Hoy no puedo dejar de rendir un homenaje a un paciente que falleció el pasado jueves 21 de Junio. Paciente que, como otros, nos dejaron en silencio y su última etapa del ciclo vital, se revistió de sufrimiento.
La muerte, como en este caso, se vive como un alivio y es, aunque nos cueste aceptarla, la mejor salida para el paciente y su familia.
Este paciente, como es habitual en los mayores tras la hospitalización, atravesó un importante episodio de desorientación en el que estaba totalmente perdido, y presentaba un discurso incoherente en el que lo único que acertó a decir de manera correcta fue el nombre de su nieto : "Oscar". Ya he comentado en el blog como cuando la lesión medular acontece en las personas mayores, los nietos son el mayor estímulo y lo que los impulsa a seguir adelante.
Este paciente, en su delirio, me definió de la manera más bonita que nunca nadie me ha definido ."La chica más guapa de los planetas limítrofes". Esta fue su respuesta cuando le interrogué para ubicarlo en mi persona.
Que esta entrada sirva de homenaje a todos los pacientes que nos han dejado no sin antes pasar por un período duro de rehabilitación. Algunos fallecieron próximos al alta cuando ya habían resuelto todo para emprender una "nueva vida"; otros fallecieron en su lugar de destino (casa, residencia), sin apenas haberse estrenado.
4 comentarios:
"Lo único que acertó a decir de manera correcta fue el nombre de su nieto". ¿Sólo instinto de supervivencia? En su memoria y por que haya algo más, vuelen hasta el blog de María de los Ángeles unas cuantas ocurrencias de Ana, de seis años también y nieta de este otro paciente.
Un día :
–Mamá, ¿el dinero lo hace Dios?
De noche, leyendo a Mafalda en el salón:
–Mamá, ¿qué es una hipoteca?
Hace poco:
–Mamá, ¿la prima de riesgo es una prima que sufre?
Y hace algo más:
–Mamá, ¿te digo un secreto?... Aún me quedan miles de cuentos por contar, infinitos.
–Mamá, ¿todo el mundo tiene nombre? [Madre: Sí, todo el mundo] ¿Los pobres también?
–[Antes de dormir] Mamá, ¿cuando estás muerto también sueñas?
–Mamá, ¿qué le va a pedir Dios a los Reyes Magos?
No sé por qué, para mí la mejor frase suya hasta ahora es la siguiente: “La vida es un charco de agua”. Perfecta. Transparente. ¿Cómo pudo ocurrírsele a una niña de seis años? Quizá en la bañera. Simplemente.
Manuel, tu nieta es un portento y muy profunda. No se si todos los nietos son los mejores para sus abuelos pero se que a mis pacientes mayores les ayudan a salir adelante y son sus razones para seguir viviendo.
Haré una entrada en homenaje también a ellos y a ver si se anima la gente a colgar en el blog sus ocurrencias, preguntas inteligentes y observaciones. Te recomiendo que leas el libro de Francesco Tonucci : "Con ojos de niño".
Gracias por enriquecer el blog con la sensibilidad de tu nieta.
Mi amiga Marta, con la que compartí complicidad, amistad y con la última que hablé y lloré cuando salí del hospital, hasta eso le debo, esperó hasta que me marché y dos días después se marchó ella para siempre.
Belisa
Nadie sabe lo que nos tiene preparado el destino.
Respecto a Marta y tantos otros que nos dejaron, lo que siento es lo que lucharon ellos y sus familiares aunque estoy segura que los que quedan, más allá del sufrimiento por la pérdida, estarán contentos de haber puesto de su parte TODO para proporcionarle al l.m. la mayor calidad de vida. Seguro que valió la pena.
No quiero nombrarlos por si e dejo a gente sin querer. Recuerdo, Belisa, como tú, a algunos especialmente. Gracias por rendir ese particular homenaje a Marta.
Recomiendo en esta misma línea el testimonio de Concha Perelló en el Libro "Afrontando la Lesión Medular" para quien tenga el libro.
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