eucaliptus, se resbaló y se cayó de una de sus ramas rompiéndose las vértebras cervicales. Varios koalas lo llevaron con sus padres porque debido a la dependencia adquirida iba a necesitar ayuda de por vida.
Al principio iban a visitarlo los amigos pero cada vez las visitas se espaciaban más. Hanna fue a verlo también en dos ocasiones pero al poco desapareció sin decir nada.
A los seis meses del accidente, empezó a autocompadecerse. La madre le argumentó que no iba a conseguir nada con esa actitud victimista. Mejor será que te agarres a la vida apoyándote en tus capacidades y aumentar éstas hasta límites inimaginables. Además, hasta que la vida no te pone contra la pared no se puede saber hasta dónde uno puede ser fuerte y afrontar los problemas y superar las dificultades".
Mª Luz Garvín Navahermosa (Toledo), 30 de Noviembre 2018
Cuento nº 25
"Ruta 401"
Como cada día, afronto el desplazamiento con la ilusión de verte feliz. Se llevan las manos a la cabeza.“Descansa”, me dicen sin cesar. Ni puedo, ni debo, ni quiero.
Apenas
un bocadillo de corre prisa para llegar a tiempo. Recién salido del
trabajo, casi dos horas nos separan. La distancia es muy relativa
cuando la une el amor.
Atravieso
Ciudad Real; la ronda tiene bastante tránsito a estas horas. Encaro
la N-401 con rumbo a Toledo. Del Guadiana al Tajo; de tu barrio al
Hospital Nacional de Parapléjicos.
Me
paso el viaje pensando cómo animarte, centrándome en expresiones
variopintas que evoquen un futuro prometedor. El pasado no interesa.
El presente es un puente con lo que nos queda por vivir. Huyamos de
pretensiones grandilocuentes; disfrutemos de la sencillez.
Aparco.
Cruzo el jardín abriéndome camino entre los patos. Muchos pacientes
se agolpan a la entrada para aprovechar los últimos rayos de sol.
Ojeo el belén. Marco el tres en el ascensor. Me cruzo con
enfermeras, celadores… Allí estás tú. Un cosquilleo estremece mi
cuerpo. Mi cerebro se congela. Todo ensayo se desvanece cuando te doy
la mano y, al ver tu sonrisa, recurro a un simple y sincero “te
quiero”.
Cuento nº 26
"Reflejos"
Rutina siguiendo su ritual diario, me transportaba en la cajita metálica que desciende y abre sus puertas a un universo de obstáculos, a veces ajenos, otros intrínsecos a este personaje que escribe. Cada mañana al cruzar la esquina, buscaba mi imagen reflejada en el cristal del escaparate, me preguntaba cuánto me querría, y sí eso cambiaría.
En ese océano de preguntas sin respuestas, si el dolor pudiese chillar, ensordecería al mundo, y si fuera un color, sería tan intenso que cegaría. Las lágrimas que he derramado son preguntas sin respuestas, y por más lágrimas que derrame, sé que no las encontraré, ni el por qué, debería haber ocurrido algo diferente para que no ocurriera lo que ocurrió.
Tanto buscar un no lo sé, descubrí un sí que sé, ahora remaré con actitud, constancia y perseverancia porque todas tienen su gracia. Entreno y navego a estribor y babor, aunque alguna vez me sorprenda algún zambullón.
Respuestas no he hallado y sé que no volveré a caminar, o quizás sí, sé que navegaré a través de mis penas, mis sueños, sombras en la arena, reflejo en el escaparate, y en el esbozo de mi sonrisa cada vez que vea caminar mis metas.
Carmen Sánchez-Camacho Daimiel (Ciudad Real), 4 de Diciembre 2018
Cuento nº 27
"El partido de nuestra vida"
Todo
comienza en la sala de espera del Hospital.La impaciencia se mezcla
con unos cuantos cafés de máquina.
Por
mi cabeza todo circula muy rápido, pensamientos,recuerdos y
emociones.
