Ignacio Pérez de Vargas, expaciente y seguidor del blog, nos regaló este Testimonio de su paso por el Hospital que compartió en la Revista Infomédula.
https://issuu.com/infomedula/docs/infom_dula_46
Yo he querido colgarlo también en el blog para el que no acceda a la revista y sea seguidor nuestro.
Ignacio Pérez de Vargas |
1.-
Hospitalización.-
He permanecido ingresado en el HNP durante nueve meses, desde el día
28 de agosto de 2018 hasta el día 30 de mayo de 2019, como
consecuencia de una lesión medular grave, causada en un accidente
doméstico.
Se
trata de la primera hospitalización a lo largo de mi vida, nunca
podría haber imaginado que la estancia en un hospital, podría
convertirse en una experiencia vital extraordinaria, en sentido
positivo, desde un punto de vista humano.
Esta
valoración positiva obedece, de una parte, al tratamiento prestado
por el personal sanitario ( médicos, enfermeras, auxiliares y
celadores de la planta C 3, y a su vez, Fisios y Terapeutas de los
distintos departamentos ), con alta dosis de generosidad, manifestada
en el cariño puesto en la realización de sus funciones, y de otra
parte, a la solidaridad entre los compañeros hospitalizados como
consecuencia de lesiones medulares de distinta entidad, manifestada
de forma continua, viviendo los avances individuales de cada uno de
nosotros, como si fueran de todo el colectivo.
2.-
Trascendencia de la movilidad de nuestro cuerpo.-No
hay duda que la lesión medular produce una transformación de
nuestro cuerpo, afectando fundamentalmente nuestra movilidad, en
mayor o en menor medida, en función de la gravedad de la lesión y
de otros factores. La cuestión que deberíamos plantearnos es si esa
transformación, que lleva consigo la modificación de nuestra
movilidad, afecta o no a la esencia de nuestro propio
yo,
es decir, si produce una alteración cualitativa de nuestra entidad
individual, si dejamos de ser la persona que éramos y pasamos a ser
una persona diferente, como consecuencia de la lesión medular.
La
contestación a esta pregunta es clave, para definir nuestra actitud
ante las consecuencias de la lesión medular. No dudamos de la
importancia que tiene la movilidad de nuestro cuerpo, en el
desarrollo del día de nuestra vida, por ello, la reflexión es
trascendente, y aunque, en apariencia, pudiera parecer que una
modificación de nuestra movilidad pudiera resultar esencial para
nuestra entidad, como persona, en mi opinión, resultando la
movilidad un extremo importante en nuestra vida, mantenemos nuestra
esencia como persona, es decir, seguimos siendo la misma persona, con
nuestras cualidades intelectuales y emocionales intactas, que en
definitiva son las que definen nuestra identidad como personas.
Debemos
resaltar la importancia de este extremo, en este sentido, podemos ver
compañeros que llevan años afectados por la modificación de la
movilidad de su cuerpo, que nos visitan para hacer sus revisiones
periódicas, mostrando títulos universitarios conseguidos, libros
escritos, etc.…, en definitiva, evidenciando que sus cualidades
intelectuales han permanecido intactas, incluso han sido
desarrolladas, sin ningún tipo de limitación, como consecuencia de
la lesión medular.
De
otra parte, nuestras cualidades emocionales han mejorado, resultando
más intensas nuestras relaciones afectivas con otras personas, como
familiares, amigos y compañeros, y a su vez, somos más sensibles
ante el afecto , que recibimos desde el exterior.
En
conclusión, si hacemos un análisis detenido de nuestro perfil
humano, podremos concluir que la esencia de nuestra persona, no ha
sido afectada por la lesión medular, ya que mantenemos intactas
nuestras cualidades intelectuales y hemos mejorado nuestras
cualidades emocionales, en definitiva, seguimos manteniendo nuestra
capacidad de entendimiento, comprensión y comunicación con las
personas que nos rodean, y a su vez, hemos mejorado nuestra capacidad
para vivir de forma plena, disfrutando de nuestras relaciones
afectivas con los demás, saboreando los momentos de alegría que con
seguridad tendremos al igual que el resto de las personas que nos
rodean, y como no, gozando de los placeres que la vida nos ofrece en
las mismas condiciones que el resto de los mortales, y por supuesto,
como no podría ser de otra forma, también mantenemos intactas
nuestra capacidad emocional, para sentir la ausencia de afecto, para
llorar en los momentos de tristeza y para sufrir ante el dolor.
La
esencia de la vida es así, amor y odio, alegría y tristeza, placer
y dolor, luz y oscuridad, hasta llegar al final del camino.
