lunes, 30 de septiembre de 2019

VII Certamen de Cuentos Cortos : Cuentos presentados

En esta entrada iré colgando los cuentos según los vaya recibiendo. Recuerdo a los seguidores que en esta entrada no se deben de emitir comentarios.

Aprovecho para hacer un llamamiento a los seguidores y a los nuevos que se incorporen y nos envíen sus cuentos.

Para ver bases y plazos de envío, os remito a la entrada anterior

https://afrontandolesionmedular.blogspot.com/2019/09/vii-certamen-de-cuentos-cortos.html


Cuento nº 1                                     "Un lugar mágico"






Todavía podía recordar el aroma de su perfume mezclado con el olor dulce del pastel recién hecho, impregnando a las clientas en su ropa, dejando un olor suave, agradable, pensaba Margarita desde su cama.

Margarita es una chica valiente, dulce, de gran corazón. Su cabello es largo y castaño, sus ojos verdes como dos esmeraldas preciosas. Era la dueña de una tienda de sabrosos pasteles y había cumplido uno de sus sueños, tener su propia tienda.

Cuando Víctor, su novio, un chico noble, que la amaba infinitamente, le dijo que tenía que marchar fuera por trabajo, ella valiente y decidida, no dudó en dejarlo todo y marchar con él.

Ilusionados por la nueva aventura y habiendo traspasado su negocio, una noche su vida cambió en un segundo. Un automóvil no respetó una señal de tráfico y se produjo una colisión que produjo daños en Margarita que afectaron a la médula. Tras la cirugía y veintiséis días de ingreso en el Hospital Virgen de la Arrixaca fue trasladada al Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo. Sigue combatiendo en la dura batalla de su rehabilitación, intentando superarse cada día.

Se le parte el alma cuando ve personas en peor estado que ella a la vez que se pregunta ¿por qué pasó?

Pero seguirá luchando y esforzándose en el "lugar mágico", el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, para recuperar al máximo y seguir cumpliendo sueños y ¡cómo no!, recordando su perfume mezclado con el dulce aroma del pastel recién hecho.


Montserrat Ortega Soriano                                                        Yecla (Murcia), Septiembre 2019



Cuento nº 2                                     " ¡Bienvenido Leo!"



Han pasado siete meses desde que tus padres nos comunicaron una muy buena noticia:
¡Vais a ser otra vez abuelos!
El tiempo ha pasado muy rápidamente, quizás motivado por ese deseo de verte y tenerte entre nosotros.
La primera sensación al traspasar la puerta del Hospital, para ir a conocerte, ha sido muy diferente a esas visitas al mismo en los últimos cuatro años...
En esta ocasión, nuestro ánimo iba unido a disfrutar de un momento muy especial, único e irrepetible:
Ser testigos privilegiados en la línea de salida de tu vida.
La experiencia no ha podido ser más emotiva, poder contemplar y disfrutar de tus primeros gestos y pequeños movimientos, tus llantos y leves sonrisas, así como la unión y el calor en los brazos de tu hermana Chloe, nos ha llevado a guardar en la retina unas imágenes y escenas inolvidables.
Al mismo tiempo, hemos tomado conciencia de tu fragilidad y de la necesidad que tienes de ser protegido, así como el cariño que vas a recibir de tu nueva familia, el cual precisas y mereces.
Muchas gracias Leo, por ofrecernos éste maravilloso recuerdo, siempre perdurará en nuestro corazón.
No nos lo podíamos perder por nada del mundo.


Javier Lázaro.                                                 Valladolid, 21 de Septiembre 2019




Cuento nº 3                                                 "La tía Catalina"

Mi tía Catalina era una viejecilla enteca, con la cara y la frente llena de arrugas profundísimas, casi esquelética, alcayatada por los dolores reumáticos, que se movía por la casa con la mano izquierda apoyada en la cadera, mientras que, con la derecha, iba haciendo las labores domésticas. Era viuda, había tenido dos niñas, que habían fallecido a corta edad, y tenía verdadera pasión por los niños pequeños que le inspiraban tal sentimiento, por su indefensión y desvalimiento, que, cuando los veía, siempre decía - ¡ Qué dolor de hijo !-. Y es que sentía encogérsele el corazón sólo de pensar que pudiese ocurrirles algo, sin que ellos supieran ni pudieran defenderse.
Esa asociación del dolor con la indefensión es la mayor demostración de ternura que había visto en mi vida.
Hoy, en el Hospital de Parapléjicos de Toledo, me he acordado de mi tía Catalina, ya fallecida hace muchos años, al ver la ternura con la que gran parte del personal de este hospital, la mayoría, trata a estos nuevos niños, de cualquier edad, recién venidos a una nueva vida, que necesitan, ante su actual situación, todo el cariño, ayuda y comprensión posible.
A los que no sean capaces de sentir esa ternura no podré comprenderles, aunque sí compadecerles, pues la vida debe haberles tratado muy mal y han sufrido una gran pérdida. Tal vez irreparable.


