"Persecución"
Estoy en la cafetería, en breve mi abuelo acaba sus actividades. Aquí llega. Me acerco para darle el primer beso del día, pero, sin darme explicaciones, acelera y sale disparado. Yo, entre sorprendida y asustada, me voy sin pagar mi colacao e inicio una persecución por los pasillos. Sale a la calle, yo aún dentro, lo veo por la cristalera. Me estoy poniendo muy nerviosa; a pesar de que soy deportista no puedo alcanzarlo, esa dichosa silla corre mucho. Le grito pero no me quiere oír, yo sigo corriendo, el corazón me va a estallar, se dirige hacia el Tajo, dobla una esquina, lo pierdo de vista unos instantes; respiro aliviada... lo vuelvo a divisar. Ya lo tengo cerca….¡¡ ABUELOOOO !! ... Me paro, no puedo más, tiro la toalla, se acabó. Pero, de repente, como si de Carlos Sáinz se tratara, frena bruscamente derrapando hacia su derecha, girando ciento ochenta grados, quedando mirando hacia mi…. Yo, entre sonrisas y lágrimas, le pregunto : ¿tienes algo que decirme?... ¡Claro, que esta silla es maravillosa, Claudia, como tú!. Por cierto, ¿has traído pan para los patos?.
Antes de responderle, alguien me susurró: Señorita, despierte, su abuelo le está esperando, acaba de salir de terapia.
Claudia Cimas Valladolid, 30 de Noviembre 2018
No hay comentarios:
Publicar un comentario