Tiene gracia que las muñecas de Famosa hayan dejado una marca en nuestra memoria, la de hombres y mujeres.
Hace unos días que llevaba pensando dedicar una Entrada a Mª Jesús Corral. Cuando empezó a andar con el andador, me dijo que andaba como las "muñecas de Famosa" . Esta expresión la he oído muchas veces a lo largo de mi carrera profesional. Ayer sin ir más lejos, me visitaba otro paciente, Félix, usando la misma expresión ya que ha logrado andar con dos bastones aunque con dificultad y mucho miedo.
Con la ayuda de su Fisioterapeuta Paqui, una humana y excelente profesional con la que ha encajado muy bien, Mª Jesús le está ya perdiendo el miedo al andador.
Mª Jesús con su Fisioterapeuta Paqui. |
Mª Jesús ha ido progresando al modo de ese "poco a poco" que repetimos sin cesar y lo ha hecho en lo motor, en el manejo del dolor y en la relación terapéutica. Estamos en fase de ir preparando su salida del Hospital. Me refiero la salida a casa ya que salidas de preadaptación en Toledo a comer con sus hijos ya ha realizado. Disfruta enormemente estas salidas y es una exquisita gourmet. A mi me gusta mucho esa foto en la terraza en la que la veo con una imagen muy diferente a la que acostumbra a llevar en el Hospital. ¡Cómo cambian los pacientes cuando se arreglan y se dan su toque personal!
Mª Jesús y Drogo el perro de su hijo |
Mª Jesús con su nuera María |
En la imagen en la que aparece sola, el aro de aluminio de la silla combina de maravilla con la silla de aluminio de la terraza toledana y "quita hierro" nunca mejor dicho, a la silla de ruedas que tanto respeto le infunde a Mª Jesús.
A Mª Jesús le hizo mucha ilusión que su hijo Fernando le trajera a Drogo. Este perro lo adoptó Fernando del refugio de animales de Benavente (Zamora).
Ha recibido visita de Marta y su marido Dave que aunque viven en Londres, se dejan caer por el Hospital y por Zamora cada vez que pueden.
Mª Jesús con sus hijos Marta y Fernando |
Mª Jesús y Dave , su yerno, en el Jardín del Hospital |
María y Clavel, sobrinas, también se han acercado por Toledo a apoyarla en estos momentos difíciles de la hospitalización.
Una carrera dura la suya en la que el dolor, el miedo y la incertidumbre están presentes.
Una añoranza de su casa y de Quillo su gato andaluz al que encontró en un viaje a la provincia de Sevilla, sin dueño. Ahora los dos se hacen compañía. Creo que en la foto no se aprecian del todo los ojos tan verdes que dice Mª Jesús que tiene.
Hay un antes y un después en la vida de Mª Jesús. En nada se me parece a la paciente con gesto de dolor que ingresó en Primavera. Llegó en Primavera. En el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo ha visto desfilar ante ella la Primavera, el Verano y el Otoño. Esperemos que pueda pasar el Invierno en su casa junto a su gata mientras espera la llegada de su primer nieto.
Gracias a Marta y a Fernando por pasarme las fotos y a todos por autorizar su difusión.
La veo continuamente por el hospital. Fuerte,valiente y luchadora. Ese es el cocepto que tengo de ella. Sigue asi que ya tienes muchas pruebas superadas.
ResponderEliminarDijo un paciente en una ocasión : "Si luchas, puedes perder, pero si no luchas, estás perdido". es por eso que no hay que dejar de luchar.
ResponderEliminarGracias.
La verdad es que como tú, Mª Ángeles, todos estamos deseando que pronto termine este ciclo toledano de mi madre y que pueda regresar a casa para continuar con su nueva vida y recupere la compañía de su gato. El paso por Parapléjicos de Toledo está siendo toda una experiencia para ella y también para todos nosotros. Y cuando escribo "toda una experiencia" lo hago dándole a la expresión una carga en la que se aúnan lo físico pero sobre todo lo emocional. Cuando leía la entrada en el blog y vuestros comentarios recordaba lo que mi madre me decía en una de las últimas visitas cuando ya la vi caminar con el andador como "las muñecas de Famosa", como ella dice: " me sorprendo a mí misma viéndome caminar así. Nunca pensé que volvería ser capaz de caminar". Supongo que son los pensamientos de alguien que se ha visto "tirada" en una cama durante un mes en el hospital de León y otro mes en el hospital de Zamora. En aquellos momentos la desolación y los malos pensamientos de impotencia y rabia por la lesión medular fueron una constante que impedía mirar hacia delante con esperanza. Toledo y su hospital están siendo un "paraíso de oportunidades" que se están materializando en el volver a caminar como las muñecas de Famosa. Y esto es un logro personal de mi madre, qué duda cabe, que con su esfuerzo lo va consiguiendo. Pero es evidente que el esfuerzo personal en este caso, como en otros muchos, no es suficiente si no hay un apoyo detrás que lo sustenta. En este caso, ese andamio que sujeta todo es el hospital como elemento físico y sobre todo, el equipo humano que hace que funcione: desde el personal administrativo que siempre nos ha facilitado las cosas, pasando por el equipo médico de la planta donde tiene su habitación, pero también los de terapia ocupacional o los fisios del gimnasio ( en especial Paqui, con quien es verdad que ha encajado muy bien) y terminando con la "cura" anímica que desde el servicio de psicología hacéis con todos los pacientes ( y seguro que me dejo algo porque yo no vivo el día a día que mi madre sí experimenta ahí las 24 horas). Todo ello hace que se produzca ese empuje que lleva a los pacientes de Parapléjicos de Toledo a ser "especiales" por su afán de superación de las circunstancias que les ha tocado vivir. Y me refería antes también al hospital como elemento físico porque soy consciente de que los pasillos y el jardín con su pequeño bar, el paso de los gansos y los gatos, propicia también el contacto entre los "habitantes" del complejo, y se convierte en otro elemento más que suma en ese esfuerzo de conseguir que todos los que por allí transitan temporalmente consigan ir rompiendo muros físicos y mentales.
ResponderEliminarMi madre sé que está ahora muy bien anímicamente y eso es fruto de su esfuerzo, pero también de los que la ayudáis allí día a día. Y nosotros estamos muy agradecidos al ver que todos estáis contribuyendo a su mejora. Soy consciente de que la "estancia toledana" de mi madre nos ha llevado a nosotros también a aprender muchas cosas nuevas de esa realidad de la discapacidad que por desgracia es tan cotidiana aunque no seamos conscientes de ello hasta que a alguien cercano a nosotros le toca vivir esa dura realidad de la vida. Pero a pesar de todo a mí, al menos, cuando ahora pienso en Toledo, se me pone una sonrisa en la cara.
Pues mil gracias, Fernando, en nombre de todos los profesionales del Hospital por ese grato y amplio comentario.
ResponderEliminarMe alegro que os quedéis con lo bueno de la experiencia y que ya puestos, os llevéis una lección de vida y nos deis de paso otra a los que os tratamos.
Eso es lo que me tiene "enamorada" de mi trabajo : ver el resultado de lo que hago en los pacientes y en sus familiares o, al menos, en los que aceptan el seguimiento psicológico, que no son todos.
Me alegro que tu madre hay logrado volver a verse pie aunque se como "una muñeca de Famosa".
¡Ah! La tarea no acaba en el Hospital, hay que seguir proporcionando los apoyos necesarios para que el l.m. al regreso, encaje el cambio en su vida. El alta siempre es difícil por más que la queramos suavizar.