 Felipe Vila                                                                   Málaga, 30 de Septiembre 2019



Cuento nº 4                                               "Segunda oportunidad"



¿Hay vida más allá? A menudo, esa dichosa frase sonaba repetidamente en mi cerebro mientras habitaba entre las paredes del hospital. Aunque parezca absurdo, cuando sientes que tus condiciones físicas han mermado, agradeces estar entre semejantes. Reconforta vivir un clima de comprensión mutua, mucho más que soportar la absurda complacencia de la gente.
Me aterrorizaba salir de allí. Sentía verdadero pánico. Sin darme cuenta, había formado una familia alternativa con el personal médico y el resto de pacientes. Dentro de esa burbuja me movía como pez en el agua, aunque fuera en silla de ruedas.
Cuando salí de mi zona de confort, descubrí que las calles no siempre estaban preparadas, algunos “accesos” no honraban a su nombre, ciertas personas carecían de civismo…

Es duro pensar que no eres el de antes. Frustra sentirse dependiente. No obstante, con el tiempo, aprendes a acortar las frases y dar un giro a tus pensamientos. Las pesadillas se transforman en sueños cuando aprendes que continúas siendo quien eras y que vivir puede ser maravilloso.

Echando la vista atrás, resulta curioso que sea ahora cuando nada me pueda detener. No hay barrera infranqueable una vez que te propones disfrutar de tu segunda oportunidad.

Vicente López                                                 Puertollano (Ciudad Real), 5 de Octubre 2019

Cuento nº 5                                                         "Pequeño"

No sé cómo te llamas. Ni tan siquiera te conozco.
Visitando un hospital, se puede caer en la tentación de deshumanizar todo cuanto te rodea, focalizando la compasión únicamente en la desdicha propia.
La primera vez que te vi, estabas tumbado boca abajo en una camilla. Se me encogió el alma al comprobar que alguien que podría ser mi hijo sufría de semejante manera.
Al cabo de unos días, nos volvimos a cruzar por el pasillo. Estabas en silla de ruedas, con una bandera de colores y una sonrisa de oreja a oreja. Tu madre presenciaba con descafeinada alegría cómo disfrutabas con los demás niños.
Insuflaste un brote de energía que me costaba horrores conseguir. Ser acompañante tampoco es sencillo, aunque se vivan las desgracias en tercera persona. Cuesta enormemente transmitir una pizca de alegría.
El último día, me colé en el gimnasio para saludar a Mercedes. Te vi andar. No pude contener las lágrimas.
Mi hijo fue mi particular fuente de esperanza, obligándome a sacar una sonrisa donde la inercia conducía a las lágrimas. Tú, sin conocerme, me transmitiste un ejemplo de superación sinigual.
Vosotros me mostrasteis el camino… Por vosotros me propuse a aprender a ser pequeño. 

Vicente López                                                  Puertollano (Ciudad Real), 5 de Octubre 2019



Cuento nº 6                                        Carta a "ese chico genial"



Siempre he presumido y valorado muy positivamente, el hecho de compartir mi vida con "ese chico de buen genio".
Nuestros hijos, la familia, tus amigos y compañeros lo han podido comprobar y disfrutar a lo largo del tiempo.
Como tú bien sabes, hace más de tres años, la repentina aparición de esa lesión medular, irrumpió de lleno e inesperadamente en nuestras vidas.
También sabemos que las circunstancias y las dificultades que acompañan a la misma, te han conducido a modificar tu forma de vivir, y a su vez, por qué no decirlo, también tu "genio".

Para todos nosotros, revertir esta nueva situación, era, es y seguirá siendo siempre, nuestro reto más importante.
A veces pienso, si "ese chico con genio" es plenamente consciente de que queremos estar a su lado, tanto en los momentos dulces como en aquellos más amargos.
En éste punto, cómo bien haría un "genio azul", me atrevo a pedirte que salgas de tu lámpara mágica y nos concedas estos tres deseos:

- Recupera tu eterna sonrisa.
- Muéstranos tu gran positividad.
- Despliega y exhibe tu mejor ánimo.
Nunca debes tener la más mínima duda, seguiremos apoyándote y luchando juntos para que siempre sigas siendo "ese chico genial".


