jueves, 22 de enero de 2015

"Aparcados" al lado del Control de Enfermería




A pesar de que esta situación de la que hoy voy a hablar la llevo observando más de veinticinco años  al tiempo que oigo cómo es percibida la misma  por parte de los lesionados, nunca había dedicado un espacio en este blog. Es por ello que hoy toca coincidiendo con algunas otras observaciones de interés, le dedico esta Entrada.

Cuando el paciente es levantado, algunas veces mucho antes de que acuda a sus actividades, si no puede valerse ni desplazarse por el mismo se le ubica cerca del control de enfermería. Los pacientes sienten como si se les "aparcara". Se quejan de estar demasiado tiempo levantados lo que conlleva cansancio, entrar en un sueño profundo o escuchar conversaciones inadecuadas sobre ellos o sobre otros pacientes, algo poco ético o asistir a discusiones o conflictos entre el satff, entre otros.

Pensé escribir sobre ello a propósito de que una paciente me dijera que no quiere oir cosas sobre su lesión porque no se encuentra preparada o que no quiere oir comentarios de otros pacientes a los que conoce y que entienden que están dentro del ámbito del secreto profesional.

Lo que en un principio puede hacerse con la mejor intención de tener "controlado" al paciente y proporcionarle acompañamiento, confort y seguridad, se vuelve contra ellos porque el paciente asiste en primera línea a los fallos de un sistema que le puede generar cierta inseguridad. Supongo que sucede lo de siempre, esto es, que los paciente se quedan con lo malo percibido y no con los buenos gestos.

Volviendo al "aparcamiento del paciente", es en esta situación cuando el paciente se percibe "menos válido e impotente". Alguno de los mecanismos de evasión que todos los que nos movemos podemos utilizar como salir corriendo o quitarnos del medio, ellos no pueden usarlos o al menos hasta que no le dan una silla de propulsión mecánica que ellos puedan conectar y permitirles abandonar el lugar.

Hay otras muchas cosas que podríamos mejorar como el hablar más bajo y evitar gritar de un extremo a otro de la planta algo que se hace realmente por comodidad. Vivimos en una cultura del ruído. Este, por desgracia, no sólo se produce por el día en el Hospital sino que irrumpe en el silencio de la noche y del descanso de los pacientes acompañado del fogonazo de luz a la hora de hacer el cambio postural de los pacientes.


8 comentarios:

Sonriman dijo...

Buenas noches, Aún todavía no finalizadas ni mucho menos: Ni bien, ni mal aparcadas. Sobre el post de Hoy. Bajo mi opinión: Si es cierto que bajo el punto de vista de un lesionado medular, El simple que para uno no es tan simple, el hecho de incorporarle de la cama, lugar donde uno ha estado un largo periodo de tiempo, causa un miedo atroz, piensas si me voy a marear, me tendrán que atar, amordazar, que haya alguien cerca de mí, y ¿Cómo me van a levantar?
Llega el día que te levantan y después de este periodo de tiempo, que las incorporaciones, son con el mando a distancia de la cama, y vuelta hacía un lado y más tarde hacía el otro lado. Pareces una peonza, porque te giran y te vuelven a girar. (Mi más sincero respeto y gratitud a los cambios posturales, el cuerpo lo necesita y agradece).
Llegado este día, ves que aparecen varios, as personas y que uno de ellos empuja un algo que se llama grúa. (Hay madre que además de lesionado medular, mis piernas se han convertido en ruedas pinchadas y soy un vehículo inmóvil). Sera de ahí que al roncar, me decían, este ya está runruneando en ralentí.
Una vez se acercan te agarran con tiras que te recogen el cuerpo, brazos y piernas… y te van subiendo, desalojándote de la cama. Tú sin darte o dándote, un poquirriquitín de cuenta, miras como puedes y ves que te van desplazando de la cama a tú nuevo vehículo, la silla de ruedas.
Ya depositado en ella, te colocan el cuerpo, los brazos, las piernas… todo en sí. Te miran y te preguntan ¿Manuel qué tal? Y en mi caso, además de lesionado medular, tengo un problema de audición. Oía que me hablaban pero a veces no entendía, entre los nervios, el mareo y que se yo, puuub.
Una vez comprobado y revisado, vamos una puesta a punto, bastante completa. Se acercaba el piloto, persona que te llevaba en mi caso porque yo no tenía fuerzas casi, y te sacaba de la habitación.
Una vez fuera, te iba acercando hacía el mostrador que estaba delante de la puerta de acceso a sus garajes. Lugar desde donde a uno le podían vigilar mejor.
Es de comprender, que es su trabajó pero al tener que atender a la vez a tantos enfermitos , es de entender , y lo digo yo que siendo lesionado medular y no me entiendo ni yo, que nos dejen “Aparcados”, depositados allí.
El tiempo, debido según las molestias de cada uno, se hace largo, más largó: Que un día sin pan, y si eres panero a mí me lo van a contar.
El tiempo pasa despacio, te notas mirado, observado, tú lo notas y ves que los otros compañeros, están como tú, llenos de tubos de cables y que se yo……. Al pasar cerca notas que hablan entre ellos y comentan cosas, referentes a cada uno y piensas podían hablar más bajo, o tal, pero el tiempo pasa al principio despacio, tú cabeza y tú cuerpo se cansa y deseas que te vuelvan a llevar a tú habitación y te dejen en tú cama.
En mi caso en principio, me costó pero con calma, y paciencia (Creo que el SANTO JOB, se ha quedado desfasado). Todo fue a un poco mejor.
UNA INMENSA SONRISA Y GRACÍAS A TODOS LOS MECANICOS DE ESA PLANTA, que supieron , ajustar, apretar y fijar todo el mecanismo de este vehículo.
SONRIMAN

Afrontando la lesión medular dijo...

