Hace tiempo que quería escribir de la experiencia del voluntariado de Elena Batalla en Lourdes. Elena, que siempre ha estado ahí dispuesta a echar una mano a los demás.
Refiere que esa experiencia y el contacto con los enfermos y con el resto de voluntarios, le ayudó a afrontar mejor su propio duelo, la perdida de José Luis Montoya, su marido. "Pasé unos días intensos al servicio de quienes me necesitaban", comenta.
Nos dice que volverá el año que viene.
Gracias, Elena, por tu generosidad y por ese saber hacer el bien que tanto bien hace y te hace.
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