viernes, 15 de enero de 2021

Accesibilidad Sexual


Hoy quiero hablar de este Servicio que Aspaym Baleares ofrece a sus usuarios. Se trata del Servicio de Accesibilidad Sexual (SAS).

Fabiola Moro, antigua paciente del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, me puso en contacto con Iván García, Educador Social y Sexólogo

https://www.facebook.com/IB3org/posts/5225817234110565


ACCESIBILIDAD AL DERECHO A LA SEXUALIDAD.
“Quiéreme o no me quieras, pero no castres mi sexualidad”.

¿Puede una persona con una discapacidad física observable resultar atractiva?
¿Qué sucede cuando la diversidad funcional no deja pruebas materiales en el plano afectivo-sexual hasta que se pone manos a la obra?
¿Realmente las personas con diversidad funcional cuentan con recursos para acceder a una vida afectivo-sexual plena?
Es primordial romper barreras de accesibilidad como pueden ser las personales, físicas, psicosociales y profesionales que impiden a las personas diverso funcionales alcanzar una vida sexual plena que se ajuste a sus características y necesidades individuales.
“Cuanto más diferentes somos de la norma, menos expectativas tienen nuestros familiares, amigos y médicos con respecto a nuestra sexualidad y menos nos permiten ejercerla.”- Persona con lesión medular-.
Todavía es necesario sensibilizar y concienciar a la sociedad y a los distintos agentes sociales y comunitarios para favorecer actitudes de empatía y respeto y a la vez disminuir prejuicios y creencias asociadas tanto a la discapacidad, como al género, a la orientación sexual y otras circunstancias personales.
Se tiene que tener en cuenta que la sexualidad no solo es una función biológica, sino también una fuente de intimidad, de comunicación de sentimientos y afectos. Los derechos sexuales de las personas se deben reconocer y garantizar como parte de los derechos humanos universales basados en la libertad, la dignidad y la igualdad.
Se prioriza la rehabilitación y tratamiento físico y/o relacionados con las pluripatología quedando el componente sexual relegado a un segundo plano impidiendo su rehabilitación integral.
Es hora de concienciar de que las personas con discapacidad no pierden su sexualidad (asexualidad), ni son niñ@s etern@s, ya que fomentar esta creencia, nos restaría la posibilidad de crear un proyecto de vida personal afectivo y/o familiar.
La sexualidad humana es más compleja que un mero intercambio de fluidos, palabras, tactos entre cuerpos (cuerpos sobre los que la filosofía ha pensado poco) (Sáez, Brncic, Teixidó, 2018).
El deseo sexual implica elementos personales, físicos, psicológicos, biográficos, sociales y culturales constitutivos de un organismo poseedor de un mundo interior y abierto hacia el exterior, a quien afectan las cosas. Nadie debería impedir esa dimensión, algo que hemos hecho —por acción o por omisión— en el colectivo de las personas con diversidad funcional.
La sexualidad de las personas con diversidad funcional es un aspecto más de su vida, que tiene que tomar fuerza y visibilizarse. Así pues, no estamos reivindicando una especial protección o trato, sino derechos humanos que, para poder ser ejercidos, requieren de apoyos.

2 comentarios:

  1. Mil gracias María Ángeles por dar a conocer a través de tu blog este servicio tan interesante.

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  2. Gracias a vosotros. Todas las iniciativas son bienvenidas y provechosas y es bueno compartirlas.

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