Isabel Moya                                                                     Valladolid, 6 de Octubre 2019



Cuento nº 7                                           "Un "AMIGO" vino a verme"



Se presentó en mi vida, sin previo aviso y sin invitación.
De la noche a la mañana, él estaba aquí, tan cerca, que comencé a sentir su roce en todos los poros de mi piel.
Me comunicaron su nombre ("MT"), lo escuché con mucha atención, preguntándome:
¿a qué viene?, ¿a quedarse?, ¿por qué me ha elegido a mí?.....
Sin pausa y muy rápidamente, invadió mis espacios y mi tiempo, formando parte de mis emociones.
Él era capaz de influir en mi forma de caminar, hábitos, pautas y muy especialmente en mi modo de vida.
El personal que me cuidaba, lo conocía muy bien. Yo atendí sus consejos:
"Debes aceptarlo así, a medida que el tiempo avance irá cediendo en su afán dominante y podrás recuperar parte del terreno perdido".
Hoy, pasados más de tres años, él sigue aquí, conmigo.
En ciertos momentos, acentúa su presencia, señalando mis debilidades, en otros me concede alguna tregua para abrir nuevos caminos, eso sí, siempre compartiendo el mismo sendero...
Actualmente, he aprendido a valorar positivamente su forzosa "amistad".
Este episodio de mi vida me ha llevado a conocer nuevos y verdaderos amigos, algunos de ellos llevan bata blanca y por supuesto también "vienen a verme".


Javier Lázaro                                                                Valladolid, 8 de Octubre 2019



Cuento nº 8                                         "La princesa y el saltamontes"



Había una vez una princesa llamada Clara. Sus amigos eran muy especiales, porque no eran humanos, sino animales.

Un día mientras Clara paseaba, se encontró un gran saltamontes.

Oh gran saltamontes ¿cómo te llamas? - Preguntó Clara.

Me llamo Señor Saltamontes y estoy muy triste.

¿Porque estás triste? -Preguntó Clara.

- Porque me gusta mucho saltar, pero ahora no puedo ni andar. Resulta que mis saltos llegaban hasta la luna, pero ahora parezco un niño que está en la cuna.

La princesa Clara decidió ayudar al Señor Saltamontes.

- Lo primero -dijo Clara- es que me cuentes por qué ya no puedes saltar.

- Oh Princesa! mis piernas me duelen de tanto brincar.

Clara se echó a reír, quizás a mi amiga Anna la rana te tendré que presentar.

Cogió al Señor Saltamontes y lo llevó con su amiga Anna.

Querida Anna quizás tú puedas ayudar a mi amigo Saltamontes, dice que ya no puede saltar.

- Yo Anna la rana tampoco puedo saltar, mis piernas viejas están, pero un secreto te he de contar, los ojos debes cerrar y a tu imaginación dejar volar.

Y así es como el Señor Saltamontes saltó y saltó y hasta la luna llegó.


Vicente Orts y Ayanna Chauntel                                   Alcalalí (Alicante), 13 de Octubre 2019



Cuento nº 9                                          "El Influencer"



Roberto, o Rob_95PK, todo un influencer en YouTube, tiene 15 años. Es rebelde y temerario, como todos los adolescentes, y desde hace 3 años su mayor hobby es el Parkour, ya sabéis, lo de saltar muros, escalar edificios y hacer de la ciudad todo un escenario de obstáculos que recorrer a máxima velocidad.
Le gusta arriesgar, por supuesto… hasta que una fatídica tarde, equivocó el apoyo e hizo su último salto desde la azotea del edificio que quería sobrevolar.
Resultado: lesión dorso-lumbar.
Su vida se derrumbó mientras caía… y él lo sabía cuando trataba de agarrarse a los tendederos de ropa que pasaban delante suya a toda velocidad.
¿Cómo puede un adolescente enfrentarse a esto? ¿Qué será ahora de todos sus seguidores?
Durante los 8 meses que pasó en el hospital rehabilitándose, era en lo único en lo que pensaba.
Y estaba muy enfadado.
Y todo este enfado le hacía esforzarse, en recuperarse, aunque ya no sería el mismo.

