Cuento nº 10
"Tres Vespas"
Tres vespas le tocaron a mi bisabuelo Faustino en el sorteo por la compra de coñac Decano Caballero para su bar, tres vespas que aumentarían la dote de sus tres hijas. Por ello, prometió a sus futuros yernos qué si se prometían con ellas, las motocicletas serían para ellos.
¿Quién no iba a sucumbir en 1956 a tener una flamante vespa? Y simplemente por pedir la mano a su novia, con la cual tarde o temprano, acabaría casándose. Eso es lo que hizo mi abuelo y los novios de mis tías-abuelas, prometiéndose las tres hermanas al mismo tiempo.
Como buen jugador de póker, Faustino jugó bien sus cartas, y se guardó un as bajo la manga. Cuando se iba a casar la primera de sus hijas (mi abuela), Faustino vendió las tres vespas realizando así una jugada magistral; casó a las tres hijas y se quedó con las ganancias de la venta. Para invertir dijo...
Me encanta que mis abuelos me cuenten la historia de cómo empezó su matrimonio, con humor y simplificando algo tan importante en nuestras vidas, como es el amor y la creación de una familia.
Basado en hechos reales.
Patricia Gutiérrez Calahorra (La Rioja), 22 de Noviembre 2018
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ResponderEliminarQué bonito, Patricia!! Me ha emocionado.
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