Se dice pronto pero hoy hace treinta años que empecé mi andadura en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo.
Antes
La foto fue tomada junta a otra de grupo para el 25º Aniversario del Hospital Nacional de Parapléjicos en 1999. Estas fotos están en una Especial gráfico que se editó a propósito de ese Aniversario.
Foto en la Unidad de Psicología del antiguo Hospital tomada por Carlos Monroy. |
Foto actual por Carlos Monroy |
He aprendido mucho en estos treinta años y, a pesar del paso del tiempo, no deja de sorprenderme la fortaleza del ser humano y su capacidad de rehacerse ante pérdidas de gran envergadura.
Aún recuerdo el primer paciente que vi ese día, Fernando, un médico que limpiando su piscina, como acostumbraba a hacerlo cada año, se cayó y se quedó parapléjico. Fernando vivió la lesión como si se tratara de un castigo y no fue capaz de afrontarla bien y ser capaz de trascender ese sentimiento de injusticia que lo torturaba cada día : " Por qué a mí". Su actitud me reafirma en que los factores pronósticos de adaptación no están relacionados con el alcance del daño sino con el estilo propio de afrontamiento y el sentido que demos a nuestra existencia.
Pueden imaginarse los seguidores los de miles de pacientes que he tratado en estos treinta años. Mirando en perspectiva, tengo que decir que los cambios sociales, las crisis y las pérdidas de valores e ideales, se han dejado sentir en los pacientes y familias que he atendido. Paro, familias desestructuradas, inmigración, envejecimiento poblacional, son un continuum en la rehabilitación integral de los lesionados medulares.
Volviendo al sentimiento de injusticia y después de ver que muchos de nuestro pacientes mayores han vivido una guerra, han pasado miseria y hambre, han sufrido maltrato y han vivido condiciones, muchos infrahumanas, no es de extrañar que ahora, cuando habían sido capaces de sacar la familia adelante, pagar la hipoteca y disfrutar de los últimos años, la lesión la consideren "injusta", algo que no debería de pasarle a ellos sino a otros.
Quien esté leyendo esta entrada y su familiar lesionado sea niño o joven, pensarán del mismo modo que no es justo que les suceda en la flor de la vida. Aún así, no puedo dejar de afirmar que ser joven cuando se contrae la lesión es un factor pronóstico de adaptación.
Volviendo al aprendizaje que el paso por el Hospital Nacional de Parapléjicos me ha dejado, debo decir que no solo me ha enriquecido profesionalmente sino personalmente y es algo que repito a cada nuevo profesional que viene a formarse. Quien ha pasado por el Hospital sabe que es un Hospital muy carismático. A mí me gusta decir que es muy adictivo y que no solo engancha a los pacientes, muchos de los cuales echan el ancla y no quieren marcharse, sino también a los profesionales.
Por suerte no he perdido la motivación y el entusiasmo y creo que sigo dando todo para hacer la vida más fácil a quienes tienen que recorrer este camino. Me siento muy afortunada por pertenecer a la plantilla de este Hospital y trabajar en lo que me gusta. Siempre digo que este trabajo es para mi como el zapatito de Cenicienta, se me ajusta perfectamente a mi perfil.
Desde aquí quiero agradecer a todos los pacientes y familiares que me enseñaron a valorar las cosas verdaderamente importantes, a dotar de sentido mi vida y a no quejarme.También a todos los seguidores del blog que aún nos leen, a los que les seguimos aportando algo.
Dejo esta canción que en su día colgara "Seguiremos" porque yo "Seguiré"
https://www.youtube.com/watch?v=Cw9zqkhZxQA
Enhorabuena por tu trabajo durante tantos años.
ResponderEliminarGracias, Mila, por estar ahí.
ResponderEliminarDama, Enhorabuena, por ese largo caminar y pon una labor de inmenso valor.
ResponderEliminarPor todo lo que se aprende en el día a día y por ese apoyo, mental y físico que imparte.
Es complicado y difícil pero bien demuestras que no es imposible, el afrontar la vida con una lesión de nuestras características.
Un abrazo fuerte y una inmensa sonrisa
aaa.
Muchas gracias, Manuel, por tu entrañable comentario. Me alegra que hayas vuelto a asomarte a esta ventana.
ResponderEliminarOtro abrazo cargado de cariño y sonrisas.
He tenido la "fortuna" de conocerte recientemente. Cuando digo esto, soy consciente de que cuando viene una enfermedad a verte, la parte más positiva de todo el "embrollo" es la posibilidad de conocer a personas como tú, dedicadas a ayudarte cuando más lo necesitas.
ResponderEliminarPor todo ello, gracias y enhorabuena por esa extensa trayectoria en éste importante Hospital, en el cual siempre se deposita una llama de esperanza.
Por cierto, os animo a participar en éste blog, a mí, al menos, me carga las pilas!!!
Un fuerte abrazo.
Javier (Valladolid)
La verdad, Javier, es que a veces me corto cuando me despido de los pacientes y su familias y les digo: "Encantadas de conocerlos".Está claro que hubiera sido mejor no habernos conocido porque eso supondría no haber contraído la lesión. Ello no depende de mí pero lo que sí depende es dar lo mejor de uno y poder mitigar el dolor y ayudar a la búsqueda de estrategias orientadas a paliarlo.
