A pesar de que no soy muy partidaria de celebrar este tipo de acontecimientos, como el 11-M o el 11-S debido a que hace que las "víctimas" no puedan acabar de rehacerse de las pérdidas o secuelas, así como de los daños colaterales sufridos, no puedo dejar de pensar en algunos de mis pacientes que quedaron parapléjicos a consecuencia del atentado sufrido el 11-M.
El título de esta Entrada lo tomo prestado del que utilicé en el Libro "Afrontando la Lesión Medular" para hablar de un paciente que perdió un hijo en el 11-M y años después sufrió en carne propia un Síndrome de Guillaim Barré.
Toda lesión que ha sido consecuencia de un acto intencional, es peor asumida, sin duda, que aquella producida por una accidente fortuito aunque el nivel o alcance de la lesión sea el mismo. Los atentados terroristas se encuentran entre este tipo de acontecimientos.
La mirada hacia atrás, ese flash back continuo que se produce cada año como al que hoy asisto cuando abro el Google y veo el lazo o enciendo la radio y oigo los gritos de horror que se repiten como si hoy fuera el 11-M de 2004, hacen que sea más difícil olvidar. Pienso que si a mi me afectan y me "ponen la carne de gallina" ¡cómo no les va a fectar y traumatizar a los que lo sufrieron en primera fila!.
Hoy me dirijo especialmente a aquéllos que no han podido o sabido pasar página y perdonar y se han quedado "enganchados" en el suceso con lo que ello resta de oportunidades para seguir viviendo y ser feliz.
Ojalá y que NUNCA se repitan acontecimientos de esta magnitud.
11 de marzo de 2004, me levanto y veo a mi madre pegada a la tele llorando, "fijate lo que ha pasado, y no se puede llamar a ningun móvil, esta todo colapsado" me dice.
ResponderEliminaren el Corredor del Henares, de donde partian esos trenes, todo era miedo e incertidumbre.
Puse un mensaje a mi amiga, que desgraciadamente estaba en el tren, me contestó su novio varias horas despues, diciendome que si estaba en el tren, que habia vuelto a casa en un taxi, que estaba bien, pero muy impactada, volvió al trabajo dos meses despues de terapia psicologica.
Conseguimos hablar con mi hermana, que aunque era dia de huelga, había quedado para ir a hacer un trabajo a la biblioteca, ella estaba bien, había salido mucho antes de esos trenes.
Durante los días sucesivos, oias todo tipo de historias.
Lo peor es saber que cualquiera por uno u otro motivo podría haber viajado en esos trenes, que tu vida podría haber estado allí.
Yo me uno a ese lacito negro del google, entiendo que algo así no se puede olvidar.
Es verdad, es como la campaña tan acertada de AESLEME "Te puede pasar a tí". Todos somos víctimas potenciales. Espero que no tengamos que presenciar más atentados de este tipo.
ResponderEliminarYa veo que no será la primera o primer seguidor del blog que tenga algo que recordar de ese día. menos mal que tu familia y amigos corrieron más suerte.
Gracias por entrar al blog.
Ese día lo recuerdo como si fuera hoy mismo. Una alumna de 14 años que no había llegado al cole, a veces venía en tren y pasaba por Atocha, sus compañeros acongojados, yo, su tutora en aquel día, intentando suavizar el asunto, llamando a cualquiera que pudiera darnos razón de por qué no había llegado, no conseguimos contactar con la familia hasta bien entrada la mañana, "ESE DÍA NO COGIÓ EL TREN".
ResponderEliminarA las 12:00 hicimos varios minutos de silencio, aun veo a mis chicos/as de 1º de bachillerato, salir silenciosos al pasillo, agarrándonos unos a otros sin saber qué hacer. Las caras de los chavales ¡decían tanto!, fue un horrible día en la existencia de todos los que vivimos en este país.
También tengo que valorar a la población de Madrid (supongo que también de los alrededores), ante tal desastre todo fue SOLIDARIDAD, AYUDA AL PRÓJIMO.
Psicólogos y Psiquiatras en aquella morgue gigantesca (conozco varios que estuvieron de voluntarios), con un par!.
Fue horrible y la memoria histórica nunca lo borrará de nuestras vidas.
Aún se me pone la carne de gallina y se me encoge el corazón al recordarlo.
Conozco a un chaval de unos 12 años, que tuvo la desgracia de sufrir con sólo tres años lo que después sucedió en Leganés, creo que aún tiene secuelas, no podía entrar en su casa ya que el hospital de campaña estaba en la puerta, vivía a escasos metros del piso donde se inmolaron los terroristas. Nunca ha hablado de ello, pero su madre piensa que su subconsciente lo tiene muy presente.
Me uno al Post, aunque no se quiera recordar, sin querer se recuerda
Gracias por tu Comentario en Memoria de todos los que sufrieron y siguen sufriendo las secuelas psicofísicas.
ResponderEliminar“PODRÍA HABERTE TOCADO A TI”: ¿No suenan a lotería y egoísmo este tipo de lemas? Sin pronombres personales, sin aludir a sorteos, convendría trabajarlos mucho más. Sin exculpar en absoluto al terrorista, creo que con la publicidad nosotros mismos nos nutrimos en exceso de los muy ciertos horrores, terrores o como queramos llamar a tanta injusticia y tanta mala incertidumbre, al mismo tiempo que de tantas falsas felicidades, en el increíblemente desordenado orden del mundo.
ResponderEliminarGracias por traer esta reflexión al blog, Manuel, que en parte comparto.
ResponderEliminarEs verdad que el lenguaje y los tópicos nos juegan malas pasadas en ocasiones.
Daría mucho tema para hablar así que seguramente dará para que haga un Post y debatamos sobre ello.
Se te echaba de menos.