lunes, 30 de abril de 2012

Seguir soñando

Todos hemos oído la expresión "soñar no cuesta nada" y a pesar de ello, soñamos poco o somos poco imaginativos. Más que soñar, los humanos solemos ambicionar o envidiar lo  que el prójimo tiene y aquéllo a lo que no podemos aspirar.

Probablemente, la crisis actual esté relacionada, estrechamente, con ese ansia de poseer, de vivir por encima de las posibilidades y por gastar lo que no se tiene. Decía un paciente la semana pasada que el tenía muy claras las causas de la crisis. Una de ellas era el hecho de que la gente se haya "entrampado" hasta el cuello y se traduce en una frase que ha oído hasta la saciedad : "Si no te metes, no sales" (esto es, que no hay que pensárselo dos veces y comprarse lo que sea, se tenga o no se tenga dinero). Otra de las razones, continuaba diciendo, era el haber comprado coches de un valor por encima de las posibilidades de muchos compradores, el decía que no acordes a su status. La tercera causa, era la de haber perdido la capacidad de ahorrar y una tendencia hedonista de la sociedad centrada en el "carpe diem".

Hay cosas en las que se puede invertir con costo económico cero como son : AMAR Y SOÑAR.

Algunos l.m. piensan en lo que no pueden hacer o a lo que no pueden acceder sin darse cuenta que "en casa tienen acceso a la felicidad" no hay que buscarla muy lejos.
Otros, en cambio, lo tienen más difícil porque la l.m. se les ha presentado en una etapa de la vida en la que ésta está todavía por construir : formación, trabajo, pareja, hijos etc.

También hemos oído la expresión : "Soñar despierto" que equivale a imaginar acciones ya antes vividas que nos relajan o situaciones potenciales de vivir que por el solo hecho de imaginarlas ya es satisfactorio.

Si de algo suelen disponer las personas que contraen una lesión medular es de "tiempo", tiempo que se debe de encauzar hacia el logro de estados que les proporcionen aquéllo que antes no tuvieron la posibilidad de acceder o aquéllo que no tuvieron la ocasión de conocer. Es un tiempo también de costo cero.

¡Cuántas veces nos hemos quejado de la falta de tiempo!. ¡Cuántas hemos expresado : "Si tuviera tiempo para esto o lo otro"; "No tengo tiempo para nada"; "Necesitaría que el día tuviera más de veinticuatro horas porque me falta tiempo para hacer lo que quiero"!.

Invito a que cada persona que entre al blog, nos cuente que haría si dispusiera de tiempo suficiente, tiempo ¡eh!, no dinero.

6 comentarios:

Manuel dijo...

ERICH FROMM en “¿Tener o ser?”(Fondo de Cultura Económica. Madrid, 1997):

« (…) Como introducción para comprender la diferencia entre los modos de tener y ser de la existencia, usaré como ejemplos dos poemas de contenido similar que el extinto D. T. Suzuki cita en "Lectures on Zen Buddhism". Uno es el haikai [o haiku] del poeta japonés Basho (1644-1694); el otro poema es de un poeta inglés del siglo XIX, Tennyson. Cada poeta describe una experiencia similar: su reacción ante una flor que ve durante un paseo. El verso de Tennyson dice así:

“Flor en el muro agrietado, / te corté de las grietas. / Te tomo, con raíces y todo, en mi mano. / Florecilla... si yo pudiera comprender / lo que eres, con raíces y todo lo demás, / sabría qué es Dios y qué es el hombre”.

Traducido al español, el haikai de Basho dice más o menos así: “Cuando miro atentamente / ¡veo florecer la nazuma / en la cerca!”.

La diferencia es notable. Tennyson reacciona ante la flor con el deseo de tenerla. La “corta” con “raíces y todo”. Termina haciendo una especulación intelectual sobre la posible utilidad de la flor para comprender la naturaleza de Dios y del hombre, pero la flor muere como resultado de su interés por ella. Tennyson, como lo vemos en su poema, puede compararse con el científico occidental que busca la verdad desmembrando la vida.

La reacción de Basho es enteramente distinta. No desea arrancarla, ni aun tocarla. Sólo “la mira atentamente” para “verla”.

Ésta es la descripción de Suzuki: "Es probable que Basho paseara por una vereda en el campo cuando advirtió algo casi escondido en una cerca. Al aproximarse más, miró atentamente, y descubrió que sólo era una minúscula planta silvestre, generalmente no advertida por los transeúntes. Es un hecho sencillo, descrito en el poema, y el sentimiento específicamente poético sólo se expresa, quizás, en las dos últimas sílabas con lo que en japonés se denomina kana. Esta partícula, frecuentemente vinculada con el nombre, con el adjetivo o con el adverbio, expresa cierto sentimiento de admiración o elogio, o tristeza o alegría, y a veces puede traducirse apropiadamente con los signo de admiración. Este haikai termina con este signo".

Parece que Tennyson, en cambio, necesitaba poseer la flor para comprender a la gente y a la naturaleza, y al tenerla, mató a la flor. Basho deseaba ver, y no sólo observar la flor, sino identificarse con ésta y permitirle vivir. (…) »

Anónimo dijo...

Adrysan:

Bueno es cierto lo que dices del tiempo, en el caso de mi amigo, dice que le falto tiempo para buscar una pareja, tener hijos y formar una familia, menciona que pensaba que aún tenia tiempo para eso, hoy las cosas han cambiado, y dice que su tiempo se termino y no hay mucho que hacer.

Pero yo que haría con mi tiempo? Sin duda lo pasaría con mis sobrinos, son adorables y divertidos, me gusta platicar con ellos a pesar de su corta edad son sabios y aprendo cosas y claro jugar con ellos es fantástico.