Ya sabía lo que haría. Seguiría haciendo Parkour con su silla. Las ciudades están llenas de barreras para las ruedas, y sus vídeos serán una herramienta de denuncia y un nuevo renacer como freerunner.


Silvia Casanova                                                   Alcalá de Henares (Madrid), 13 de octubre 2019



Cuento nº 10                                              "Abrazo deconstruido"



Nuestras miradas se cruzaron y ella me saludó con su habitual sonrisa. Me acerqué y, como de costumbre, me rodeó con sus brazos y me estrechó contra sí. Acariciaba mi espalda con dulzura y ambas nos mecíamos hacia un lado y hacia otro, casi como si bailásemos inconscientemente. Y, sin darme cuenta, ocurrió en apenas un segundo.
Fue como soltar de pronto el aire después de haber aguantado la respiración hasta no poder más. Y también como la bocanada brusca y profunda de después. Me llené y estallé. Fue como si se hubiese roto el cristal a través del cual llevaba tiempo mirándome sin ser yo la que vivía mi vida. Siempre a distancia de mí misma.
Algo en mí se estremeció y me llené de calor. Me temblaron las piernas, me sentí desfallecer; pero, a la vez me fortalecí. Sentí que me erguía y crecía. Se me llenaron los ojos de lágrimas y mi respiración se agitó. Noté la calidez de su presencia muy cerca de mí, tan fuerte y serena.

Y ahí, en el amor y la ternura de ese abrazo, me encontré. Fue ahí donde por fin encontré la paz. 


Irene Rodriguez                                                    Tomelloso (Ciudad Real), 16 de Octubre 2019



Cuento nº 11                                      "Sin mi permiso"

Aquel día vino a sentarse junto a mí en la sala de espera del quirófano. Me sorprendió, sentí una sensación que me transportó a aquellos meses tras el divorcio y el adiós a mi abuela. En cambio, a mi madre le causó indiferencia su presencia, supongo que presuponía que no podría faltar aquel día. 
Nos cogimos la mano, comenzamos a llorar, la operación medular no había ido bien.


Parece que esta vez ha venido para quedarse, nos acompañó en el traslado al Hospital de Parapléjicos de Toledo y no daba a basto en esos primeros días de ingreso, no se separaba de nosotras.

Pasó una semana y comenzó a ver el regreso de la sonrisa y fortaleza que caracterizan a mi madre, dejó de visitarla, me esperaba en casa al regresar, yo le intentaba explicar algunas cosas, como que no me sientan bien sus noches, se adueña de ellas haciéndolas eternas, pero daba igual, se hacía la tonta y no lograba evitar que se quedara conmigo.


Hace un año que se instauró en mi vida, y la sonrisa de mi madre ya está en su nuevo hogar. Muy pronto, quizás esta noche, podré decir al fin "Adiós Tristeza".


Nuria Martín                                                            Madrid, 22 de Octubre 2019




Cuento nº 12                                  "El Peregrino"


Sentado en la escalinata de la Catedral, El Peregrino acompañado de su amigo inseparable, recreaba en su mente el camino a Santiago de Compostela, habían sido días llenos de anécdotas y experiencias.
 Había sentido deslizarse la lluvia por su rostro y, a continuación, el calor de los rayos del sol, acompañados de una brisa fresca, propia de los días otoñales y, a su vez, había percibido el olor que la tierra húmeda desprendía en los días lluviosos.
 Con satisfacción, también dejaba deslizarse por su mente, los pasajes duros y difíciles que había encontrado.
 Efectivamente, pensaba que no había sido nada fácil y que se había sentido invadido por el miedo y asaltado por la ansiedad, quizás esa era la clave, su propia fragilidad interior se había convertido en su principal enemigo, la lucha se había librado dentro de sí mismo.
 Por qué no reconocerlo, hubiese resultado más cómodo permanecer en su apartamento, que le resultaba familiar en todos sus rincones, visitar los lugares habituales, a los que a diario acudía, para encontrarse con las mismas personas.

Sin embargo, acariciando la cabeza del perro labrador, convertido en su amigo inseparable, sentía la profunda satisfacción de haber superado el miedo a lo desconocido.

