viernes, 28 de octubre de 2016

La dieta de la alegría

Con palabras sencillas nos acerca la alegría un hombre sencillo.

Extraigo de unos poemas de Benito, un integrante del grupo de mayores, algunas recomendaciones para comenzar un nuevo día y ver el lado bueno y positivo de las cosas :

"No guardes los recores
ni los malos sinsabores
guarda solo los buenos recuerdos
y disfruta de la vida y de todos ellos.

Recuerda siempre las alegrías
para poder vivirlas cada día.

Tu puedes y debes hacerlo.

Hay que olvidar el pasado
y escoger lo mejor de tu vida para vivirla.

Aprovecha y disfruta el presente 
porque mañana podemos estar ya ausentes.

Para no retomar más al pasado
haz la dieta de la alegría
con una sonrisa cada día
al conocer un nuevo día"

Gracias a benito por compartir este poema que fue dedicado a una persona que había sufrido un cáncer.

2 comentarios:

La Chica del Jardín dijo...

Me sumo a la dieta!!!!

Sonreír cada día ayuda a tener alegría, y sobre todo a transmitirla a nuestros compañeros de camino...

En mi profesión, los alumnos siempre alucinan al ver que llegas, incluso a las 8 de la mañana, con una sonrisa deseándoles buen día, a pesar de lo que lleves en la mochila...

La alegría se contagia con facilidad, a pesar de los problemas personales, nadie tiene porqué saber lo que te pasa, salvo que lo cuentes, y contagiar con sabiduría, la alegría que demuestras al levantarte cada día e incorporarte al trabajo (sobre todo si trabajas con personitas en su etapa de formación) demuestra un talante que ellos saben apreciar, aunque les tengas que regañar por no haber estudiado lo sufuciente.

Ayer, sin ir más lejos, mostré un vídeo de proyectos del año pasado a los alumnos de 1º de ESO (12 años) me gustaría que hubierais visto sus cara de alegría al ver lo que iban a aprender en cursos futuros... si esto se lo enseñas sin ilusión, ellos pasan y no se enganchan a las nuevas materias que tienen entre manos, quizás ellos, los peques sean capaces de enseñarnos la positividad de la sonrisa, risa, alegría...

Ya sabemos que son peques, que están aprendiendo, que son esponjas... pero... ¿qué tal si empezamos a aprender de ellos? Son capaces de mostrar lo que llevan dentro sin preocuparse por lo que piensen los demás, y cuando a uno se le ve tristón... todos acuden en su ayuda ¿por qué los mayores somos tan tontos? aprendamos de ellos...

Hemos visto en las lesiones de abuelos/as cómo los niños hacen que se vuelvan a tener ganas de vivir, de seguir el camino, aunque sea sobre ruedas...

Besos alegres de viernes

Afrontando la lesión medular dijo...

Manuel y tu hacéis esa dieta hace tiempo y así os va de bien. Ya lo creo que necesitamos contagiarnos de cosas buenas, de modelos de positivismo. Todos tenemos problemas y no por ero dejamos de sonreir, dar los buenos días, escuchar activa y empáticamente.

Qué afortunados tus alumnos. Ojalá y que los claustro se llenaran de sonrisas, ilusión y buen hacer.

Sigamos el proverbio chino : "lo que no se da, se pierde".

Gracias, Carmen. Os deseo un buen fin de semana lleno de luz y sol.