sábado, 27 de enero de 2018

Desarticular el estereotipo de la vejez


“JUVENTUD”

La juventud no es una época de la vida, es un estado de ánimo...
Juventud significa el predominio del valor sobre la timidez en el carácter. Del apetito de la aventura, sobre el amor al ocio.

Esto a menudo existe más en un hombre de cincuenta años, que en uno de veinte.
Nadie envejece por haber vivido un número determinado de años.
Sólo se envejece cuando se abandonan los ideales.
Los años arrugan la piel, pero sólo el abandono del entusiasmo arruga el
alma...

Uno es tan joven como su fe,
tan viejo como su duda.
Tan joven como la confianza en sí mismo,
tan viejo como su temor.
Tan joven como su esperanza,
tan viejo como su desesperación.

En el sitio central del corazón, hay un árbol siempre floreciente, se llama
“amor”. Mientras tenga flores, el corazón es joven.
Si muere, se torna viejo...
Mientras se reciban mensajes de belleza, esperanza, alegría, grandeza, etc.,
cualquiera es joven.

Pero cuando el corazón se cubre con las nieves del egoísmo y el hielo del
pesimismo, entonces uno es viejo, aunque tenga veinte años.

En ese caso, Dios tenga piedad de esa alma.

Frank Crane



Los que siguen el blog habrán observado que he dedicado últimamente alguna entrada a esta etapa de la vida que venimos en llamar vejez. Probablemente una de las razones que me mueve a ello sea el hecho de haber entrado en esa etapa. También me mueve el cambio de perfil del paciente que ingresa en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo lo que ha motivado el Monográfico de la Revista nº 40 que edita la Fundación de H.N.P. y en el que he vertido cuatro colaboraciones

http://www.infomedula.org/?p=2705

Las entradas recientes a las que hago referencia :

http://afrontandolesionmedular.blogspot.com.es/2018/01/adicta-los-mayores.html

http://afrontandolesionmedular.blogspot.com.es/2018/01/recogiendo-lo-sembrado-en-el-jardin-de.html

Me ha parecido oportuno compartir con los seguidores la presentación de la entrada así como lo escrito bajo estas líneas.

"No se trata sólo de cambiar la imagen de la vejez, sino de resignificarla, de presentar sobre la escena social un nuevo personaje; se trata de la reconstrucción social de la vejez", desafía. Para alcanzarlo propone: "Desarticular el estereotipo de la vejez como decadencia, decrepitud, lentificación y pérdidas. El sujeto humano no es un simple receptor pasivo, sino un ser capaz de transformar su entorno a través de un proceso que implica marcha, desarrollo, cambio y progreso. Las vidas se construyen temporalmente, pero es importante entender este encadenamiento desde la juventud".

6 comentarios:

Mila dijo...

Ya has entrado en esa etapa???!!! Que va mujeeeeer!!!!

"Lo importante no es cuántos años tenemos, sino en cuántos de ellos hemos vivido"

www.voces.me/y-tu-que-edad-tienes-enric-sanchez

Felipe dijo...


MIEDO


Todas las culturas han menospreciado a los cobardes. Por ello ha aparecido un nuevo temor sobre la tierra, el miedo a tener miedo. Y sin embargo el miedo es el más común de los sentimientos entre los seres humanos, por más que el hombre, en su sensación de culpa, trate de ocultarlo continuamente. Es increíble el grado de hipocresía que nos caracteriza.
Mil sensaciones de miedo nos acosan a lo largo de nuestra existencia, imprecisas al principio y perfectamente diferenciadas después, sin que casi nunca tengamos el valor de identificarlas como tales.
Estoy seguro de que nadie ha olvidado el miedo infantil a la oscuridad, como paradigma de los miedos absurdos. Sin embargo los miedos, cual más absurdo cual más real, van creciendo a medida que avanzamos por la vida.
A los miedos infantiles, casi entrañables y disculpables, les siguen los miedos de adolescentes, cuyo número ha centuplicado a los de los primeros años. Aparecen miedos mucho más concretos y que nos proporcionan mayor vergüenza, toda vez que nos dan la primera consciencia de nuestra vulnerabilidad. Miedo al ridículo, a la sexualidad, a la ignorancia, al desmañamiento, a nuestra propia personalidad, a las chicas, a los profesores, a los mayores, a la religión, a los amigos.......
Luego, tras un pequeño periodo en el que nuestra recién adquirida hombría nos hace creer que hemos dominado al miedo, llega la verdadera eclosión. El desmadre de los miedos. Con la madurez van creciendo los miedos, hasta hacerse incontables: El miedo a la muerte, al fracaso, al aburrimiento, al triunfo, al amor, al desamor, a la desidia, a la pasión, a la ilusión, al desencanto, al dolor........
Pero nunca sabrás, de verdad, lo que es el miedo hasta que no entres en el miedo de los demás, hasta que no sientas miedo por los demás, hasta que no entres en el miedo de tus seres queridos. El desiderátum de los miedos es tener miedo a que los demás, los que quieres, sientan miedo.
Tal vez el miedo sea el camino hacia una muerte menos temida, más deseada, más fácil; una vez que hayamos aprendido a no tener miedo.

Mila dijo...

Justo hoy me he encontrado con una noticia de esta mujer, Lyn de 64 años y profesora, que a pesar de su edad se ha metido en el mundo de la moda en el que todos sabemos que cuando llegas a una edad ya no vales en esta sociedad, sobre todo si eres mujer. En los hombres la edad se mira de otra manera.

www.accidentalicon.com

Afrontando la lesión medular dijo...

Es cierto, Mila, hay jóvenes viejos y mayores jóvenes. Yo me siento joven de espíritu y con muchos proyectos por delante.

Afrontando la lesión medular dijo...

Todo un ensayo sobre el miedo, sí señor, Felipe.
Hay otros miedos no mencionados. El miedo a la muerte propia o de los progenitores surge en la infancia al igual que el miedo a la oscuridad.

Conforme uno se hace mayor, va desapareciendo ese miedo. Los muy mayores esperan la muerte más que temerla.

En cualquier caso, no debemos de sufrir por adelantado. Se sabe que casi el noventa por ciento de nuestro tiempo nos pasmos preocupados por cosas que no sucederán.

Gracias, Felipe, por tu extenso y claro comentario.

Afrontando la lesión medular dijo...

¡Genial esta Lyn! De todos modos parece más mayor pero se ve una mujer muy interesante.