Ignacio Pérez de Vargas                           Estepona (Málaga), 25 de Octubre 2019


Cuento nº 13                                      "Un hospital antisoledad"

 Por uno de esos hechos casuales, a mi  hijo Miguel le fue a coincidir su mayoría de edad, con asumir de manera efectiva la responsabilidad de tomar sus propias decisiones, vivir solo, incluso cuidar de sí mismo, al tener que desplazarse a otra ciudad por motivo de estudios.
La primera vez que fuimos a verlo, me sorprendió cuando al entrar en el piso me dijo:"He comprado unos peces de colores". Un pequeño detalle, muy importante como recurso para afrontar la "soledad" que le provocaba su nueva situación.
Me hizo recordar el tiempo que estuve ingresado en el HNP de Toledo, tras un cambio repentino en tu modo de vida, eres más propenso a sufrir ese tipo de soledad, como de vacío interior, de tiempo pasado perdido y malogrado.
Sin embargo, es todo lo contrario, si por algo se caracteriza este hospital, es por formar una comunidad familiar y entrañable. Se establecen relaciones con el personal de amistad y empatía , no eres un paciente anónimo, incluso los familiares forman parte activa como acompañantes, cuidadores.
Diríamos un hospital anti-soledad.

Este entorno es muy propicio en la rehabilitación psicológica, pienso que es uno de los aspectos más importantes del hospital.

Mariano Rivera                                  Calera y Chozas (Toledo), 30 de Octubre 2019


 Cuento nº 14                          "La Bruja"



                                           
Había una vez una bruja en un bosque a la que tenían miedo todos los del lugar.
Un día un vecino de un pueblo se adentró a negociar.
- Pídeme lo que quieras pero deseo ser cómo los demás.
- ¿Estás seguro de lo que quieres?
- Si, no quiero sufrir más.
- ¿Sufres por ser cómo eres o por que no te aceptan los demás? Porque si es por lo primero no te pediré nada pero por lo segundo te quitaré tu personalidad.
Se giró y se fue sin mirar atrás.     

Milagros López                                          Baiona (Pontevedra), 31 de Octubre 2019         



Cuento nº 15                        "La vela"


Todos los días a las ocho de la tarde, la puerta de la habitación se abre y entra ella en silencio. Con cuidado, deja una pequeña vela sobre la mesa y la enciende. Luego toca suavemente el hombro de su hija y se marcha. Así lleva repitiéndose ese mismo momento desde hace años; todos los que su chica lleva frente a la mesa, bajo el flexo. Casi como un ritual.
Naturalmente, de todo el tiempo sacrificado han salido triunfos importantes, pero también fracasos y decepciones. A pesar de todo, la puerta se sigue abriendo al dar las ocho de la tarde, y la vela queda encendida encima de la mesa hasta el final de la jornada. Sin preguntas, sin explicaciones.
Una pesada tarde de verano llena de dudas, tristeza y desesperación, la puerta se abrió (como de costumbre) y allí estaba su madre, vela en ristre. En un arranque de furia y sumida en un mar de lágrimas, no pudo soportarlo más:
- ¿Y la estúpida vela va a ser la solución?
- Mi amor, la vela es tu esperanza. Todos los días la traigo para que no te pierdas.

Y con su suave toque de hombro, se marchó.


Irene Rodriguez                                          Tomelloso (Ciudad Real), 4 de Noviembre 2019



Cuento nº 16                                                             "Valió la pena"



Cuando mi suegro nos donó una parcela nunca pude imaginar los esfuerzos, manuales y económicos, que tuvimos que hacer para convertir aquel terreno reseco en una casa y un jardín.
Miles de horas de trabajo y cientos de plantas, sembradas con nuestras propias manos transformaron aquellos bancales en un lugar que ha proporcionado a mi familia muchos buenos momentos.
Cuando la desgracia se abatió sobre mi familia y tuvimos que irnos a Toledo a cuidar de nuestra hija la casa y el jardín cayeron en el abandono. La casa quedó cerrada durante nueve meses y el jardín se pobló de malas hierbas, hasta convertirse en un lugar casi intransitable.
A la vuelta a casa hubo que volver a empezar, esta vez con más años y menos ánimo, a desbrozar la maleza, sustituir las muchas plantas y árboles que se habían secado y solucionar los problemas de riego.

Ahora, cada vez que mis hijas y mis nietos nos visitan, cada vez que mi hija pequeña se pasea en su silla de ruedas por la terraza para ver a lo lejos el mar y la sierra de Almijara, cada vez que por las noches de verano se pueden oler los perfumes del jazmín y la dama de noche, creo que valió la pena.


Felipe Vila                                                                           Málaga, 6 de Noviembre 2019



Cuento nº 17                                      "Érase una vez......................... una princesa"

Ella era una princesa en su reino, cuidadosa y detallista, disfrutaba feliz de cada momento, hasta que una fría tarde de enero cayó bajo un terrible encantamiento.