Gracias, Manuel, por tu comentario que es más largo que mi entrada. Gracias por tu tiempo, por tu humor, por ofrecernos esa visión tan original, tan real desde tu cama, desde tu silla, con tus miedos, con tu pérdida auditiva, con tu gratitud hacia esos mecánicos que te ponían a punto.

Algunos tardáis mucho en esa puesta a punto, en sentiros cómodos? en la silla, en no marearos, en disfrutar sentados.

La Chica del Jardín dijo...

Creo que yo también diré algo, sin ser paciente y sin sufrirlo.

Cuando levantaron a Manuel, y lo sentaron en su silla, teníamos mucho miedo de su aceptación, ¿verdad Mª Ángeles? Pero al verlo sentado en aquel pasillo en el que tantas horas yo había pasado... uf ¡qué subidón! Y eso que soy un poco desastre y siempre llegaba tarde.

Cuando me veía aparecer por la entrada del pasillo, bien porque se diera cuenta o bien porque siempre había alguien que le avisaba, su cara se iluminaba...

Según me contaban, mientras estaba "aparcado" y sus dedos habían empezado a moverse ligeramente, Manuel se entretenía concentrado intentando mover aquellos dedos inmóviles, ante la observación de muchos (de la que él no se percataba), hasta que llegaba alguien que le desaparcaba y le llevaba a conocer el lugar en el que llevaba un tiempo considerable sin conocerlo...

Siempre me pareció una buena medida para tener a los pacientes con más dificultad de movilidad más o menos controlados y acompañados. Si, están en el pasillo, uno tras otro, pero no están solos, la familia tiene su horario y ellos tenían que adaptarse a su nueva situación, pero estando cerca del control... están acompañados. El que pasa siempre les dice algo, al menos eso cuenta Manuel, un "¿Estás bien? ¿Necesitas algo? ¿Estas cansado? ¿te mareas?..." En ese difícil trance, no están solos, ¿no tiene eso importancia?

Recuerdo a Angelita, de la limpieza, verme y, sonriendo echarme en cara que llegaba tarde los fines de semana, jajajaj ¡qué gran persona! Había estado intentando hablar con Manuel, preguntándole dónde estaba...

Aparcamiento o estacionamiento, ¡qué más da! lo importante es estar vigilados, no están en condiciones de salir a su aire, son momentos muy difíciles para paciente y familiares.

Besos fresquitos

Anónimo dijo...

... Y La Chica del Jardín dijo:

¡Zaasss! ¡ En toda la boca!

Saludos.

Anónimo dijo...

Reedito:

...Y La chica del Jardín dijo:

"Aparcamiento o estacionamiento, ¡qué más da! lo importante es estar vigilados, no están en condiciones de salir a su aire, son momentos muy difíciles para paciente y familiares."

Ahora es cuando vienen los aplausos..

Sonriman dijo...

Anónimo, con respeto, no entiendo a que viene que tienen que llegar los aplausos, si ha parecido una comedia, lo que viene creo yo es una sonrisa, si no ha gustado, hay variedad de opiniones, de carácter, de forma, la intención no es molestar es dar una opinión muy personal, personalmente Buenas tardes y sonriente día, anónimos.

Anónimo dijo...


Al contrario Sonriman, aplaudo la opinión/versión de La Chica del Jardín, que me parece acertadísima, y no consigo entender la ¿crítica?de la autora del blog hacia esta medida, dados los diferentes tipos y horarios de actividades, por no hablar de la tolerancia a la sedestación entre un paciente y otro, incluso con la misma lesión.


Saludos cordiales.

Afrontando la lesión medular dijo...

Veo que ha sido interpretado como una crítica. Yo solo he querido transmitir lo que muchos pacientes me transmiten y la respuesta no simepre es igual para todos ni todos los profesionales están tan pendientes ni son tan amables.

Además, yo había abordado en la misma Entrada otros aspectos como son el del derecho de la preservación de la intimidad, el de hablar a voces por comodidad de no tener que levamntarse.

Angelita es muy especial y siempre tiene una palabra amable que decir y una canción oportuna que tatarear yes "Angelical", lo lleva en el nombre.

!La Chica del Jardín" siempre en positivo al igual que Sonriman. Coincido con ella en algunos aspectos. La verdad es que los pacientes de esa planta tienen una situación mas frágil debido al alcance de la lesión

Gracias a todos. Está bien que haya controversia.