viernes, 22 de noviembre de 2013

"Destrozar un coche sin hacer ruido"


Revisando las Estadísticas del blog y las palabras claves de búsqueda, me encontré hace unos días con esta frase que me infundió cierto respeto : "Cómo destrozar un coche en silencio". Inmediatamente se me vino la imagen de algún paciente con "potencial suicida" tras la lesión y pensé en no pocos que no llegan a afrontarla cuyo destino al alta me temo que pueda ser no sólo destrozar su coche sino destrozarse ellos mismos y a sus familias y acabar de una vez por todas su sufrimiento haciéndolo del modo que más le gusta : Conduciendo su coche favorito y poniéndolo a toda potencia.

¿Qué hacer ante esta elección del lesionado? ¿Quiénes somos para hacer girar sus planes?. Es difícil quedarse impasible ante estas posturas cuando uno cree en las posibilidades rehabilitadoras y tiene constancia de que "poco a poco" la mayoría de los l.m. se adaptan, viven concierta calidad de vida, disfrutan y hasta algunos son más felices que antes de la lesión.

Hoy pido a los seguidores una opinión sincera al respecto y ser valientes haciendo público su posicionamiento vital tras la lesión medular.Esto me ayudará a ver si es que la autora de este blog es demasiado positiva o que es cierto que hay vida y no, necesariamente, menos buena tras la lesión

Copio aqui´el Poema de José Agustín Goytisolo "Palabras para Julia"

PALABRAS PARA JULIA

Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.

Hija mía es mejor vivir
con la alegría de los hombres
que llorar ante el muro ciego.

Te sentirás acorralada
te sentirás perdida o sola
tal vez querrás no haber nacido.

Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto
que es un asunto desgraciado.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.

La vida es bella, ya verás
como a pesar de los pesares
tendrás amigos, tendrás amor.

Un hombre solo, una mujer
así tomados, de uno en uno
son como polvo, no son nada.

Pero yo cuando te hablo a ti
cuando te escribo estas palabras
pienso también en otra gente.

Tu destino está en los demás
tu futuro es tu propia vida
tu dignidad es la de todos.

Otros esperan que resistas
que les ayude tu alegría
tu canción entre sus canciones.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti
como ahora pienso.

Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.

La vida es bella, tú verás
como a pesar de los pesares
tendrás amor, tendrás amigos.

Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.

Perdóname no sé decirte nada más
solo tú debes comprender
que yo aún estoy soloen el camino.

Y siempre siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso




JOSÉ AGUSTÍN GOYTISOLO

Dejo, asimismo dos enlaces a dos versiones del Poema interpretadas por Paco Ibañez. http://judithalberich.wordpress.com/2010/02/13/nunca-digas-no-puedo-mas-y-aqui-me-quedo/


16 comentarios:

Felipe dijo...

Creo que, para un no lesionado, es absolutamente imposible dar una opinión de qué hacer en caso de sufrir una lesión medular. Sólo quien la ha sufrido está capacitado para opinar y para tomar una decisión de qué hacer con su futuro. Los demás debemos ser respetuosos con su decisión y hacer lo que hemos hecho durante todo el proceso de rehabilitación, ayudar.
Creo que hay tanta diversidad en las lesiones, en el grado de recuperación y en el carácter de los afectados, que sólo ellos, como cualquier otra persona, están capacitados para optar por una u otra decisión.
Lo que sí he podido ver en los muchos meses que he pasado, como acompañante, en ese hospital es que, con el tiempo, los afectados suelen cambiar su actitud de inconformismo por una aceptación relativa de su merma de facultades. Por ello es muy importante no precipitar el alta de los lesionados hasta que no hayan superado el impacto inicial de su lesión y se hayan hecho un modelo de vida post lesión.
Pero que te voy a contar, Mariangeles, si eres tu quien debería informar, y probablemente los hagas, sobre la conveniencia de dar el alta.
Una vez hecho todo lo posible por los que han sufrido la lesión es a ellos a quienes corresponde tomar las riendas de sus vidas.
Visto desde fuera mi opinión es que la vida merece ser vivida.

Afrontando la lesión medular dijo...

Muy bien el planteamiento de tu comentario, Felipe.

Te sorprenderá que te diga que con nosotros, para no variar, es con los últimos con quienes se cuenta para dar un alta. Es más, diría que no se nos tiene en cuenta. Soy consciente de que al alta la mayoría de los lesionados no ha asumido el cambio. De hecho, cuando hablamos de calidad de vida tras la lesión, usamos varios parámetros y uno es el tiempo transcurrido tras la misma (hay diferencia de criterios, según autores, pero se suele hablar de un período de entre uno y dos años). Yo me inclino por los dos años. Otras parámetros son la edad, status y el soporte familiar.

Me gusta mnucho la frase con la que cierras tu comentario. Pienso como tu SIN DUDARLO : "LA VIDA MERECE LA PENA SER VIVIDA". Gracias por tu seguimiento.

Anónimo dijo...