La princesa despertó en un mundo blanco. No podía hablar, tampoco moverse, pero cada cierto tiempo era visitada por unos elfos mágicos que le servían extraños brevajes para intentar sanarla.

Sus pensamientos y sueños también fueron encantados, apoderándose de ellos un séquito de terribles demonios. Sin embargo, su hada madrina, con sus dulces cánticos conseguía sosegarla y darle ánimos.

Transcurrió el tiempo y los efectos del encantamiento fueron menguando, a la par que los brevajes hicieron efecto. La princesa reunió fuerza y atacó a los demonios con sus propios dragones, consiguiendo derrotarlos.


Los elfos blancos que la salvaron, le comunicaron que el encantamiento había cesado, sin embargo, existían efectos que la acompañarían de por vida : por ahora no podría caminar. Pero ella estaba decidida a volver a conquistar su reino junto a su hada madrina, su fiel general, su príncipe azul, su ejército y sus fieros dragones.

Antes de partir, los elfos le regalaron un arma secreta, su nuevo trono, con el cual conquistaría el mundo.

Epílogo:
Esta es la historia de mi paso por el Hospital Nacional de Parapléjicos, en la cual, los elfos mágicos representan a los profesionales del HNP; el hada madrina, a mi madre; el fiel general, a mi padre; el príncipe azul, a mi pareja, el ejército, a todas aquellas personas que me han apoyado y los dragones son los valores, esperanza y fuerza para afrontar todos los demonios, es decir, los miedos.



Patricia Gutiérrez                                     Calahorra ( La Rioja), 8 de Noviembre 2019


Cuento nº 18                   "Carta a un compañero que se va de alta hospitalaria"


Puerta principal Hospital Nacional de Parapléjicos dibujada por el autor : Mariano Rivera

Sin desearlo  realmente, llegó el día de mi alta médica, con más resignación que alegría, me dispuse a salir de la que fue mi casa durante siete meses.
Tengo sentimientos encontrados, me cuesta salir de la seguridad del hospital. Hace solo unos meses entrar en ellos me ponía nervioso, ahora los miedos están fuera.
Miedo a retornar al pueblo, al barrio, a evidenciar el cambio ante los demás. Preguntándome:¿qué seré, daré pena, rechazo?, ¿cómo me verán mis hijos, padres, amigos?Atrás quedan los momentos de gravedad: la UCI, las operaciones, asimilar la lesión, etc. Resuenan en mi cabeza las recomendaciones del personal: "Cuídate", "Púlsate, "Si vuelves por aquí, que sea de visita". Los autocuidados aprendidos y las indicaciones y consejos de terapia  psicológica, forman el bagaje para integrarse de nuevo. Yo, como tú ahora, afronté la incertidumbre del retorno, crucé  esa puerta con lágrimas en los ojos. He de decirte que: esos miedos desaparecen  cuando te adaptas al cambio y ves el mundo con nuevas oportunidades.
Recuerda siempre:
-La lesión solo te impide andar, no impide ser feliz.
-Trata de realizar tus ilusiones y proyectos.
-La vida se condensa en el cariño que damos y recibimos.
-Valórate, tu aportas mucho.
Adelante


Mariano Rivera                                        Calera y Chozas (Toledo), 8 de Noviembre 2019



Cuento nº 19                                               "Amarme"



En esta mudanza reciente y forzada, encontré la caja en la que hacía tantos años que no reparaba, cientos de cartas, postales, felicitaciones navideñas…que había estado guardando durante mi niñez. Algo me sobresaltó, una foto, parecía ser tomada desde la ventanilla de un coche a unos postes con cableado en mitad del campo. De repente, reparé en que esa foto formaba parte del paisaje de mi infancia, de esos viajes que se hacían eternos.
Como hija única que soy, mi imaginación comenzaba a volar, como los pajaritos que merodeaban alrededor de esos postes, para pararse e imaginar lo que podían estar portando en ese momento esos cables de teléfono, quizás una conversación de amor entre dos enamorados separados y unidos a la vez por la distancia, las palabras de cariño de un padre a su hijo, la aceptación para un puesto de trabajo…grandes conversaciones de esas que hacen tanta falta y a veces escasean.
Me imaginé entonces llamándome, a la niña que un día fui, para llenarle los oídos de palabras de amor propio, lugares y emociones a los que agarrarse. Voy a probarlo, no hay mejor manera de quitarle las dos “eles” a este verbo: Voy a llamarme




