lunes, 23 de junio de 2014

Sin probar bocado


A pesar de que cada vez son más los pacientes lesionados medulares con alteraciones de la deglución, nunca he abordado este tema en el blog.Estas alteraciones reciben el nombre de "disfagia". y es tal su importancia que hace unos años se creó un Grupo de Trabajo para elaborar una Vía Clínica o Guía de Práctica Clínica compuesta por un equipo multidisciplinar de los que formé parte.

No todos los pacientes que sufren alteraciones de la fonación, tienen disfagia. La mayoría presentan disfonías postintubación o tras traqueostomía que producen traqueomalacia.

Dada mi especialidad, yo centraré la atención en los trastornos emocionales derivados de las complicaciones secundarias a las alteraciones de la voz y de la deglución.

Me parece admirable la adaptación de los pacientes en este y en otros campos. ya sabemos que la lesión medular produce daños colaterales a veces no tan visibles.

Las alteraciones de la deglución a veces duran más de lo que les gustaría a los pacientes y a sus familiares y de los que nos gustaría a los profesionales. Es por ello, que los especialistas consideran que hay que tomar medidas para no mantener a un paciente con una sonda nasogástrica (SNG) mucho tiempo. Es por lo que se llevan a cabo "gastroctomías" que es una intervención reversible. Consiste en pasar el alimento directamente al estómago (permite pasar una alimentación/dieta con todos los nutrientes necesarios) por medio de una sonda. Cuando el paciente va superando el problema (existe un Protocolo que indica los pasos a seguir), y se ha comprobado que puede comer sin que haga aspiraciones a pulmón o tenga otras complicaciones, se cierra la gastroctomía.

Esta mañana, me decía un paciente, que presenta disfagia y está en tratamiento logopédico, que ya ha empezado a comer. Preguntándole por la experiencia de volver a probar la comida, me dice que aún no puede hablarme de satisfacción porque en todo momento ha estado atento a no atragantarse, y a superar cada paso. Confía en lograrlo definitivamente. Su deseo : "Comerse un buen chuletón".

Me llama la atención la asombosa adaptación del lesionado medular a todo. Está preparado para "lo que le echen". Son personas yo diría, casi incombustibles.




Quienes quieran saber más sobre la disfagia y su  tratamiento. les remito a este artículo sobre la rehabiltación logopédica  que se publicó, en su día, en el número nueve de la Revista Infomédula.


2 comentarios:

Quili González dijo...

Interesante post. Personalmente recuerdo en mi vivencia ese "miedo a comer", pero claro que se supera...luego hay que mandarnos parar de comer. Un saludo

Afrontando la lesión medular dijo...

Gracias, Quili. Hoy me ha encantado ver cómo un paciente me comentaba lo bien que le había sabido un plato de albóndigas.

Llevas razón que no hay que pasarse, ya sabemos que "en el término medio está la virtud".