Es curioso lo que sentimos cuando se muere una figura célebre. Nos sorprendemos experimentando pena por alguien a quien nunca hemos conocido en persona. La sensación se multiplica cuando se muere un cómico, porque su conexión con nosotros ha sido todavía más especial e intensa que la de un ídolo de cualquier otro ámbito.
La muerte de un cómico también nos sorprende intentando encajar un episodio negro en un lugar donde solo existía la luz.
¡Reírse con la noticia de un fallecimiento! Probablemente es un honor, y a todas luces debería ser el propósito de cualquier cómico: que todos los artículos que cubran su muerte hagan reír.
Es difícil elegir entre tantas viñetas ocurrentes.
3 comentarios:
Un grande del dibujo,en una entrevista le oí decir que la vida es una película la cual siempre termina mal, muere el bueno,el malo, el rubio, el del supermercado, etc, me quede con esas palabras.
SALUDOS
También un paciente me dijo hace tiempo "la muerte es lo único que tenemos asegurado".
Todos morimos, hasta en las películas que no terminan mal, otra cosa que en la película no llegue a verse ese final.
Lo peor no es como termine sino ser actor de la película o ser un simple espectador tomando unas palomitas y viendo, envidiando, llorando... como viven los demás.
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