Armaría mis 15 rompecabezas que tengo en cajas nuevecitos, me encantan pero no hay tiempo.

Ver películas enteras, a veces una película la veo en una semana.

Cocinar, pero cocinar en serio, no lo que hago habitualmente, algo sencillo y rápido, me gustaría cocinar pasta, guisos mexicanos exquisitos que me enseño mi mamá, y aprendería repostería, si eso sería parte de lo que haría.

Saludos!

Afrontando la lesión medular dijo...

El afán por poseer, la ambición,creo que es uno de los peores males de la humanidad. Grcias por esos fragmentos profundos que nos invitan a ver, con su metáfora, el valor de las cosas y el sentido de la vida.

Carecemos de la capacidad de contemplación, elogio y admiración.

Se nos pasa media vida sin vivir y le echamos la culpa a la falta de tiempo.

Afrontando la lesión medular dijo...

Tu amigo, Adry, sigue recreándose en el pasado. Si no sale de ahí, lo va a tener difícil. La vida le ha dado otra oportunidad y nunca es tarde para nada. El puede aún formar esa familia que no tuvo tiempo de formar si es ese uno de sus deseos. No podemos estudiar ni aprobar todas las asignaturas a un tiempo. Una carrera no se gana en un día. El tesón, la constancia y la fortaleza de espíritu son nuestras mejores aliadas. ¡Ah! y no hay que perder nunca la esperanza.

Respecto a tí, no dejes que se te escape el tiempo y disfruta. Nos pasamos media vida aplazándolo todo.
Sácale partido a todo. Esos sobrinos crecerán y ya no será igual, juega ahora con ellos hasta acabar rendida y aprende de su inocencia y sabiduría y no dejes de soñar y seguir siendo niña.

Disfruta también con la cocina, no caigas en comer comida rápida y basura. Haz los platos que tú madre te enseñó, que no se pierda la tradición familiar y los valores que te transmitieron.

Manuel dijo...

[FROMM ENFRENTANDO SER Y TENER. Síntesis también literaria]

«La diferencia entre Tennyson y Basho queda plenamente explicada en este poema de Goethe titulado DESCUBRIMIENTO:

“Me paseaba por el bosque / completamente solo, / y no pensaba buscar nada. // Vi en la sombra / una florecilla / brillante como las estrellas, /como unos ojos bellos. // Sentí deseo de cortarla, / pero me dijo suavemente: / ¿deseas que se marchite / y muera? // La tomé / con raíces y todo / y la llevé al jardín / de una bella casa, // y la planté de nuevo / en un lugar tranquilo / donde ahora ha crecido / y florece.”

Caminando sin ningún propósito, Goethe se siente atraído por una florecilla brillante. Siente el mismo impulso que Tennyson: cortarla, pero a diferencia de Tennyson, Goethe advierte que esto significaría matarla. Para Goethe, la flor está tan viva que le habla; y resuelve el problema en forma diferente de Tennyson o Basho. Toma la flor “con raíces y todo” y la planta de nuevo, para no matarla. Goethe se encuentra, por decirlo así, entre Tennyson y Basho. Para él, en el momento crucial, la fuerza de la vida resulta más poderosa que la fuerza de la pura curiosidad intelectual. (...)

La relación de Tennyson con la flor es según el modo de tener o poseer: no un posesión material, sino del conocimiento. La relación de Basho y de Goethe con la flor es según el modo de ser, el modo de existencia en que no se tiene nada ni se anhela tener algo, sino que se goza empleando productivamente las facultades, identificándose con el mundo.

Goethe, el gran amante de la vida, uno de los más notables enemigos del desmembramiento humano y de la mecanización, en muchos poemas expresó el modo de ser, opuesto al de tener. Su Fausto es una descripción dramática del conflicto entre ser y tener (esto último representado por Mefistófeles), y en el siguiente poema breve expresa la cualidad de ser con la mayor simplicidad: "LA PROPIEDAD / Sé que nada me pertenece / sino el pensamiento / que sin grilletes / fluye de mi alma, / y todo momento favorable / que el destino clemente / me permite gozar profundamente". La diferencia entre ser y tener no es esencialmente la misma que hay entre Oriente y Occidente. La diferencia está, antes bien, entre una sociedad interesada principalmente en las personas, y otra interesada en las cosas. La orientación de tener es característica de la sociedad industrial occidental, en que el afán de lucro, fama y poder se ha convertido en el problema dominante de la vida. Las sociedades menos enajenadas (como la sociedad medieval, los indios zuni, las sociedades tribales africanas que no se han visto afectadas por la idea del “progreso” moderno) tienen sus propios Bashos. Quizá después de unas cuantas décadas de industralización, los japoneses producirán un Tennyson. No es que el Hombre occidental no pueda comprender plenamente los sistemas orientales, como el budismo zen (como creía Jung), sino que el Hombre moderno no puede comprender el espíritu de una sociedad que no está centrada en la propiedad y en la codicia. Desde luego, los escritos del Maestro Eckhart (tan difíciles de comprender como los de Basho o el zen) y de Buda sólo son dos dialectos del mismo idioma.»

Afrontando la lesión medular dijo...

Manuel : hablas de la diferencia que Goethe establece entre el ser y el tener lo que me da pie a hablar de la que a mí me descubrió mi trabajo en el Hospital. Me refiero a la diferencia entre ser y estar. Uno de mis objetvos en la Rehabilitación es lograr que los lesionados medulares puedan llegar a "sentirse bien" más allá de "estar bien". Sentirse bien tiene que ser algo al margen de la lesión medular. ¿Cuánta gente que va por la calle que, supuestamente, "está bien" y no se siente "Bien"?. La medida no debe de estar pues en función de la aptitud física.