Observo
el ir y venir de médicos, miro y quiero ver en sus ojos alguna
señal.
Analíticas,
resonancias, electros......
El
partido no ha hecho más que comenzar y el resultado final parece
incierto.
Tras
una ansiada espera, la doctora viene hacia mí, siento que no estoy
preparada para oír los resultados. El miedo a la realidad me hace
temblar.
"Sí,
efectivamente es una LM", asegura.
En
un instante, al tiempo que brotan las lágrimas, me surgen mil
preguntas:
¿Con
qué limitaciones y dificultades?, ¿Cómo podré ayudarle?...
Inmediatamente,
quiero saber todo lo necesario para saltar al terreno de juego.
¡¡Éste partido lo jugaré con él!!
Hoy,
después de haber vivido ésta liga, con pocos descansos y sin
prórrogas, sí la hemos jugado en dos tiempos:
En
la primera parte, hemos aprendido a jugar en tierra y con el campo
embarrado.
En
el segundo tiempo, hemos empezado a pisar el césped y a disfrutar de
un nuevo juego.
¡¡La
victoria será segura, aunque sea por la mínima y en el último
minuto!!
Isabel Moya Laguna de Duero (Valladolid), 4 de Diciembre 2018
Cuento nº 28
"El otro camino de Santiago"
Erase una vez en una bella localidad costera del Mar Menor, en Murcia. Disfrutaba de sus últimos días de vacaciones un entusiasta de los Caminos de Santiago y, tras un almuerzo.... crack, una caída y todo cambió.
Se despertó en el Hospital, totalmente inmóvil, no comprendía nada, solo escuchaba : "ya hemos pedido plaza en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo", todo se vino abajo. Al poco tiempo escucha : "la familia está contigo, no estás solo" y piensa....es hora de empezar un nuevo camino desde cero acompañado incondicionalmente por su pareja e hijos.
Una vez en Toledo, se van sumando nuevas sensaciones, apoyo incondicional de amigos y la profesionalidad del gran equipo humano, que hace posible que el día a día sea más llevadero, enseñándole de nuevo a ser más independiente.
Allí conoce una cantidad de héroes que como él se han visto inmersos en la misma situación y con su apoyo hace que cada día se levante con más fuerza y ganas de trabajar y aprender.
Y colorín colorado, este cuento no ha acabado ya que la vida y el camino continúan.
José Antonio Martinez H.N.P. 7 de Diciembre 2018
Cuento nº 29
"El chico de la cafetería. Lección de vida...."
Tengo
un familiar en el Hospital Nacional de Parapléjicos.
Veo
el esfuerzo y la lucha de todos los pacientes que allí se encuentran, la lucha de mi tío porque lo veamos bien. Mi
tío, MI HÉROE; ayer me vine feliz porque empezó a mover los dedos
del pie.
Ayer
fue un día especial. Había en la cafetería un chico, un paciente, que llamó mi atención.
Cada
vez que lo miraba estaba sonriendo .¡Qué
absurdos somos, qué poco valoramos lo que tenemos!, pasamos días
malhumorados teniéndolo todo.
Hoy
es lunes y nos fastidia tener que trabajar.
¡Qué
darían mi tío, el chico de la cafetería y todos los que hay allí
por ir el lunes a trabajar, porque todos los días fueran lunes si
con ello pudieran tener una vida “normal”.!
Gracias
por hacerme valorar pequeños gestos como peinarme, lavarme los
dientes o mover un dedo.
No
conozco su nombre. Solo sé que unos ojos y una sonrisa te pueden
marcar para siempre, personas
así hacen que el mundo sea un lugar mejor, te enseñan desde su
inmovilidad la grandeza de la vida.
Disfrutemos
cada momento y de cada persona que tenemos a nuestro lado. "La vida es
dura, pero es BELLA.”
Sandra Fernández Manzanares (Ciudad Real), 8 de Diciembre 2018
Voto por relato n° 21, "Esperanza".Me identifico con el contenido, además nunca debemos perder la Esperanza.
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