lunes, 16 de enero de 2012

¿De qué hablamos : sexo bueno o buen sexo?

Dado que la entrada que hice bajo el título "Sexualmente válidos" es la que más consultas o visitas ha tenido, pensé que ya que el tema suscita tanto interés, sería bueno profundizar más.
El título de la presente entrada, surge de la reflexión que hice a partir del libro del filósofo Javier Sádaba "La vida buena"en la que diferencia entre "disfrutar de los placeres inmediatos conocido como la "buena vida" y la "vida buena" donde uno tiene que crecer y desarrollar los aspectos más humanos.
Pensé que esta dicotomía se podía aplicar también al sexo. Cuando hablo de "el sexo bueno", me refiero a aquéllos registros relacionados con la sexualidad basados en la calidad de las relaciones, de los intercambios en términos de "mi satisfacción empieza en tú satisfacción". Es un "slow sex" del que ya hablé en la anterior entrada, sin prisas, donde la imaginación y la fantasía no tengan límites. Un sexo innovador, sugerente, que contemple facetas antes nunca descubiertas o territorios antes nunca explorados. Un sexo de diálogo.
Por "buen sexo" entiendo el sexo al uso, el que se viene practicando habitualmente, el del "aquí te pillo, aquí te mato"y ligado a la expresión "tío bueno o tía buena", el sexo a primera vista centrado en los atributos físicos, en cuerpos bellos y medidas perfectas.
A pesar de que cuesta adaptarse a las pérdidas sexuales tras sufrir una lesión medular, me sorprende la capacidad de adaptación tanto de los como de las lesionadas medulares sobre todo si son jóvenes o de mediana edad. Cambiar el enfoque es más difícil en las personas mayores independientemente de lo activas que sean desde el punto de vista sexual.A éstos les va a costar más relacionarse de un modo no genital.
Si nos hacemos una serie de preguntas tal vez nos ayude a reflexionar : ¿Amamos con los genitales o con la cabeza y el corazón?; ¿Está el sexo en los genitales?; ¿Qué entendemos cuando hablamos de sexo?; ¿Es el orgasmo solo una respuesta fisiológica del organismo o toda una experiencia placentera?.
Me gustaría concluir estas reflexiones diciendo que de este enfoque se pueden beneficiar todas las personas y, especialmente, las personas con diversidad funcional.

2 comentarios:

  1. La vida buena se debe conquistar. Debe ser un proceso, un trabajo (en el buen sentido), un proyecto, una serie de objetivos (organizados o no), una secuencia de logros. El sexo bueno también.
    Amamos con todo nuestro ser y eso incluye también nuestro sexo. Y el sexo no solo son los genitales.

    Ahora, en mi caso personal (como en el de muchos lesionados medulares), no poder llegar a tener un orgasmo fisiológico, es un duelo a asumir. Pero esto no exime de seguir en pos del sexo bueno.

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  2. No sólo los hombres sino también las mujeres sienten las pérdidas y echan de menos el "orgasmo fisiológico" aunque el modo de vivir la pérdida sea diferente.
    Cada vez veo más hombres que descubren nuevos caminos en la relación amorosa (el valor de una caricia, de un susurro, de una mano, de zonas erógenas antes no exploradas, etc.)
    El crecimiento en el terreno de la sexualidad también es posible. ¡Cuántas personas, cuántas parejas no estaban, en parte, cansadas de monótonos cortejos, de iguales posturas y de sexo aburrido!
    Si, como dice F.Vañó, la silla pasa mucho tiempo en la cabeza del l.m. y hay que ponerla en el culo, se puede hacer otra traslación y , en el tema que nos ocupa, el sexo debería de pasar de los genitales a la cabeza

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