No es la primera vez que traigo al blog a Marta Allué
Hoy traigo este otro libro de la autora ,"El paciente inquieto", que no he leído porque que descubro hoy a pesar de que hace años que se editó.
El libro se divide en cuatro partes muy bien estructuradas: la primera nos habla de las Personas, no solo de los protagonistas receptores del cuidado, sino también de los cuidadores formales e informales, de su autocuidado, de sus decisiones e incluso de las visitas; en segundo lugar expone los Espacios, habla por supuesto del hospital, sus infraestructuras, sus barreras, su organización, etc., dentro del mismo hace alusión a dos áreas específicas como son el quirófano y la UCI y nos recuerda que el paciente no es un mueble al que podamos ignorar, lo público y lo privado, hasta nos habla de la televisión, la comida e incluso de las historias clínicas, internet y la web sin dejar puntada sin hilo. En una tercera parte titulada Aflicciones nos relata los daños colaterales, nos hace una comparación con las personas sentenciadas a muerte en el momento del procedimiento letal para hablarnos a colación del derecho a morir dignamente, de la limitación del esfuerzo terapéutico y del documento de voluntades anticipadas e incluso toca a los cuidadores y familiares como acompañantes en el proceso de morir. Por último nos narra lo que ella llama Efectos Secundarios: la pérdida de imagen, los costes, el buzón de sugerencias o el cojín de hablar, donde nos insiste en la necesidad de una comunicación activa como clave fundamental para el éxito del tratamiento.
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