Todavía recuerdo tu pregunta que cayò como un mazazo sobre mí: ¿No te habrás provocado tu mismo la lesión? Yo no salìa de mi asombro. Nunca pensé que mi crisis personal terminara así aunque tal vez era inevitable.Pero afortunadamente aproveché esta posibilidad que la vida me estaba ofreciendo. Desde muy pronto asumí lo que había pasado, sus consecuencias, lo que había perdido y se me estaba dando la posibilidad de volver a recuperar.Todo ello fue una titánica lucha que poco a poco fue dando deliciosos frutos. Y llegó el momento de salir de la burbuja. Y continué con el mismo positivismo desde el primer día. Un pequeño descanso y a seguir trabajando cuerpo y mente, a recuperar afectos perdidos, a demostrar al mundo que quién había salido del HNP no era el mismo que entró. Vamos a poner como mucho, pero me sobrarían dedos de una mano, los días que he estado de bajón. He conocido mucha buena gente que me quiere, que me tiene en cuenta, que me echa de menos cuando no estoy.
¿Qué hubiera pasado si no hubiera podido recuperar aquello que yo había dejado? No lo sé. Posiblemente mi aceptación hubiera sido más lenta pero sé que en estos casos soy un luchador y hubiera terminado encontrando una salida. Pero opté por recuperar y luchar por lo perdido y no me arrepiento ni un sólo segundo. También doy gracias por habérseme dado la posibilidad de poder recuperarlo.Ese gesto de amor es lo más generoso que he visto en mi vida.
Como dice Felipe, la vida merece la pena ser vivida. Desde una silla o de pie. Da igual. Las personas, los afectos, las emociones,... siguen imparables su ritmo y, o te subes al carro o te quedas fuera de la rueda de la vida. Depende de ti.
Siento no poder darte un punto de vista diferente al que planteas. Me temo que quién no ve la vida de esta manera no sigue tu blog. Soy feliz,me siento feliz, más de lo que nunca he sido. ¡Qué contradicción! ¡Bendita contradicción!

Quili González dijo...

Ya son muchos los años sobre ruedas pero entre la nebulosa de mis recuerdos vienen a mi mente flashes de momentos muy duros, de miedo e incertidumbre. Tuve la enorme suerte de sentir a mis padres muy cerca y muy pendientes de mi....no se como habría actuado sin sentir ese apoyo...luego pasan los meses y van pillando confianza en tus posibilidades. Yo creo que es un largo camino con momentos muy delicados. Lo que si tengo claro es que ese cumulo de pensamientos, miedos, frustraciones y esperanzas no se puede superar sin apoyo de la gente que quieres. Obviamente que la vida merece la pena disfrutarla con o sin silla....pero reconozco que para llegar a esa obviedad hay que cruzar todo un sendero de dudas

Ramón L. dijo...

... a veces cabizbajo, me paro y pienso si el haber sufrido un accidente bastante grave, si haberme pasado diez meses en hospitales, algunos de ellos sin conciencia, incluso si el hecho de tener que estar el resto de mi vida sin realizar mi profesión, era un castigo por algo o de alguien superior que controla nuestros destinos, segundos después de pensar esto, levanto la cabeza con los ojos humedecidos y miro la gente que me rodea, mi familia y mis amigos de verdad, todos los lugares a los que no he ido y todas las cosas que no he hecho, entonces me vuelve la razón y es cuando pienso que la vida si que merece la pena vivirla aunque hayan momento, fugaces momentos, que parezca que no, esos momentos durante la vida duran un segundo comparado con el resto de ella, no vale la pena cerrar la puerta por un segundo de viento si luego lo que entra es una fresca brisa marina agradable como si de un día de caluroso verano se tratase ...

Afrontando la lesión medular dijo...

No sabes como agradezco tu reflexión que estoy segura aportará mucho a la gente. No trasciende lo mismo si lo digo yo que si lo decís los que vivís la lesión en vuestras propias carnes.

¡Qué sigas sacándole a la vida el mayor partido posible! Ya sabes, como diría Joan Baez : "Gracias a la vida que me ha dado tanto".

Afrontando la lesión medular dijo...

Agradezco la buena respuesta a esta Entrada. Dudé hacerla pero la verdad es que me dejó preocupada. He pensado que tal vez quien dio con mi blog y llevaba otra intención a lo mejor dio un giro a su elección. ¡Quién sabe si estamos ayudando a gente "desesperada". Si el blog sirve de asidero ¡genial!

Respecto a tu experiencia, Quili, ya son varios los lesionados que me comentan que la cara de aliento y el estímulo de los suyos fue lo que los sacó de la desesperación en la que estaban inmersos. Gracias por tu seguimiento.

Afrontando la lesión medular dijo...

Ya veo también, Ramón, que en tu caso son los tuyos, los que de verdad te quieren y los que de verdad importan a la larga son los que tiran de tí así que no te puedes permitir el bajar la guardia. "Otros esperan que resistas, que les ayude tu alegría, que les ayude tu canción entre sus canciones" Este fragmento es de Palabras para Julia. Dejo también el enlace en la Entrada. http://www.youtube.com/watch?v=zxk3Q_7uunY

Anónimo dijo...

