martes, 19 de septiembre de 2017

Sexualidad y Asistencia sexual (II)

Soledad Arnau Ripollés
Hace unos días dedicaba una Entrada al controvertido tema de la Asistencia Sexual

http://afrontandolesionmedular.blogspot.com.es/2017/09/sexualidad-y-asistencia-sexual.html

Y hoy me pasan el enlace de mi amiga y compañera del Comité de Ética Asistencial del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, Soledad Arnau Ripollés. Un reportaje que se acaba de publicar en el Diario El País que está a caballo entre este tema y el de la Asistencia Personal

https://verne.elpais.com/verne/2017/07/21/articulo/1500628710_843923.html

Entresaco algunas frases de Soledad

Asistencia Personal

Jamás he caminado sobre mis piernas y por eso me desplazo en una silla de ruedas. Tampoco he podido llevarme una cucharilla a la boca ni levantar un vaso de agua. Por eso cuento con la ayuda de una persona -mi asistente personal- que me permite llegar a donde no alcanzo.

La asistencia personal es la herramienta humana que, apoyada en la filosofía de vida independiente, permite que las personas con diversidad funcional tengamos apoyo humano constante y podamos desarrollar una vida activa y en igualdad de oportunidades. En términos prácticos, los asistentes personales son trabajadores de mi confianza a quienes contrato para que me acompañen de lunes a domingo y para que actúen como una prolongación de mí misma. Es decir, no solo para que me levanten de la cama, me vistan y me duchen, sino para que mi vida tenga una utilidad y una productividad durante la mayor parte del tiempo posible. Pero, sobre todo, para que mi vida sea digna en el pleno sentido de la palabra.

Mi asistencia personal está financiada por la prestación económica de asistencia personal y el complemento del Programa de Apoyo a la Vida Independiente de la Comunidad de Madrid/ASPAYM Madrid.

Asistencia Sexual


"Las personas que han trabajado conmigo acostumbran a decirme que mis manos son especialmente suaves. Y, con la ayuda de mi asistente, sentí por primera vez la suavidad de mis manos contra mi cuerpo: fue una sensación comparable a unos fuegos artificiales."

Muchos contemplan mi situación como algo lastimoso y, por tanto, a las personas como yo se nos condena a una existencia de servicios mínimos: ser alimentados, ser entretenidos y ser acostados. Pero también tengo deseo sexual y las sillas de ruedas no son necesariamente una atadura: también pueden convertirse en un divertido juguete erótico.

Hay cosas que una persona ha de vivir por sí misma y, en mi caso, solo es posible con apoyos humanos, autogestionados, financiados públicamente y elegidos por mí. La asistencia sexual es una gran opción para vivir dignamente, sobre todo en el plano del autoerotismo.

El asistente sexual deberá estar bajo el paradigma de la filosofía de la vida independiente: ser un bastón que nos permita llegar hasta donde habitualmente no alcanzamos. No tendrá que desvestirse o procurarnos placer directamente, sino facilitarnos todo aquello que físicamente nos está vedado.

https://verne.elpais.com/verne/2017/07/21/articulo/1500628710_843923.html

Mil gracias a Sole por este reportaje tan bien enfocado y sincero.

2 comentarios:

Mila dijo...

Comparto la publicación en facebook, me parece que puede interesar.

Afrontando la lesión medular dijo...

Creo que ha tenido muy buena acogida. Me alegro de haberla compartido en facebook.

Gracias por compartirla tu también.