ResponderEliminarGracias, Javier, para mí ha sido también un placer y un descubrimiento conocerte/conoceros.
Puedo afirmar, que he descubierto verdaderos amigos en esta etapa de mi vida.
ResponderEliminarSiempre puede verse un lado positivo en todo esto.
Un saludo y un abrazo de ánimo a todos.
Javier.
Sois muchos, tanto pacientes como familiares, los que habéis creado verdaderos lazos para toda la vida y crecido como personas.
ResponderEliminarHola Mª Ángeles:
ResponderEliminarQuiero agradecerte mucho tu gran labor, tu paciencia y tu gran entrega.
Has estado en los momentos más dificiles que he tenido y tus entradas han sido un refugio y como un vaso de agua refrescante.
Muchas felicidades por tu duro trabajo.
Te mando un gran abrazo desde México.
Adry
Pero...............¡qué sorpresa! ¡Qué ilusión verte asomada de nuevo a esta ventana, Adry! . Tu nutriste este blog con comentarios muy positivos y también fuiste paciente y constante. Gracias y abrazos desde el otro lado del Océano.
ResponderEliminarFelicidades por esa jartá de años, que llevas en el HNP!
ResponderEliminar-Como tikismikis que soy, decirte que yo te he visto con pelo corto, y no te conocí hasta septiembre de 1997. No creo que sea por verte en alguna foto, pero casi juraría recordar decirte yo: "Te has cortado el pelo" en alguna de mis revisiones.
-Espero verte pronto, (de visita).
Besos
Pues está acertada tu observación porque esa foto junto con otra grupal (todo el equipo) se hicieron para el 25º Aniversario del Hospital en 199. Así que he tenido el pelo corto en dos etapas de mi vida adulta, jejej
ResponderEliminarRectifico ahora la leyenda de la imagen. Gracias.
Ahora que vuelvo a tener dos manos, aunque una esté tonta, te comento...
ResponderEliminarEnhorabuena Mª Ángeles, treinta años no son nada... pero si para los que nos has tenido que ayudar a superar tantas cosillas.
Qué puede decir La Chica del Jardín, eres una profesional de toma y daca, y además, en mi caso, considero que eres una gran amiga, aunque la distancia nos separe.
Aún recuerdo el día en que Marín me encomendó a tus cuidados y mis reticencias con los psicólogos, por lo que conocía de educación... Menos mal que hice caso y fui a tu consulta, nunca se me olvidará aquella primera visita... ufff
Haces una labor encomiable, no sólo en la consulta sino en los grupos, blog, correo... Por mi parte olé
Aunque no lo creas, hablo mucho de tu labor, especialmente a los adolescentes con los que me toca trabajar...
Si algún día tengo tiempo y estudio psicología... quiero ser como tú
La mano no da para más
Te quiero un montón, besos y cazuelitas de...
Gracias por partida doble, amiga, teniendo en cuenta que tu brazo está en proceso de rehabilitación.
ResponderEliminarNunca es tarde. Me alegra saber que te ayudé a cambiar la imagen que tenías de la Psicología. Serás una buena psicóloga si te animas a estudiar la disciplina, no lo dudes.También puedes ayudar mucho y lo haces, desde tu ámbito.
Yo también os quiero.
Enhorabuena por esos 30 años,me acuerdo el dia que llegamos con Sebas lo que me conforto el hablar contigo.Enla primera fotografia como en la de ahora desprendes ternura y bondad.Un abrazo Asun.
ResponderEliminarGracias, Asun. Me alegro que te sintieras bien acogida. Nos ha unido una buena amistad durante estos años.
ResponderEliminarEnhorabuena por esos 30 años. Cuando supe que mi hijo tenía una lesión cerebral que conllevaba una discapacidad me preguntaba por qué a mi. Luego me di cuenta que no había un motivo, es simple estadística, a alguien le tiene que tocar.
ResponderEliminarEsa actitud tuya es el mejor modo de enfrentar lo que te tocó vivir y de disfrutar de tu hijo.
ResponderEliminarGracias por el seguimiento y comentar.
Que ven mis ojos! Que espectacular cambio y para bien!!! Los años te han sentado realmente bien, por fuera se ve en la foto y por dentro también se palpa y asi lo podemos comprobar los que desde hace relativamente poco te conocemos.
ResponderEliminarDesconocía que eran 30 los años que llevabas, pero con tu profesionalidad es notorio al tratarnos que ahí detras no hay dos días, ni siquiera cientos y si miles! Y son miles de sonrisas las que habrás conseguido sacar en los peores momentos de algunos de nosotros y todo gracias a tu empatia y tu gran profesionalidad.
Y gracias a nosotros no, gracias a ti por estar ahi y guiarnos en esta burbuja
Gracias. Se ve que me miras con buenos ojos. Me alegra haberte aportado algo.
ResponderEliminarHaberme aportado algo no, haberme aportado tanto!!! cada día que te he visto he tenido cosas de las que aprender y reflexionar, uuuufff...
ResponderEliminarEs la mayor satisfacción que puede tener un profesional, dotar de sentido su trabajo. Gracias, una vez más.
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