Me descubrió una amiga a este filósofo y escritor suizo, Alexandre Jollien, que no conocía y me recomendó esta lectura que aún no he leído pero que pienso que puede ser de interés para muchos seguidores del blog.
"El gran proyecto de mi vida es aprender a no rechazar más la realidad, a asumirla
sin resistirse, dejar de luchar sin descanso"
Esta nefasta tendencia que me lleva al agotamiento. Es el
tema de algunos pensamientos que os invito a leer.
Todo empezó en la institución para personas
discapacitadas donde me llevaron cuando tenía
tres años. Una de las mayores heridas de mi vida es
la de quedar reducido, quedar aferrado a esta imagen que se me adhiere a la piel, puesto que desde el
primer momento que alguien me ve, surge la palabra discapacitado. Esta trayectoria, esta contingencia, esta debilidad me han llevado a vivir durante
diecisiete años internado en un centro para personas discapacitadas. A pesar del dolor abismal de
estar alejado de mis padres, el poder constatar y a
la vez maravillarme me ganaban: podía ver, en unos
seres totalmente paralizados, una alegría plena y
completa. Desde el primer momento deseé esta
alegría para mí. A partir de entonces se convirtió
en el objetivo de mi vida: conquistar la alegría incondicional. Una frase de Spinoza ilustra el afán de
mi existencia: «Comportarse bien y mantenerse
alegre».
En este libro me propongo llevar a cabo un examen alegre y libre con el fin de intentar encontrar
algunas pistas que me ayuden a llegar a lo más profundo y abandonarme totalmente a la existencia.
Hoy por hoy, la meta más importante de mi vida es
la de aprender el abandono. El abandono, como
veremos, no tiene nada que ver con la resignación,
sino todo lo contrario. Cuanto más nos abandonamos al instante presente, más activos estamos, y respondemos adecuadamente a las circunstancias de
la existencia. Presento este pequeño libro como un
tratado del abandono, un recorrido marcado por
unas etapas lo más sencillas posible, que nos conducen a la alegría, la cual ya nos precede. Me doy cuenta de que no debo luchar más contra la existencia, ni desear ser alguien. Simplemente ser, sin
amargura ni acritud, y ser poderosamente activo.
Para mí es a menudo una lucha árida liberarme de la mirada de los demás. La realidad de mi discapacidad me obliga a ello, y la herida, la llaga, sigue ahí.
Su primera obra fue "Elogio de la debilidad"
Alexandre Jollien no solo es filósofo y escritor, sino también actor. Lleva al cine en "Mentes Maravillosas", el tema de la discapacidad quitándole hierro.
Lo que no te mata te hace más fuerte», escribió Nietzsche. Pero no es el sufrimiento lo que nos hace crecer, sino lo que hacemos con él. Sufrir nos puede hundir o transformar en unos seres amargados. Para darle sentido hace falta suerte y mucha solidaridad. No creo en el hombre hecho a sí mismo. Somos seres de lazos y vínculos. Lo trágico llama a la solidaridad. Se trata de pasar del «yo», del individualismo, al «nosotros», a compartir…
Referencias de interés
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