La mitad de los pacientes que acuden al médico quejándose de un problema cardíaco "no tienen en realidad un problema en el corazón, sino un problema en la mente, relacionado con la emoción", según el cardiólogo Valentín Fuster, director del Instituto Cardiovascular del Hospital Monte Sinai de Nueva York (Estados Unidos), coautor junto al psiquiatra Luis Rojas Marcos del libro 'Corazón y Mente' (Planeta) http://www.corazonistas.com/documentos/doc-08122010131446.pdf
"Entre un 25 y un 50 por ciento de los pacientes que van a una consulta por un problema cardíaco en realidad no tienen un problema relacionado con el corazón, sino que tiene que ver con la emoción, con la mente".
FUSTER Y LA 'DESHUMANIZACIÓN' DEL MÉDICO
"Uno de los grandes problemas es que, hoy en día, el médico se ha convertido en un técnico, por lo que se pierde la visión humanista de la que hablamos en el libro (...) Yo creo que la relación de médico a paciente es la misma que entre marido y mujer o entre hermano y hermana, es decir, que es importante la comunicación y esto es lo que ayuda a todos a que tengamos una vida mucho más sana", aseveró.
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ROJAS MARCOS: "EL OPTIMISMO NO CURA"
Reconoce que "el optimismo no cura", pero afirma que una persona feliz y con "paz de espíritu" es más propensa que otra pesimista a cuidar su cuerpo y por tanto, a seguir los consejos del médico y poder así curarse. "El optimismo no cura, el optimismo hace que uno piense que se va a curar y siga los consejos del médico", reflexionó.
http://www.diarioya.es/content/valent%C3%ADn-fuster-la-mitad-de-los-pacientes-de-mi-consulta-tienen-problemas-en-la-mente
http://www.diarioya.es/content/valent%C3%ADn-fuster-la-mitad-de-los-pacientes-de-mi-consulta-tienen-problemas-en-la-mente
2 comentarios:
Algunos médicos deberían pasar un test de empatía, la última vez que acompañé a mi novio al médico de cabecera su doctora habitual no estaba y el sustituto era muy poco empático. Mi novio tenía que subir a la camilla para que lo mirase y sin preguntar si podía subir él solo o no descolgó el teléfono y le dijo a un celador oye, vente que tienes que subirme a un inválido a la camilla, y tráete un pañal que lo tengo que desnudar. Nos quedamos alucinando, no era español, tal vez por eso su vocabulario era tan brusco, pero delicadeza no tenía ninguna.
Pues no es el primer lesionado que nos cuenta algo parecido. En otra ocasión fue un hombre del pueblo con mucha fuerza al que llamaron para "sacar a un inválido de un WC. El lesionado más que vivirlo mal, se lo tomó bien porque entendió que formaba parte del argot y sentir popular.¿Cuándo empezaron los l.m.a tener una vida digna, cuándo empezaron a no ser tratados como inútiles, tullidos, inválidos, subnormales o cojos?.
Gracias por su aportación.
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