Estoy
escribiendo estas líneas, en un punto geográfico, cerca del
estrecho de Gibraltar, desde el que puedo ver los picos de la
cordillera del Norte de África, continente que alberga 1260 millones
de habitantes, la mayoría sobrevive, dedicando toda su fuerza a
localizar la comida del día a día, hasta el extremo que muchos de
ellos arriesgan sus propias vidas, atravesando territorios hostiles
y el mar Mediterráneo, en barcas de goma, con escasas posibilidades
de llegar con vida a nuestras costas.
El
párrafo anterior, tiene sentido, en el actual contexto, para el
supuesto que alguien piense que no ha sido afortunado.
Debemos
recordar que vivimos en un mundo, lleno de circunstancias aleatorias,
en el tiempo y en el espacio, que condicionan nuestras vidas, sin
control alguno por nuestra parte, por ello, la conclusión no puede
ser otra que disfrutar la vida de forma intensa, por ser un
privilegio que nos ha sido concedido, en un momento histórico único
y en un país, con servicios públicos, como la sanidad, de mi primer
orden.
3.-
Funciones del HNP.-
Cuando fui ingresado en el Hospital, solo pensaba en la
rehabilitación física, dirigida a recuperar la movilidad de mi
cuerpo, sin embargo, pronto pude comprobar que siendo ese tema
importante, existían dos factores que los pacientes deberíamos
entender, de una parte, con la finalidad de asimilar la lesión
medular, y de otra, prepararnos para volver a la sociedad, con la
normalidad propia, derivada de ser una persona con facultades
intelectuales y emocionales intactas, sin olvidar la modificación de
la movilidad de nuestro cuerpo.
En
conclusión, en mi opinión, y desde mi punto de vista, como persona
afectada por una lesión medular y que ha permanecido durante nueve
meses, ingresado en el HNP, debo reconocer que siendo importante la
rehabilitación física, llevada cabo por un equipo cualificado a
nivel profesional, no lo son menos las otras funciones, dirigidas a
que asimilemos la lesión medular como tal y sus consecuencias, y a
su vez, nos preparemos para volver a integrarnos en la sociedad a la
que pertenecemos.
La
generosidad en el tratamiento a los pacientes, con la que han actuado
los equipos sanitarios de los distintos departamentos del HNP, es la
columna vertebral, sobre la que está construido el proceso integral
de rehabilitación, entiendo que es un reconocimiento justo y
necesario a los citados equipos, que deben de servir como ejemplo, en
la prestación de servicios públicos sanitarios.
En
conclusión, el tratamiento recibido durante mi estancia en el HNP,
por parte del equipo sanitario, y a su vez, el sentimiento solidario
de compañeros y compañeras con lesiones medulares, de distinta
entidad, me ha permitido valorar mi estancia de nueve meses en el
HNP, de forma positiva, como experiencia vital extraordinaria,
habiendo crecido y mejorado como persona, en el aspecto humano.
Estepona,
a 30 de junio de 2019
Ignacio
Pérez de Vargas
Muchas gracias, Ignacio, por compartir tu experiencia.
Me comenta Ignacio que ha compartido la entrada con un amplio grupo de amigos y estos son algunos de los comentarios que ha recibido aunque no los han volcado en el blog. Aprovecho para compartirlos con los seguidores.
- Ignacio : has sido y eres un ejemplo de lucha y superación para todo el mundo, pero sobre todo para los más jóvenes que a veces nos olvidamos de la esencia de lo que muy bien explicas en el artículo.
- Hemos aprendido contigo, luchado contigo, nos hemos preocupado contigo y nos hemos alegrado. Compartir la vida contigo y participar contigo en ella nos ha hecho crecer.
- Me alegro muchísimo de tu reacción a la nueva vida que disfrutas hoy día después del accidente. Estoy convencido que compartir tu experiencia y tu sentir, ayudará muchísimo a personas que estén pasando hoy día por este duro trance o cualquier otro parecido .
- Has dado muestras de cómo un ser humano, que hasta aquél fatídico día había vivido sin el sufrimiento de verse impedido en su movilidad, se convierte en peregrino de sí mismo y es capaz de encontrar la fortaleza interior para superar esa desgracia y, además, con una permanente sonrisa en los labios.
- Creo que el artículo resume bastante bien tu experiencia durante esa hospitalización y que será útil y esperanzadora para otros afectados en ese Centro, así como de reconocimiento al personal que les atiende. También he echado un vistazo a la Revista, que es completísima, y demuestra que en ese sitio no están parados, sino que trabajan en todos los sentidos. Admirable.
Ignacio, coincido plenamente en tu testimonio, por cierto muy bien redactado. La generosidad y humanidad del personal de este Hospital es digna de destacar.
ResponderEliminarYo me quedo con eso y con la conveniencia positiva de asimilar y asumir las nuevas dificultades a las que nos enfrentamos.
Un saludo.
Javier Lázaro (Valladolid)
Gracias, Javier. Espero que no perdamos esos valores y que los profesionales sigamos dando lo mejor de nosotros tanto desde el punto de vista técnico y de cualificación como humano.
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