Nuria Martín                                                               Madrid, 14 de Noviembre 2019




Cuento nº 20                                    "No me canso de abrazarte"


De repente la vida parece que comienza de nuevo, como un paréntesis que no decides abrir.
El día que salías con tu mujer sentada en silla de ruedas las maletas pesaban. Fueron meses cargados de palabras contenidas, quizás por esa mala tendencia a callar lo que sentimos, lamentabas a tu edad empezar de cero, reconstruir una vida que parecía estar de pie, pero cero a veces significa darse la oportunidad de levantar un mundo nuevo.
Vamos a coger aire fuerte y respiremos de la vida que nos queda. Uno no siempre tiene la oportunidad de que los trenes pasen dos veces.
Aplica en ti todo lo que me has enseñado, no mires atrás cuando duela el corazón, cuando pienses que todo acabó, recuérdalo, que hoy quizás llueva demás pero siempre volverá a salir el sol, y cuando eso ocurra no mires atrás y vive.
Volverás a brillar, entonces lo haré yo también cual reflejo siempre he sido de ti, así será, y lo disfrutaremos juntos.
Seguramente ese día te sentías un hombre en mitad de la nada, en un nuevo hogar que no sentías tuyo, pero nadie forma parte de la nada si tiene una hija que lo abrace.

Nuria Martín                                             Madrid, 18 de Noviembre 2019



Cuento nº 21                                               "Antes del después"


“Antes del después” creía generoso al tiempo por regalarme tantas historias y egoísta por arrebatármelas cuando creía que no había nada más que ellas, cuando creía que todo lo eran ellas.
En el hospital “del después” vi miles de brillos en cada mirada. He visto en tus ojos encendidos la fortaleza más humana: la vulnerabilidad, advirtiendo el valor de la vida y su tiempo.
He vivido varias vidas a través de ti, sentido la mayor valentía, conocido las más desgarradoras palabras y dolor. He conocido los entresijos más humanos, las palabras más sinceras, la más pura transparencia y humildad, sufrimiento y recuperación. La esencia de las amistades más pulidas y verdaderas. Advertido el potencial crecimiento humano, vidas queriendo ser vividas con conciencia y no con inercia.
“El después” es solo el inicio, reflejo de mi experiencia, que me ha ofrecido un balance positivo de la vida, mejor dicho, que me ha dado la vida.
En “el después” creo generoso al tiempo por todo el que nos ha regalado y por tanto tiempo que nos queda en blanco.
Tú, que marcaste o marcarás “tu antes” y “tu después”. Tú, que marcaste “el antes” de “mi después”.

Epílogo : Más que un cuento es una reflexión sobre mi experiencia. Lo he titulado "Antes del después" haciendo referencia un poco a que el antes se refiere a la vida anterior a la lesión (y la mía antes de conocer el hospital) y el después es la vida de adaptación (y lo que eso me ha enseñado de cada uno de ellos y el hospital).  


Ana Carrasco                                                       Toledo, 19 de Noviembre 2019


Cuento nº 22                                      "Para Rosa"

¿Dónde estabas entonces cuando tanto te necesité?, le preguntaba insistentemente a una suerte que había decidido abandonarme. Me sentía tan desvalido como un pequeño mirlo recién nacido. Vivir con los ojos cerrados es fácil cuando no quieres comprender lo que sucede a tu alrededor. No obstante, acostumbro a tenerlos bien abiertos.
En una vieja película, escuché que vivir con miedo es sinónimo de esclavitud. Me agradó más la idea de aquella canción de Bowie, y me propuse ser héroe por un día.
Entonces decidí prolongar ese momento tanto como fuera posible, intentando despojarme de todos los malos pensamientos como lágrimas en la lluvia. Contigo en la habitación fue más sencillo. Pasamos de ser dos extraños a sentir que ése era el inicio de una hermosa amistad.
Gracias a ti, sentí que ese mirlo que cantaba de madrugada debía coger ya sus alas rotas y aprender a volar.
En ocasiones, la vida te lleva al límite. Por más ayuda que te ofrezcan, puedes sentirte solo. Cruzarme contigo es lo más positivo que me ha proporcionado esta experiencia. Nada mejor que una gran amistad para recordar que el espectáculo debe continuar.

Después de todo, mañana será otro día.