A raíz del comentario de Ramón. Yo creo que la pregunta ¿por qué a mí? es totalmente equivocada. ¿ Y por qué no? ¿Somos especiales, mejores que los demás, distintos...? Vi en el HNP muchas personas haciéndose esta pregunta a diario y a lo largo de los meses llegaron a salir de allí sin respuestas, confusos, tristes, desmotivados y sin fuerzas ni argumentos para afrontar su vuelta a la realidad.
Yo creo que la pregunta es ¿para qué me ha pasado ésto? Su respuesta es más sencilla y sea la que sea, hace que sea más sencillo aceptar la lesión y el cambio de vida que ella supone. En mi caso las primeras respuestas están resumidas en mi comentario anterior. Hoy sigo encontrando nuevas respuestas como por ejemplo, y no es autobombo, ser referente para muchas personas, ser la sonrisa que se encuentran cuando me ven, ser ejemplo de que sí se puede. .. No te imaginas lo perdida que se encuentra la gente hoy en día y lo que agradecen esa sonrisa, ese abrazo. Sólo por eso ya merece la pena seguir vivo y disfrutar de ella

Ramón L. dijo...

Estoy totalmente de acuerdo contigo, el cuestionarse el por qué no vale para mucho y no nos conduce a nada, pero la pregunta siempre surge de una u otra forma, es inevitable, por ello, como cuentas, hay que tener una vida plena y gente que te quiere a tu alrededor, para que la pregunta dure tan sólo un segundo en tu mente, no te afecte y sea rápidamente desechada y poder vivir en plenitud....saludos a tod@s..

Anónimo dijo...

Yo di con tu blog por casualidad, buscando ayuda en la nueva etapa que nos pone la vida. Mi pareja es l.m desde hace pocos meses, estamos empezando en este largo y duro camino, pero tu blog me llena de esperanza y sueños cada día, me ha enseñado que no hay que dejar de luchar y que es posible tener una vida llena y feliz después del trauma inicial.
Gracias por el trabajo que haces que a personas como a mi nos sirve de gran ayuda para iniciarnos en este mundo desconocido y nos da ánimos para seguir día a día

Afrontando la lesión medular dijo...

Es verdad que la pregunta por antonomasia al principio es : "Por qué a mí" como si tuviéramos "bula" y estuviéramos exentos de que nos acontecieran cosas. Lo peor es vivir la lesión como un castigo y sentir que es una injusticia. ¡Hay tantas cosas injustas en esta vida!

Me ha gustado tu enfoque nuevamente : No hay que preguntarse por qué sino "para qué". Muchos lesionados os convertís en referentes para la gente tras pasar por una experiencia como la lesión medular. Totalmente de acuerdo que hay mucha gente perdida y sin rumbo y no son más felices por el hecho de andar. Gracias por el comentario que seguro ayudará a mucha gente.

Afrontando la lesión medular dijo...

Creo que si dejas de hacerte la pregunta serás más feliz. Tienes muchas razones para serlo, Ramón.

Los procesos e rumiación te hacen entrar en un bucle sin salida. Si no sales solo de ello, pide ayuda.

Afrontando la lesión medular dijo...

Pues qué alegría me da tu comentario y que el blog te sirva de ayuda. Solo por eso ya mereció la pena el esfuerzo.

Creo que eres seguidora ¿no?. Gracias y espero que te podamos seguir aportando cosas y que nos aportes.

Unknown dijo...

Me encantan vuestras reflexiones, me siento identificada totalmente, yo tb soy de las que puedo contar con los dedos de una mano los dias de bajón,y a pesar de ser positiva a veces deseaba en mis meses de parálisis completa que la muerte llegara, el miedo y la incertidumbre son sujetos, verbos y predicado de mi vida, como la vuestra. La familia y amigos pilar importantisimo, las pequeñas cosas de la vida tambien. Pero yo no creo que esa sensación sea exclusiva de nuestra lesión, ya no recordamos los miedos anteriores, las preocupaciones de cada día en nuestra vida anterior, siguen siendo miedos aunque la causa sea diferente ???Es que las personas con diversidad desde siempre y sus familias no tienen preocupaciones o miedos??? Claro que si, es innato del ser humano el pensamiento bueno o malo y por eso hoy dia podemos comunicarnos a traves de este blog. Repito, me encantan vuestras reflexiones. Un beso Belisa

Afrontando la lesión medular dijo...

Pues la tuya, Belisa, es otra perspectiva muy interesante. Llevas razón, los miedos, la duda existencial, el miedo a la muerte, nos acompañan a todos durante nuestra vida.

Lo que sucede, belisa, que antes de la lesión el lesionado y sus allegados hacían una montaña de pequeños problemas que hoy. al compararlos con la lesión, se convierten en insignificantes. Todo se relativiza mucho más y se tiende a disfrutar de las pequeñas cosas. Se piensa más en LA VIDA, por aquello que diría Philippe Pozzo : "Dos vidas por el precio de una", QUE EN LA MUERTE. Ahora es tiemp de vivir y no perder el tiempo pues "la vida pude cambiar o perderse en un segundo".

Gracias por contribuir a qué sigamnos pensando y reflexionando.