En esta obra se plantean las experiencias de estrés en nuestra vida cotidiana, experiencias que son como la vida misma porque no hay vida sin estrés. Trata por eso del miedo, la ansiedad, la angustia, la tensión, el desasosiego, las cavilaciones, las noches de insomnio, los quebraderos de cabeza que nos producen la presión y la carga de las fuentes de estrés, como los ajetreos y contrariedades de cada día, los conflictos de las relaciones interpersonales, la agresión y el maltrato, la indefensión de un paro de larga duración, la inquietud y la incertidumbre de una enfermedad incapacitante, la muerte de los seres queridos, y tantas otras. De una manera clara, sencilla y didáctica, el libro nos adentra en las entrañas de la experiencia de estrés para conocer cómo y por qué puede afectarnos tanto y llegar incluso a dañar nuestra salud. Contiene guías prácticas para afrontar el miedo, la ansiedad, la angustia y las obsesiones, para organizar el tiempo y las tareas de manera que no nos desborden y que nos permitan encarar con firmeza las amenazas y la hostilidad, para decir resueltamente que no a la humillación y al abuso, para «encender la vela en lugar de lamentar la oscuridad». También ofrece estrategias para responder a la angustia que nos hace decir «me falta el aire» con la respiración profunda y a la tensión que tensa los músculos y llega a producir contracturas, cefaleas y dolor de espalda, con la relajación que nos libera de esa tensión. Sin duda, es una propuesta de vivir a fondo las experiencias gozosas de la vida porque también ellas dan sentido a la vida cuando el estrés nos la complica o nos la amarga.
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