Esta que cuelgo aquí la he recibido de la Universidad Pontificia de Salamanca, Universidad con la que colaboramos en la Docencia, y he pensado que era oportuno compartirla independientemente del Credo que cada cual tenga.
Por
las
razones
que
cada cual tengamos, en Navidad suelen
moverse los adentros con inquietudes, buenos propósitos y deseos de
mejorar.
Quizás
incluso buscamos
estar
más cerca de ser buenas personas.
Hacemos
balance del
año
y nos hacemos propósitos para
el
que
comienza.
Algunos,
cuando
contemplamos
el misterio de Dios hecho niño,
creemos
que sigue siendo
posible
la
esperanza.
Para
que esta esperanza no sea flor de un día, nos atrevemos a sugerirte
que seamos personas capaces de aprender, porque nadie es poseedor
de
toda
la
verdad;
personas
soñadoras, pero con los
pies
en la
tierra, capaces de proyectos concretos y cercanos;
personas
creadoras y creativas, que ponen sus talentos al servicio de un bien
compartido y común;
personas
forjadoras de puentes de reconciliación
y encuentro.
Personas
felices,
portadoras
de buenas
noticias.
Te
deseamos
lo
mejor
para ti y para los tuyos.
Un
fuerte abrazo y
Feliz
Navidad
No hay comentarios:
Publicar un comentario