Epílogo : Está hecho a propósito para agradecer a las aficiones que pueden hacer que te entretengas y evadas de otros problemas mayores. En concreto, a mí me ayudaron. Como aparece lo de “éste es el comienzo de una hermosa amistad” y no sabía cómo titular la perorata… pues va  para la compañera de Mercedes en la habitación.

Vicente López                                      Puertollano (Ciudad Real), 19 de Noviembre 2019      



Cuento nº 23                                         "Un cuento....o no ?"       


Un cuento. Hermosa palabra, pero un cuento al fin y al cabo. Los últimos cuatro meses de vida no me han dado tregua; dolor, hospital y una vida que se ha puesto del revés.
Cuando salí del quirófano y sentí que mis piernas no se movían, lo supe. Y lloré. Lloré durante días; solo quería que mi hijo estuviera a mi lado dándome la mano. Pasaron muchos días en los que me sentí derrotada. El decorado de aquel pasillo de hospital no cambiaba nunca. Y las noches eran peores : horas y horas de inmovilidad total y de un insomnio que se rebelaba contra todas las pastillas.
Levantada, aseada, desayunada y y todo el día por delante sentada en una vieja silla de ruedas. Mi aspecto era horrible pero ni siquiera eso me importaba.
El día 12 de Julio (lo se porque escribía un diario) me hice una promesa a mi misma : iba a luchar, no sin protestar, no sin llorar, no sin pagar un precio muy alto, pero no dejaría de ser yo, valiente, coherente y sobretodo, luchadora. El vértigo me sobrecogía.
Han pasado los meses y aquí estoy, en Toledo, intentando cumplir la promesa que un día me hice a mí misma.

Un cuento… o no ?
             
Pilar Sebares                Hospital Nacional de Parapléjicos (Toledo), 19 de Noviembre 2019



Cuento nº 24                                        "Una maleta roja"


Estaba lista, llevaba una maleta roja. El calor del mes de Junio a las cuatro de la tarde era sofocante. Algo le decía que esa vez sería diferente. Se subió al metro y llegó hasta el hospital. Ya no había remedio, había llegado hasta allí para una operación que eliminaría de su médula un tumor, aparentemente benigno. Unos días después, sus piernas no se movían. Las cosas no habían ido como se esperaba. La cabeza se rebelaba contra ella y el sentido común había desaparecido dejando dolor, vacío, desesperación...nada parecía real….era una pesadilla.
Los mejores años de su vida habían desaparecido.
Tuvieron que pasar tres meses para que empezara a comprender que ahora solo ella podía salir de ahí. Trabajo, días y días de esfuerzo, de lágrimas y de valor para volver a ser la mujer que arrastrar una maleta pensando pensando solo en volar, ….en vivir de nuevo.


Parece un cuento, ¿verdad?

            
Pilar Sebares                Hospital Nacional de Parapléjicos (Toledo), 19 de Noviembre 2019



Cuento nº 25                                       "Diva vs Uma"


En un pueblo llamado Plégico había una gata llamada Diva, la cual no tenía gatos para hablar, ni salir, ni jugar. Diva se encontraba triste y sola y decidió mudarse a vivir a un pueblo cercano llamado Para, Diva quería conocer gatos de su edad. Una vez en el pueblo nuevo Diva se encontró con una gata llamada Uma, la cual se hicieron en poco tiempo grandes amigas, Uma una gata de pelo largo y gris estaba en una silla de ruedas porque de pequeña nació con un problema en sus pequeños huesos, ella se sentía triste y sola porque no se integraba entre los demás, pero Diva con su buena actitud logró que Uma saliera a pasear todos los días con ella así fue como Diva fue conociendo su nuevo pueblo y la gente que habitaban en él, en ese pueblo la mayoría de los gatos y gatas estaban en silla de ruedas, pero Diva se sintió muy feliz al ver que todos los gatos y gatas eran felices en ese pueblo donde el sol salía cada mañana y brillaba con grandes destellos de luz.
En el pueblo llamado Para había un enorme rio donde Diva y Uma iban todas las tardes a pasear junto a su orilla, hablaban con sus gatos y gatas vecinos y cada uno de ellos contaba su historia de cómo habían llegado a dicho pueblo, en ese pueblo existía la paz, la tranquilidad ya que todos los gatos y gatas eran muy felices a pesar de sus limitaciones, eso hizo ver a Diva que no es donde vivas si no de quienes te rodeas, así fue como Diva y Uma se hicieron inseparables y nunca más se volvieron a separaron.
Mª José Ortiz                       Hospital Nacional de Parapléjicos (Toledo), 19 de Noviembre 2019