Descubro hoy este blog de Rodrigo Gutiérrez Fernández, Director General de Calidad y Humanización de la Asistencia Sanitaria del Sescam
Regimen Sanitatis 2.0
http://www.regimen-sanitatis.com/2017/10/
En esta entrada recomienda dos libros muy interesantes. Podéis ver ambos en el enlace. Yo dejo una pequeña reseña del primero "Catarsis".
Lo que dice su autor:
«He escrito este libro para mirar de cerca la profesión a la que me dedico y tal vez con la esperanza de despertar el interés del lector, ya que trato temas como la enfermedad y el sufrimiento que, tarde o temprano, nos afectarán a todos. El libro habla del arte de la medicina, es decir, de la capacidad de reconocer las enfermedades y del don de prever o pronosticar su desarrollo. A menudo, el texto hace incursiones en el terreno de la poesía y de la música, lo que obedece a la convicción del autor de que la medicina y el arte tienen un origen común en la magia, puesto que las principales preguntas de ambas derivan de los mitos—esos sueños eternos—, sobre todo de los mitos griegos, y la misteriosa purificación a la que alude el título está presente tanto en la historia de la medicina como en la de la estética, cuyos fundamentos crearon Pitágoras y Aristóteles».
Dejo este otro acertado enlace. Yo creo que el cine y la literatura son dos buenos aliados para entender las enfermedades y para humanizar la asistencia sanitaria.
La literatura es un arma para curar
https://elpais.com/cultura/2010/04/05/actualidad/1270418404_850215.html
Es muy importante el trato que se le da al paciente porque lo que para el médico/enfermero es cotidiano para la persona que lo sufre puede ser la primera vez o suponer un drama personal. En especial me sorprendió el trato tan indiferente cuando había algún accidente de tipo intestinal, ver que a alguien se le caen las lágrimas y no hacer ningún ademán de consuelo, más bien de fastidio.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo.
ResponderEliminarEs algo tan inherente a la persona que tal vez solo desde el cambio de actitud se podría mejorar y aún así, en mi experiencia compruebo lo difícil que es mover estas actitudes.
Gracias por comentar.
Aún recuerdo cuando un médico del hospital le dijo a mi hija, al poco tiempo de ingresar, que no mejoraría o que iría a peor. Tuve que contenerme para no llamarle lo que se suele llamar en Andalucía a canallas semejantes. Afortunadamente se equivocó y mi hija mejoró. Lo que no quita la crueldad gratuita, pues él no se ocupaba de la atencion médica de mi hija, y la incompetencia del sujeto en cuestión. Fue la única queja que tengo del cuadro médico del hospital.
ResponderEliminarMe gusta decir que no hay que precipitarse ni para dar buenas noticias ni malas. A lo largo de los años en el día a día trabajando con los l.m. he visto equivocares en el diagnóstico a los médicos tanto para bien como para mal. No se debe un adelantar a decir tampoco "¡Qué suerte ha tenido, qué buena lesión"! porque finalmente no ha progresado.
ResponderEliminarNo sabes lo que me alegro de que se equivocara el medico en el caso de Elena.
NOTA
Aprovecho para animar a la gente a enviar sus cuentos porque ya estamos en la recta final y ya hay 16 cuentos colgados y uno de camino.