117755
Soy de letras y nunca me gustaron demasiado los números pero acabo de ver que el marcador de visitas marcaba el 117755 y me ha parecido un número precioso que no se si quiere decir algo. Es seguro que más de un seguidor sea de ciencias y amante de los números y que los dote de sentido.
Habrá habido más números mágicos y bonitos pero no habré prestado atención en su momento. Quién sabe si hoy reparé en ello por algo. Quizá debería de jugarlo a la lotería. Nunca me ha tocado la lotería pero es verdad que no juego. Yo juego otra lotería, la de la vida, y de momento no me puedo quejar pues he sido muy afortunada por muchas razones, entre otras por tener la suerte de saber reconocer las razones que me llevan a ella.
A propósito de esta entrada, hablaba hace un rato con un paciente en la sesión de psicoterapia, acerca de lo afortunado que era dentro del infortunio o trauma que le tocó vivir así. Comparando con su vida antes de la lesión observábamos cómo antes no fue consciente de que tenía una vida plena. Es ahora, cuando la lesión lo pone contra las cuerdas, cuando ve que la vida que llevaba era buena y no había sido capaz, sin embargo, de haberla valorado.Tanto antes de la lesión como ahora tiene la fortuna de contar con personas que lo quieren por lo que es y que están dando todo. De él depende seguir contando con ellas en el futuro.
Cuando la situación de dependencia y desamparo físico es de tal magnitud, los lesionados se sienten absolutamente dependientes y se olvidan de que tienen una parte no lesionada que puede seguir moviendo su vida y ocupándose, incluso, de los demás.
Hay otro ejercicio que hay que practicar y que no se practica precisamente en el gimnasio. Movamos la mente para que sus engranajes no se oxiden.
Cuando he finalizado de escribir esta entrada, aparece otro precioso número en el contador de seguidores 117771 ( 3 unos y 3 sietes, ni más ni menos).
Antes de marcharme el contador marca 117777. ¡Qué series de números tan bonitos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario