Cuento nº 18 "Doblar una sábana"
No sabes lo difícil que es doblar una sábana hasta que lo haces sola. Intentas juntar cada esquina para que quede perfecta, pero al final no quedan bien, los bordes no quedan juntos. Quizá se necesiten dos para doblarla. Pero, qué más da, ¿a quién le importa que una sábana quede perfectamente doblada? Bueno, quizá a mi madre, porque no hay nadie que deje las sábanas tan perfectamente dobladas como mi madre.
Puede que hable de la sábana como una metáfora de la vida. Pues al igual que la sábana es difícil doblarla uno solo, la vida y sus obstáculos siempre es mejor afrontarlos junto a alguien, y si es una madre mucho mejor. Una madre y la familia es lo que al final nos queda.
Así que cuando la veo en esa silla, sé que yo también voy subida. Las dos empujamos esas ruedas, porque es más fácil.
Pero yo sé que ella es muy fuerte, más de lo que pensábamos. Cuando ella sonríe lo ilumina todo, es luz y con su luz podrá con esto. Superará todos los obstáculos, es una guerrera. Por escudo, el amor de su familia, por espada, su constancia, su sonrisa, sus ganas, sueños…
Esta silla no lleva manual, pero encontraremos las instrucciones. Al final ella sabe que yo estaré aquí para doblar la sábana.
Mª José Zamora Murcia, 8 de Noviembre de 2020
Mi voto es para ti porque eres mi felicidad ❤️
ResponderEliminarMi voto es para vosotras, guerreras! ✨
ResponderEliminarMi voto es para esta familia de guapas y luchadoras, que se comen el mundo por donde pasan ❤️
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