lunes, 10 de septiembre de 2012

Sobre el don

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"Cuando falta lo básico se ve quién está dispuesto a ceder una parte de su casa"

"La gente más feliz es la que ha sido capaz de explorar su don y darlo a la sociedad"
                      
                                                                                  Francesc Torralba

Leyendo algunos ensayos de Francesc Torralba, pensé que su ensayo sobre el don daba continuidad a lo que ya vine a tratar en otra de las entradas sobre la compasión y la gratitud.

Comenta Torralba que las crisis nos pone a prueba y cuando falta lo básico se ve quién está dispuesto a ceder una parte de su casa. El don es  eso que recibimos sin mérito. El don es un talento. Continúa diciendo que la felicidad radica más en ese darse al otro, en la capacidad de dar a otros lo que uno es, que en recibir de otros sus respectivos dones.

Estas afirmaciones enlazan con las reflexiones que se hacen las personas que sufren una l.m. Estas personas, en estos momentos tan críticos son quienes ven, verdaderamente, quién está a su lado y quién da desinteresadamente. Dar en la adversidad no es fácil por eso es un dar y es un don que no espera, en principio, nada a cambio.

Parece que las personas que dan en el contexto de una labor de voluntariado, comentan que reciben más de lo que dan.

El cambio de valores y el descubrimiento de quién es un verdadero amigo son dos de las cuestiones que más se repiten tanto a nivel de los pacientes como de sus familiares tras sufrir una lesión medular. Comentaba un paciente la pasada semana que a el le cambiaron sus valores  en las primeras veinticuatro horas.

Además, dada la envergadura del trauma, surgen otras cuestiones filosóficas tras la lesión como el sentido de la vida o la verdadera felicidad. Comentaba un padre hace unos días que se conformaba con que su hija (recién lesionada) fuese feliz y yo le decía que antes había que preguntarse si lo era previo a la lesión pues no es la lesión en sí motivo para dejar de serlo, es más, algunos son más felices después de la lesión.

Estos y otros temas los iré tratando en el blog.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

La abuela solía dar una calientita (nombre que se le da a una tortilla de maíz grande rellena de queso y salsa picante en el pueblo de mi abuelita en el Estado de Oaxaca en México) a un anciano que no tenia familia y que regularmente pasaba a saludarla. Una vez que la visite comí junto al señor y me dijo, "No tengo con que pagar a Elo (Eloisa se llamaba mi abuelita), pero se que recibirá su recompensa. y ella le decía "No necesito recompensa con solo ver como se la come me basta" Pero creo que si recibió su recompensa claro de manera indirecta ya que Y sin duda la recompensa es que ahora que ella murió, le llevan una calientita a mi Abuelo, cosa que el agradece.

Así que a veces recuerdo el ejemplo de mi abuela y ayudo a las personas cuando puedo. Relataré lo que paso el martes pasado, mi mamá tiene una pequeña fractura en el pie así que tiene enyesada la pierna, pero tenia que ir al hospital por su insulina (si ella no va no se la dan a nadie), así que mi tía la llevo, y mientras mi tía subia y bajaba de un piso a otro por tramites, mi mamá en un silla de rueda intento ir a sacar una cita en el piso donde la dejo mi tía, sin embargo, comenta mi mamá que la silla que le prestaron en el hospital no funcionaba y por mas que se esforzaba no lograba avanzar, dice que un señor le dijo, "Señora a donde quiere ir" y ella contesto que a sacar la cita, así que el señor la llevo.

Entonces recordé que en un par de veces que fui al hospital me ofrecí para llevar a una señora de igual forma. Así que como mi abuela, recibí una recompensa.

Visitar a mi amigo no me pesa, al contrario me gusta y mas cuando sonríe, esa es mi mejor recompensa.

Sabes respecto a la felicidad, estoy de acuerdo contigo, hay que ser felices con lo que se tiene, pero una vez mi amigo dijo, "Creo que los que dicen ser felices después de la lesión, están mintiendo? tu crees que si estén mintiendo?

Afrontando la lesión medular dijo...

Precioso lo que cuentas sobre tu abuela, Adry. Es una buena herencia la que te dejó que hoy compartes con nosotros.

Respecto a tus dudas sobre la felicidad tras la lesión, no es algo que yo piense sino que es expresado cada vez más por los pacientes. En el ejemplo que yo ponía de esta padre, sucedió, casualmente, que un paciente que se iba de alta cuando ellos ingresaban, les comentó que era más feliz ahora que antes de la lesión y me alegré que fuera el quien se lo transmitiera y no yo porque eso es lo que, verdaderamente, llega a las personas, el ejemplo de alguien que ha pasado por su situación. De ahí partió la idea del libro.

Anónimo dijo...

Creo que muchos de tus pacientes encontraron las cosas que verdaderamente valen la pena y que dan sentido a la vida.

Creo que tal vez si mi amigo conociera o conviviera con otros lesionados, sin duda pensaría diferente.

Ojalá y haya leído el libro y mejor aún que haya podido contactar a alguien, ya que sin duda el beneficio seria mucho.

Adry

Afrontando la lesión medular dijo...

Sin duda, Adry, que la aportación de otros lesionados que supieron adaptarse suele ser un pilar importante en la rehabilitación de los nuevos lesionados y yo me valgo de ellos incorporándolos en la Terapia de Grupo o haciendo alguna sesión con los pacientes cuando la ocasión lo requiere. En Julio, sin ir más lejos, hice una sesión de mujeres con una paciente que perdió una hija en el mismo accidente en el que ella se quedó parapléjica y después se separó ¿se puede perder más?.
Esta sesión sirvió de mucha ayuda a las pacientes que asistieron alver el coraje de Alicia. Pensaron que si ella pudo superar pérdidas tan grandes, ellas podrían igualmente.

Tu amigo me temo que se quedó detenido en esa fase de protesta que no le permite avanzar pero no pierdas la esperanza y no bajes tu la guardia pues seguro que eres el pilar donde el puede apoyarse aunque no te lo diga. Sigue dando como hasta ahora. Se tan generosa como tu abuela.