jueves, 27 de febrero de 2020

El Jardín del Hospital con ojos de niño

La familia de Alejandra :Alberto, Alejandra, Jesús, Loli

Un día cambió la vida para Alberto Ponce y su familia. Cada vez que ingresa un paciente nuevo y su familia, les solemos oír comentar lo mismo : "Nunca se piensa que nos va a pasar algo así, esto es algo para lo que uno no está preparado y te pilla por sorpresa". Efectivamente, si algo tiene de traumática la lesión medular es su carácter de imprevisibilidad y todas las secuelas que conlleva.

Otro tema recurrente es el crecimiento personal (el que se viene llamando "crecimiento postraumático") que pacientes y familiares experimentan tras enfrentarse a un trauma de tal magnitud. Todos coinciden en que se asiste a un cambio de valores y lo que antes era un problema deja de serlo y las pequeñas cosas cobran más importancia, como disfrutar de la familia y salir a tomar el sol. Alejandra, hija de Alberto, lo ha dejado bien plasmado en su dibujo donde ha dibujado a su familia al completo. Con solo 7 años, esta pequeña ha sabido encajar la situación y vencer los miedos que en un principio tuviera.

Alejandra Ponce mostrando su dibujo. Foto, Carlos Monroy

Pero no puedo cerrar esta entrada sin mencionar al resto de miembros de su familia que día a día se ponen en marcha para apoyar al paciente durante su rehabilitación. Sus padres, hermanos y cuñada.

Ya sabemos que la adaptación no es directamente proporcional a la pérdida pero también que en la misma intervienen muchas variables entre las que destaca el papel de la familia.


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