domingo, 16 de agosto de 2020

En primera persona

Retomo el blog tras una pausa veraniega y lo hago con el testimonio, colgado en su Facebook, de Valentín Correal Barro (que me ha autorizado). Se trata de un paciente que acaba de ingresar en el Hospital Nacional de Paraplejicos de Toledo y que, dada su buena evolución, será dado de alta esta semana que entra.

Por diferentes razones, siempre tengo sentimientos encontrados sobre publicar algo en facebook y generalmente, termino tomando el extremo de no publicar nada.
Esta vez, el ′′ animal social ′′ en mí (inexistente, por supuesto) sabe que hay un grupo de ustedes que, a pesar de la distancia y del poco contacto que la vida de ladrillo y mortal nos permite mantener, me odiaría si ignoraría una vez más la dinámica social y así, se enterarían de esto de terceros.
El 13 de julio pasé por cirugía para sacar un tumor de mi columna vertebral que cubrió una extensión de varias vértebras. Todas las buenas noticias a partir de entonces: por un lado, las últimas pruebas realizadas sugieren que pudieron eliminarlo por completo. Por otro lado, los análisis patológicos posteriores confirmaron que la naturaleza del tumor no era maligna, simplemente resultó estar en un mal lugar.
Ahora sin más extraterrestres conocidos en mi cuerpo, es hora de volver a ganar la movilidad y la sensibilidad perdida durante la cirugía y eso es cuestión de tiempo, esfuerzo y voluntad y tengo mucho de eso ahora mismo.
He estado hospitalizado desde el 13 de julio y tengo que continuar aquí hasta el 6 de agosto, cuando seré trasladado al hospital parapléjicos en Toledo para comenzar tratamiento intensivo de rehabilitación. Aparentemente esta es una de nuestras joyas sobre salud pública y es la opción que promete recuperar el máximo de la brecha perdida en el período más corto de tiempo así que sin cerebro.
Esta vez en los hospitales no caerá en oídos sordos personalmente. Todo lo contrario. El simple hecho de poder volver a tomar perspectiva y recordarme a mí mismo lo que es prioridad y lo que es accesorio, ha trazado un camino en mi cabeza donde la incertidumbre no tiene papel protagonista y eso trae la calma que el cuerpo necesita para centrarse en su propia recuperación.
La paciencia es algo que finalmente estoy aprendiendo a desarrollar en este período, con la idea de que esta vez hay esperanza de que esto llegue a su fruto.
Creo que este tiempo también me ha ayudado a apreciar mejor y valorar más apropiadamente las acciones que vienen de otros.
En primer lugar, me gustaría afirmar que nunca habrá suficientes palabras o gestos para reconocer el amor y la ayuda que me ha brindado
Susana García-Sampedro Clérigo
. Una mujer excepcional en todos los sentidos.
Cada día se ha llenado de pequeños gestos y actos que han llevado a cabo muchas personas dentro y fuera de la familia. Esto me indica que de una u otra manera, en mayor o menor medida, hay una conexión entre estas personas y yo y que esta conexión tiene un valor para ellas. Debo confesar que nunca he pensado en estos términos antes y espero poder crear un enlace aún más fuerte y enriquecedor a partir de ahora con todos ellos.
Gracias también a
bp
por la genuina atención y preocupación que has mostrado por tus empleados. Ahora era mi oportunidad de sentirlo en mi propia persona. Solo puedo decir que me siento muy afortunado de pertenecer a esta familia adicional. Gracias.
Todavía quedan unas semanas para mí en los hospitales pero las perspectivas son buenas y los planes son mejores: cada día hay poco progreso físico para celebrar. Eso significa emocionarme con los pequeños hechos otra vez y me parece muy reconfortante. Finalmente he empezado a estudiar un lenguaje de programación. Esta fue una tarea eternamente pospuesta y una que estoy disfrutando mucho estos días.
Pero lo más importante es que ahora tengo el tiempo para pensar y espero que pueda devolverte una mejor versión de mí una vez que todo esto termine.
Mientras tanto, sé feliz y gracias de nuevo por todo.


Gracias, Valentín, por compartir.

2 comentarios:

Sonriman dijo...

Buenas tardes. Es una buena exposición de datos, yo en mi momento los note y viví, y es claro que poniendo un@ de su parte se van recogiendo pequeñas pero inmensas migas.
Es importante no tirar la toalla, aunque se vea que esta la situación complicada, difícil.. Pero no es imposible el poder superar grandes baches que en este periplo llamado vida, se nos van cruzando en el camino.
Caballero no dude, con fuerza con ganas y muchísima ilusión, continúa hacia delante.
Una inmensa sonrisa aaa a toda la gente, familia que pertenecemos a ella.

Afrontando la lesión medular dijo...

¡Qé bien verte de nuevo por quí, Manuel!. Me alegra saber de ti.